'Alexander' tropieza con graves obst¨¢culos a la hora de emprender su conquista
Hollywood se escandaliza por la bisexualidad del h¨¦roe del reci¨¦n estrenado filme de Oliver Stone
Cuando Alejandro Magno ten¨ªa 27 a?os hab¨ªa conquistado el 90% del mundo conocido, hab¨ªa cruzado las fronteras trazadas por Arist¨®teles, y su nombre quedaba para siempre en una de las bibliotecas m¨¢s legendarias de la historia de la humanidad. Una vida ¨¦pica traducida a la pantalla en una pel¨ªcula de la misma envergadura que 2.000 a?os despu¨¦s no ha podido superar un ¨²ltimo escollo: la nueva moralidad reinante en Hollywood, escandalizada ante la bisexualidad de "Alexander". "Estamos hablando de una cultura diferente en la que ni tan siquiera puedes decir que Alejandro Magno fuera gay. ?se es un concepto mucho m¨¢s moderno", se defiende Oliver Stone de las cr¨ªticas que est¨¢ recibiendo su cinta. "Ni tan siquiera creo que debamos discutir la sexualidad en Alexander porque ¨¦sa no es la meta de esta pel¨ªcula", le ayuda Colin Farrell, el rebelde irland¨¦s que ha dado vida a este personaje hist¨®rico. Sin embargo, titulares en la prensa estadounidense como Queer Eye for the Macedonian Guy (Una mirada gay al chico de Macedonia), o comentarios jocosos en Internet sobre el aspecto de Farrell, de rubio y con las piernas depiladas, parecen chocar de frente con la seriedad hist¨®rica que Stone quer¨ªa darle a un proyecto con el que llevaba so?ando m¨¢s de 15 a?os.
Colin Farrell: "La sexualidad del personaje hist¨®rico no es la meta de esta pel¨ªcula"
El debate sobre la sexualidad de Alejandro Magno no es m¨¢s que el ¨²ltimo de los problemas de una cinta que parec¨ªa maldita desde su comienzo. Por algo, como recuerda Stone, nadie se atrevi¨® antes con esta figura hist¨®rica. "Ni tan siquiera Shakespeare, que hizo obras sobre reyes que nadie recuerda pero no le meti¨® mano al mayor l¨ªder en la historia de la humanidad", afirma el realizador. No es del todo justo porque el Alexander de Stone estuvo a punto de verse aplastado por la versi¨®n de otro cineasta igual de visionario como Baz Luhrmann, que anunci¨® a bombo y platillo su producci¨®n con un reparto millonario: Leonardo DiCaprio, Nicole Kidman y el respaldo econ¨®mico de Dino de Laurentiis como productor. "Nos lo puso dif¨ªcil, pero como pasa en las guerras, en ocasiones el que intenta destruirte se convierte en tu mejor aliado", se?ala Stone ahora que le ha ganado la baza al australiano. "A¨²n quedan muchas historias que contar sobre Alejandro Magno y le deseo lo mejor", a?ade caballeroso hacia Luhrmann, cuyo proyecto, m¨¢s que cancelado, parece estar en el limbo de Hollywood a la b¨²squeda del perfecto gui¨®n.
Con Alexander, Oliver Stone ha vuelto a demostrar su tenacidad, casi de guerrillero, en una industria donde el cineasta es a la vez una figura adorada y molesta. De hecho, el realizador de Asesinos natos, Platoon o JFK ha sido capaz de llevar a la pantalla su versi¨®n de Alexander contra todo pron¨®stico, no s¨®lo por la competencia que vivi¨® en sus comienzos sino por lograr una financiaci¨®n inusual en Hollywood. Con un presupuesto de 150 millones de d¨®lares, Alexander es considerada una pel¨ªcula independiente, sin el apoyo de los grandes estudios y financiada en lo que la industria ha descrito como un europuding, una mezcla de capital principalmente europeo en colaboraci¨®n con incentivos fiscales en apoyo al cine. "Est¨¢ claro que esto no lo hemos hecho por dinero", confirma Stone, incluyendo en el mismo saco a su protagonista, mientras desmiente los rumores que hablan de un sueldo de ocho millones de d¨®lares para Farrell. "Lo hubiera hecho gratis con tal de trabajar con Oliver. ?l es el verdadero Alejandro Magno", reitera el actor.
Un rodaje de 94 d¨ªas por tres continentes que encontr¨® muchos m¨¢s problemas al margen del econ¨®mico. Las heridas fueron continuas, incluida una fractura en el tobillo de Farrell, que tambi¨¦n se rompi¨® la mu?eca y sufri¨® continuos dolores de espalda tras caerse del caballo en un par de ocasiones. Adem¨¢s, m¨¢s de 9.000 metros de pel¨ªcula se vieron da?ados con tanto viaje y el rodaje estuvo a punto de verse cancelado ante un brote epid¨¦mico de la gripe aviar mientras estaban en Tailandia. Todo esto por no mencionar la invasi¨®n estadounidense de Irak, una operaci¨®n militar de gran escala en la misma zona por la que Alejandro Magno llev¨® a sus fuerzas 2.300 a?os antes. "Fue una completa coincidencia", aclara el director sin evitar uno de sus habituales sarcasmos cuando a?ade eso de "seguro que (George W.) Bush podr¨ªa utilizar tres o cuatro frases de Alexander".
Como resume la cr¨ªtica de Los Angeles Times, la llegada de Alexander a las pantallas est¨¢ acompa?ada de una "gran expectaci¨®n". Expectativa frustrada ante una recepci¨®n un¨¢nimemente decepcionante entre la cr¨ªtica. Para The Hollywood Reporter, la pel¨ªcula "se regodea en el exceso", aunque la revista le da el cr¨¦dito de que nunca aburre. Variety es m¨¢s condescendiente, y afirma que "en el mejor de los casos, Alexander es un fracaso honorable". Como si fuera el propio Alejandro Magno, Stone prefiere deso¨ªr las cr¨ªticas y espera a que el p¨²blico decida por s¨ª mismo sobre un filme que, seg¨²n dice, responde por completo a su visi¨®n de este gran hombre. "Como mucho hubiera necesitado m¨¢s tiempo, pero no hay un s¨®lo fotograma que haya censurado", admite desafiante. Farrell es un poco m¨¢s realista. "?Qu¨¦ te esperas? Es un filme de 150 millones de d¨®lares, as¨ª que m¨¢s vale que evites todo aquello que incomode a la audiencia en general. Dicho esto, se trata de una pel¨ªcula de Oliver Stone, as¨ª que no le falta ni una coma", resume.
Babelia
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