Un arte que busca la esencia
Koldobika Jauregi presenta en San Sebasti¨¢n medio centenar de obras realizadas en hierro y madera
Koldobika Jauregi (Alkiza, 1959) ha explorado distintas sendas art¨ªsticas durante m¨¢s de dos d¨¦cadas de trayectoria, hasta tener claro que lo que quiere es despojar al arte de todo lo artificial para llegar a la esencia. Busca "contar lo m¨¢ximo posible con lo m¨ªnimo". "Frente a tanto chismorreo barato que nos rodea, busco un espacio donde el artista y el espectador se sientan c¨®modos. Busco un arte de estar por casa, que ni maree ni sea pretencioso", asegura. Con esas premisas trabaja y ha creado sus ¨²ltimas obras, que expone hasta el pr¨®ximo 11 de enero en la galer¨ªa Kur de San Sebasti¨¢n (Zurriola, 6).
Jauregi presenta m¨¢s de medio centenar de piezas in¨¦ditas, desde esculturas en hierro hasta pinturas realizadas sobre tablas de madera, realizadas en su taller de Alkiza en los dos ¨²ltimos meses. "Posiblemente el dibujo o el garabato sea lo que da unidad y coherencia a toda la exposici¨®n", explica. Aparece lo mismo en una serie que ha realizado tomando como motivo las olas del mar -"me atra¨ªa la idea de poder parar algo que es l¨ªquido y dejarlo solidificado en un hierro"-, que en unos tr¨ªpticos que se abren y dejan al descubierto otro cuadro. "Con todos estos trabajos lo que hago es explorar en profundidad caminos a los que antes me hab¨ªa asomado".
"Busco contar lo m¨¢ximo con lo m¨ªnimo, un arte que no sea pretencioso"
Como sus exposiciones anteriores, la que presenta ahora en Kur viene revestida de un halo de espiritualidad. Se respira un ambiente casi zen, de influencia oriental en la sala, que refleja la evoluci¨®n personal del artista. "Vengo de hacer un arte que ahora, vi¨¦ndolo con 25 a?os de distancia, pienso que era muy violento", explica. "Cuando eres adolescente, lo que te pide el cuerpo es ser contestatario y protest¨®n, pero ha pasado mucho tiempo y hoy pienso que no hay que a?adir m¨¢s le?a al fuego".
?Su prop¨®sito pasa entonces por hacer un arte de paz y de sosiego? "Por lo menos que no complique", responde, "que ayude un poco a parar las revoluciones de la cabeza. Busco crear una especie de islote donde uno mire a una pared y no se encuentre violentado. Que esa mancha que hay en la pared o esa escultura sean capaces de aguantar la mirada a lo largo de los a?os sin perder su vigor".
Koldobika Jauregi, uno de los artistas vascos m¨¢s reconocidos, sabe que no es una tarea f¨¢cil y menos en una ¨¦poca como la actual: "Vivimos un arte muy sensacionalista, muy de grandes fotos con tintes violentos que no aportan nada. Queremos constantemente sorprender, provocar, pero a mi eso ya no me sirve".
Quiz¨¢ otra cosa no, pero el autor ha tenido en los ¨²ltimos tiempos al menos la oportunidad de difundir su visi¨®n sobre la tarea art¨ªstica. Expuso en verano en la galer¨ªa Ekain y el atrio de la iglesia de San Vicente en San Sebasti¨¢n; acaba de clausurar una muestra en Ordizia y ayer inaugur¨® su ¨²ltima propuesta. "Estoy encantado de que se quiera exponer mi obra y se conozca", confiesa. "No gozo demasiado con el aplauso tonto, pero si el espectador disfruta t¨² disfrutas, es algo compartido".
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