Irina Brook y su depurado teatro clausuran el Festival de Oto?o

Irina Brook, hija de uno de los mitos vivos del teatro mundial, Peter Brook, dice haber exorcizado todos los complejos de arrastrar su apellido. Tras 15 a?os como actriz, ahora es una s¨®lida directora esc¨¦nica, que estrena hoy en el Teatro Madrid, en su primera visita a Espa?a y clausurando el Festival de Oto?o, El puente de San Luis Rey, de Thornton Wilder, un montaje muy depurado como todo su teatro.

Pas¨® ayer por Madrid como una exhalaci¨®n para presentar su espect¨¢culo estrenado el pasado mes en Suiza. Apenas tres horas robadas a los ensayos de la Cenerentola, de Rossini, que con su direcci¨®n se estrena el lunes en Par¨ªs.

"Ya no finjo ser hija de un cartero, he exorcizado el complejo de mi apellido"

A la hora de trabajar con un texto, Brook jam¨¢s se plantea una b¨²squeda puramente intelectual: "Me interesa investigar sobre aspectos m¨¢s humanos, tratar con textos que me lleguen al coraz¨®n", dice la directora, quien reconoce que entre las obras que elige hay un nexo de uni¨®n, una conexi¨®n que viene dada por el hecho de que son obras en las que est¨¢ muy depurado el estilo y en las que ella trata de suprimir todo lo superfluo para que queden las emociones y poco m¨¢s.

"Claro que ello no quita que El puente de San Luis Rey sea una obra excesiva, pero huyo del naturalismo para buscar algo m¨¢s teatral", se?ala de esta pieza, basada en una novela de Thornton Wilder que nunca ha sido llevada al teatro. Curiosamente, ha coincidido la aparici¨®n de la versi¨®n esc¨¦nica de Brook con el estreno en Estados Unidos de la ¨²ltima versi¨®n cinematogr¨¢fica que, con el mismo t¨ªtulo, ha dirigido Mary McGukian e interpretado Robert de Niro y Harvey Keitel. "Ellos tendr¨¢n miles de figurantes y caballos y yo, en cambio, hago que mis seis actores aborden 22 papeles distintos, para que el p¨²blico vea la esencia del teatro y de lo que es capaz un actor", se?ala la directora, quien se vio obligada a a?adir alg¨²n peque?o truco para que los espectadores sepan que no hay tantos personajes como actores, ya que la transformaci¨®n de ¨¦stos es tal que nadie se enteraba de que un actor abordaba varios papeles.

La directora, que naci¨® en Par¨ªs y estudi¨® Arte Dram¨¢tico con Stella Adler en Nueva York, recibi¨® importantes premios como actriz. A?os despu¨¦s se consagr¨® como directora con su puesta en escena en Inglaterra y en Francia de Un b¨ºte sur la lune (Una bestia en la luna), de Kalinoski, por la que recibi¨® cinco premios Moli¨¨re y en la que encuentra paralelismos con El puente...: "Para m¨ª, hay algo muy pr¨®ximo entre ambas obras, que utilizan un estilo refinado, po¨¦tico, ligero para narrar la enormidad de la tragedia humana", dice esta directora que gusta de tratar temas graves de manera alegre.

Irina nunca ha podido ocultar ser hija de Peter Brook, el director brit¨¢nico afincado en Francia. Sin embargo, s¨ª pasa de manera desapercibida que tambi¨¦n lo es de la gran actriz Natasha Parry (en la actualidad en la cartelera parisina con Michel Piccoli): "Ya olvid¨¦ la ¨¦poca de querer hacerme pasar por la hija de un cartero, ahora me da igual lo que piense la gente y, por otra parte, estoy tan volcada en mi trabajo que jam¨¢s pido consejo a mi padre", dice, al tiempo que no oculta que por quien s¨ª se deja aconsejar es por su marido, el director teatral Dan Jemmet, con quien comparte dos hijos y una curiosa, por poco corriente, concepci¨®n de lo que es el teatro, como algo artesanal, que evoque la imaginaci¨®n, alejado de tecnicismos, parafernalias y con una gran dosis de amor por el actor y su trabajo: "Padezco un cierto puritanismo esc¨¦nico, creo que el actor tiene que ser lo que ha sido siempre, y que si se va la luz, mis actores pueden terminar la representaci¨®n", concluye.