El f¨²tbol es cosa de Xavi
Inglaterra recurri¨® a la violencia para detener el recital del centrocampista y de la selecci¨®n espa?ola en el primer tiempo
El f¨²tbol es cosa de Xavi, del jugador que se ha quitado todos los complejos y maneja los partidos con la categor¨ªa que demostr¨® frente a Inglaterra. Lo hizo durante media hora memorable. A su alrededor, la selecci¨®n espa?ola funcion¨® con inteligencia y velocidad, sin problemas ante un rival que recurri¨® a la violencia para cambiar el signo del encuentro. Pocas veces se ha visto el efecto tan evidente de la frustraci¨®n en un equipo. Inglaterra era un trapo y no encontraba la manera de detener a Espa?a, que estaba impecable en todas las l¨ªneas. Marc¨® pronto, jug¨® con mucha clase y no cometi¨® distracciones, con Xavi a la cabeza del recital. Ante la abrumadora superioridad de la selecci¨®n espa?ola, la reacci¨®n inglesa fue muy desegradable. La comenz¨® Wayne Rooney, excelente proyecto de jugador con una vena camorrista. En su cabeza comenzaron a chocar las canicas y el chico entr¨® en un proceso casi infantil de violencia. All¨ª se acab¨® el partido como tal, un estupendo encuentro que consagra a Xavi como indiscutible faro de la selecci¨®n.
ESPA?A 1 - INGLATERRA 0
Espa?a: Casillas; Michel Salgado, Juanito, Marchena (Pablo, m. 46), Del Horno; Joaqu¨ªn (Romero, m. 79), Xabi Alonso (Orbaiz, m. 68), Xavi, Reyes (Angulo, m. 57); Ra¨²l (Guti, m. 46) y Torres (Luque, m. 46).
Inglaterra: Robinson; Gary Neville, Ferdinand (Carragher, m. 61), Terry (Upson, m. 64), Cole (Defoe, m. 77); Beckham (Phillips, m. 59), Lampard (Jenas, m. 59), Butt, Bridge; Owen y Rooney (Smith, m. 41).
Goles: 1-0. M. 9. Del Horno remata de cabeza un saque de esquina botado por Xabi Alonso.
?rbitro: Georgios Kaznaferis (Grecia). Amonest¨® a Rooney y a Cole.
Unos 65.000 espectadores en el estadio Santiago Bernab¨¦u.
Antes de la espiral de patadas, Espa?a acab¨® con la depresi¨®n que se hab¨ªa instalado en el equipo. La Eurocopa dej¨® heridas profundas en la selecci¨®n, desacreditada por juego y resultados. Se multiplic¨® el pesimismo, que ya era considerable. El partido frente a Inglaterra no cambia nada sustancial. El prestigio no se gana en amistosos, pero la selecci¨®n necesitaba un poco de optimismo, alguna raz¨®n para engancharse a un equipo poco estimulante. El momento quiz¨¢ se produjo ayer, tanto por el juego del primer tiempo como por la sensaci¨®n que transmiti¨® Xavi. Termin¨® la temporada anterior de manera imperial, pero S¨¢ez no le dio bola en el equipo. Siempre quedar¨¢ la duda del efecto de Xavi en aquel equipo. Luis Aragon¨¦s tampoco le convoc¨® en sus primeros encuentros como seleccionador, pero la ausencia no ten¨ªa sentido. Xavi ha sido uno de los ejes principales en el gran arranque del Bar?a y su regreso no pod¨ªa esperar m¨¢s. Regreso clamoroso que se concret¨® en la lecci¨®n que dict¨® en el primer tiempo. Hab¨ªa inter¨¦s por verle junto a Xabi Alonso, dos jugadores que pertenecen a la misma escuela, aunque sus caracter¨ªsticas sean diferentes. Xavi, que un d¨ªa fue un buen medio centro demasiado pendiente de lo acad¨¦mico, se ha soltado el pelo como sat¨¦lite en el medio campo. Gira alrededor del medio centro, se libera de tensiones y tira de creatividad. Conect¨® con delanteros y extremos, encontr¨® en largo a Joaqu¨ªn y se asoci¨® con Ra¨²l, sin que le faltaran los detalles de ingenio que sacaron de quicio a los ingleses.
En esa media hora, Espa?a disfrut¨® del f¨²tbol por primera vez en mucho tiempo. La defensa se adelant¨® para proteger a Alonso y a Xavi. No se parti¨® el equipo, compacto y firme en la defensa, ingenioso y veloz en el ataque. Enfrente no hubo noticias. Ninguna de las estrellas inglesas dijo nada interesante. Beckham se limit¨® a oficiar de mediador en los conflictos; Owen no recibi¨® un pase decente -no existi¨® por lo tanto: no puede generar nada por s¨ª mismo-; Lampard pas¨® desapercibido; Rooney fue el chiquillo intempestivo que puede poner en peligro su futuro en cualquier momento. Se dej¨® llevar por la c¨®lera y la frustraci¨®n ante el excelente juego espa?ol. Empuj¨®, pate¨®, se encendi¨® como una bombilla. Su rostro congestionado reflejaba la ausencia de cualquier control del temperamento. Empuj¨® a Casillas contra la grada de fondo, busc¨® el tobillo de Salgado, se meti¨® en todos los charcos y estuvo a punto de convertir un partido amistoso en un asunto muy desagradable. Erickson le retir¨® antes del descanso, pero Rooney encontr¨® partidarios en el equipo. Lampard y Ashley Cole entraron en combusti¨®n. El partido cambi¨® de partitura.
Hab¨ªa marcado Espa?a, que conserv¨® la ventaja hasta el final. El tanto lo anot¨® Del Horno, un lateral que cabecea muy bien. No fue exigido en lo que m¨¢s le duele, el cap¨ªtulo defensivo. Beckham, que no es el m¨¢s r¨¢pido de los jugadores, nunca le ha dado problemas. Hubo oportunidades en el ¨¢rea inglesa y hasta un penalti que no convirti¨® Ra¨²l. Todo iba como la seda, pero todo se torci¨®. Vinieron las patadas y la rueda de cambios, con un efecto inmediato sobre el juego que se empobreci¨®. Al menos se lleg¨® a un acuerdo t¨¢cito para rebajar la violencia. Espa?a jug¨® mejor que Inglaterra en el segundo tiempo, pero sin excesos. El encuentro se volvi¨® decididamente amistoso. Perdi¨®, en definitiva, la vibraci¨®n de la primera parte, manejada con autoridad por la selecci¨®n espa?ola. Si es el primer paso para algo, se ver¨¢ en el futuro. Espa?a se ha acostumbrado a generar expectativas que luego no cumple. Pero, al menos, qued¨® una idea clara del jugador que ahora mismo resulta indiscutible porque mejora el rendimiento del equipo. Es Xavi. Regres¨® y confirm¨® lo que ya se sabe desde hace alg¨²n tiempo. El f¨²tbol es cosa suya.
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