La polic¨ªa montada
Los jinetes, en formaci¨®n equidistante, se ponen de pie sobre sus caballos. Luego les mandan que se hagan los muertos. Se sientan encima de sus cuerpos inertes. A continuaci¨®n les ordenan que se incorporen; mientras lo est¨¢n haciendo se deslizan encima y acaban montados como si nada.
Este despliegue de habilidad circense es una de las rutinas de la Unidad Montada de la Guardia Urbana de Barcelona. Est¨¢n ensayando para las exhibiciones que har¨¢n en Londres, durante el International Horse Show. En este torneo h¨ªpico ejecutar¨¢n una especie de ballet ecuestre a lomos de 18 magn¨ªficos corceles de pura sangre espa?ola, mitad tordos, mitad alazanes.
?Cu¨¢ntas veces ha pasado este cronista por la esquina de la calle de Wellington con el paseo de Circumval.laci¨® sin sospechar las maravillas que se coc¨ªan all¨ª dentro! Los aromas salvajes del zoo -sus vecinos- se mezclan con los m¨¢s familiares de la caballada.
Los establos y las dem¨¢s dependencias de este cuerpo funcionan en un edificio construido para la Exposici¨®n Universal de 1888, recientemente reacondicionado.
Aqu¨ª todos son polic¨ªas y todos son jinetes. Cincuenta agentes (tres son mujeres) y 39 caballos. Para llegar a esta unidad no hay ning¨²n atajo. Primero hay que pasar por la academia, luego currarse un a?o la calle -con todo lo que ello trae aparejado- y finalmente optar a una plaza cuando se produce una vacante. Una vez dentro, hay cierto glamour en el desfile con las casacas rojas, los bru?idos cascos con penacho blanco, los correajes y las botas bien lustradas. Tambi¨¦n hay mucho cepillar crines y acarrear esti¨¦rcol. Y cuidar la salud de los caballos, lo que no es moco de pavo: estas magn¨ªficas bestias son delicadas de est¨®mago.
Los jinetes de la Montada salen a patrullar los parques y acuden all¨ª donde su presencia imponente pudiera resultar disuasoria. Tambi¨¦n resultan ¨²tiles para resolver entuertos donde s¨®lo un caballo llega, por ejemplo la sierra de Colserola. Desfilan con su propia banda de m¨²sica en diversos actos ceremoniales y protocolarios de la ciudad y efect¨²an las exhibiciones de alta doma como la que ensayan el d¨ªa de la visita del cronista.
Ceferino Carrere es el guarnicionero o talabartero. Su misi¨®n es fabricar los diferentes elementos de cuero que identifican a jinetes y caballos como miembros de esta unidad. Lo ¨²nico que se compra hecho son las monturas. Lo dem¨¢s se elabora artesanalmente seg¨²n las t¨¦cnicas tradicionales, en un taller deliciosamente anacr¨®nico y endiabladamente envidiable como tajo. Una gran ventana semicircular se abre sobre la arboleda circundante. Las herramientas propias del oficio cuelgan de las paredes, donde tambi¨¦n se acumulan las riendas trenzadas y dem¨¢s parafernalia ad hoc. Un entorno antiestr¨¦s por excelencia. Ceferino, guardia urbano y jinete, aprendi¨® de un antecesor a lidiar con los cueros. Durante los ensayos de doma hace de disc-jockey. Y cuando hay visitas de colegiales ejerce de cicerone. Su polivalencia y dedicaci¨®n ejemplifican el esp¨ªritu del cuerpo.
El ensayo de la banda tambi¨¦n impresiona como un agradable viaje por el t¨²nel del tiempo. Seguramente habr¨¢ un tel¨¦fono m¨®vil en alg¨²n bolsillo, pero nada de lo que se ve o escucha recuerda al siglo XXI. Marchas militares, instrumentos de viento, bombos y platillos. Una de las tres integrantes femeninas del cuerpo toca en la banda y tambi¨¦n participa en la exhibici¨®n ecuestre. ?ngela Guill¨¦n es rubia, simp¨¢tica y bien parecida. Vi¨¦ndola cabalgar y ensayar con la banda es f¨¢cil olvidar que, llegado el caso, podr¨ªa inmovilizar y esposar a un presunto delincuente.
Rufino L¨®pez, jefe de la unidad, participa en el ensayo de doma como uno m¨¢s del escuadr¨®n. Hoy el director de las pr¨¢cticas (y gu¨ªa del cronista en el descubrimiento de este micromundo) es el tercero de a bordo, el sargento Pedro Vel¨¢zquez. Abogado, trompetista (aprendi¨® en la banda) y consumado jinete, tiene muchas cosas interesantes que contar.
"El Carrusel, la coreograf¨ªa ecuestre que hemos ensayado hoy, se cre¨® en 1910 para homenajear a Alfonso XIII, una vez que vino a Barcelona. Desde entonces se repite con pocas variaciones. Es un espect¨¢culo que hacemos cada a?o en la pista h¨ªpica municipal de la Fuixarda, en Montju?c. Hemos viajado con ¨¦l por Espa?a y toda Europa. La Polic¨ªa Montada de Canad¨¢, por ejemplo, tiene una exhibici¨®n muy vistosa, con 36 caballos negros, pero en habilidad individual les llevamos la delantera. Modestia aparte, lo que hacemos es ¨²nico en el mundo, dentro del ¨¢mbito de las polic¨ªas montadas. En Madrid tienen algo parecido, pero es bastante reciente y basado en lo que hacemos aqu¨ª. Nosotros existimos desde 1856, hay mucha experiencia acumulada. ?sta es una unidad muy vocacional. Los que disfrutamos con los caballos estamos encantados de pertenecer a ella. Todos los que llegan hab¨ªan tenido alg¨²n contacto con el mundo de la equitaci¨®n, pero no hace falta ser un experto. Aqu¨ª aprendemos lo necesario para ser un jinete de exhibici¨®n. Y, qu¨¦ duda cabe, trabajar en este rinc¨®n de la ciudad es un privilegio. A ciertas horas del d¨ªa se oyen los gritos de los primates; a veces llegas a creer que entiendes lo que dicen".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.