Arco iris nocturno
Doce a?os sin vacaciones bien merec¨ªan una fuga transoce¨¢nica. Verano de 2004. Compa?¨ªa: m
arido, hijo y dem¨¢s parentela. Destino: Argentina y alrededores. El resto lo relata esta actriz, que anda representando La retirada de Mosc¨². Valladolid, Salamanca y Sevilla son sus pr¨®ximos escenarios.
Argentina despu¨¦s del crash, ?qu¨¦ fue?
Una gran desolaci¨®n. Yo hab¨ªa estado antes y nunca vi tantas familias rebuscando en la basura. Pero tambi¨¦n est¨¢n los m¨¢s de 300 teatros bonaerenses que se llenan, y la de esos chaflanes donde siempre hay un caf¨¦ con librer¨ªa, como el Ateneo. Esto te habla del gran nivel cultural.
Chup¨® cultura y mate antes de encaminarse a Iguaz¨² (Brasil).
S¨ª, y all¨ª vi tanta belleza que parec¨ªa un sue?o. Tras la cortina de agua se adivina un arco iris permanente, pero lo m¨¢s espectacular fue ver ese arco iris a la luz de la luna llena. No se distinguen tanto las rayas de colores, pero es una imagen asombrosa.
?Tanto como la de la Puna de Atacama (Argentina)?
Es sobrecogedor. Est¨¢ a 4.000 metros de altura y s¨®lo ves esos cactus a tu alrededor, en un entorno plomizo que te hace sentir peque?o. Luego, en los Cerros de Humahuaca hubo otra sorpresa. Un gu¨ªa de nueve a?os llamado Manuel Aparicio, indio coya. Un sabio con una educaci¨®n exquisita y una prudencia impropias de su edad. Apareci¨® sin hacer ruido y nos cont¨® la historia del reloj de la plaza. Fue delicioso.
Y luego, C¨®rdoba.
S¨ª, ¨ªbamos a celebrar all¨ª el cumplea?os de mi marido, e hicimos cientos de kil¨®metros en coche. Me impresionaron los Valles Calchaqu¨ªes, al noroeste de Argentina. Unas monta?as rojas magn¨ªficas que tienen formas peculiares: de rana, castillo, anfiteatro. Me recordaron mucho al Torcal de Antequera, mi pueblo.
?Suele comprar recuerdos?
Me gusta mucho adquirir instrumentos musicales, sobre todo de percusi¨®n, pero ya no compro tanto porque con esto de la globalizaci¨®n encuentras de todo en todas partes.
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