Energ¨ªa solar, cenicienta de las renovables
Todo un contrasentido: en el pa¨ªs del sol, la energ¨ªa solar no despega, al contrario que la e¨®lica, cuyos molinos de viento suponen ya una potencia instalada similar a la de una central at¨®mica y marcan el paisaje, ya sea en La Mancha, en Navarra o en Canarias. Una situaci¨®n que contrasta con la de Alemania, mucho m¨¢s sombr¨ªo, pero donde la utilizaci¨®n del poder del sol, sobre todo en el ¨¢mbito dom¨¦stico, es 10 veces superior a la de Espa?a. Trabas burocr¨¢ticas, poco apoyo p¨²blico y falta de informaci¨®n frenan una energ¨ªa limpia, inagotable y que reduce espectacularmente el veneno vertido a la atm¨®sfera, algo obligado por el Protocolo de Kioto y las normas de la UE.
El borrador del C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n (CTE), que se aprobar¨¢ en 2005 y ser¨¢ plenamente efectivo en 2006, pretende dar un impulso decisivo a la cenicienta de las renovables, al hacer obligatorias las placas solares para calentar agua sanitaria en inmuebles de nueva construcci¨®n o que se rehabiliten. No es tan caro como podr¨ªa pensarse. La factura se puede reducir mucho con ayudas p¨²blicas y con la repercusi¨®n directa en el recibo de la luz.
Una paradoja: en el pa¨ªs del sol, la implantaci¨®n de la energ¨ªa solar (t¨¦rmica o fotovoltaica) es 10 veces menor que en Alemania, mucho m¨¢s 'sombr¨ªo'
Una normativa de la UE que persigue el aumento de la eficiencia energ¨¦tica har¨¢ obligatorios en 2005 los paneles para calentar agua en nuevos edificios
Parad¨®jicamente, la industria solar es puntera en cuanto a investigaci¨®n y desarrollo. La segunda empresa europea del sector (y s¨¦ptima mundial) es espa?ola, pero exporta la mayor parte de su producci¨®n. Porque las placas solares, tan limpias o m¨¢s que los aerogeneradores, que calientan agua para usos dom¨¦sticos o vierten electricidad a la red, siguen siendo excepcionales, y su implantaci¨®n sigue muy por detr¨¢s de las previsiones del Plan de Fomento de las Energ¨ªas Renovables. Las ayudas oficiales, atractivas en teor¨ªa, no tienen dotaci¨®n presupuestaria suficiente.
Eficiencia y ahorro
Francisco Javier Garc¨ªa Breva, director del IDAE (Instituto para la Diversificaci¨®n y Ahorro de Energ¨ªa), recuerda que el CTE no es s¨®lo el reflejo de una apuesta pol¨ªtica por la eficiencia y el ahorro energ¨¦tico, sino que responde a la necesidad de adaptarse a una normativa de la UE de obligado cumplimiento a partir de 2006. Adem¨¢s, la situaci¨®n, especialmente en el sector residencial, ha adquirido tintes alarmantes, agudizados por el espectacular aumento del precio del petr¨®leo.
"El boom de la construcci¨®n", se?ala este ex diputado socialista tradicionalmente vinculado a los temas energ¨¦ticos y medioambientales, "ha sacado al mercado medio mill¨®n de viviendas nuevas al a?o, levantadas casi siempre sin criterios de eficiencia, y eso ha hecho aumentar la demanda y el consumo de energ¨ªa en m¨¢s de un 5% anual.
Todo un despilfarro. De seguir as¨ª, para 2012, el incremento ser¨ªa del 40% en el sector dom¨¦stico y del 100% en el de oficinas. Por otra parte, las emisiones de CO2 a la atm¨®sfera tienen tambi¨¦n un impacto econ¨®mico, ya que la Uni¨®n Europea pasar¨¢ factura por ellas al Estado". El parque espa?ol de inmuebles es de nueve millones de edificios, lo que supone 20 millones de viviendas y 800.000 locales comerciales. El impacto de aplicar ah¨ª, y no ya tan s¨®lo en las viviendas nuevas, criterios de eficiencia energ¨¦tica ser¨ªa descomunal.
El IDAE apuesta por potenciar con ayudas p¨²blicas, sobre todo, a la energ¨ªa solar t¨¦rmica, a la que se presta una especial atenci¨®n en el proyecto de ITE. Primero, porque, como se?ala Garc¨ªa Breva, se considera "m¨¢s rentable", una rentabilidad medida en t¨¦rminos de eficiencia energ¨¦tica. Segundo, porque cree que el apoyo que tiene la fotovoltaica con la prima recibida por cada kilovatio hora que se entrega a la red el¨¦ctrica (unas 69 pesetas) supone ya un atractivo suficiente.
Ahora se puede optar (pero no siempre obtener) en las dos modalidades a ayudas estatales de un 20% del coste de la instalaci¨®n a fondo perdido, un 10% de desgravaci¨®n fiscal y el 70% restante en un cr¨¦dito a inter¨¦s pr¨¢cticamente nulo. En ocasiones, hay tambi¨¦n subvenciones adicionales de comunidades y ayuntamientos.
Fuentes de la industria solar t¨¦rmica estiman que una instalaci¨®n para agua caliente sanitaria en una vivienda unifamiliar de Valencia para seis personas cuesta 2.500 euros, y que el ahorro durante la vida ¨²til (unos 25 a?os) superar¨ªa los 10.000 y evitar¨ªa la emisi¨®n a la atm¨®sfera de 87 toneladas de CO2. Para una residencia geri¨¢trica en Le¨®n con 24 internos ascender¨ªa a 10.000 euros, y para una comunidad de propietarios con 358 vecinos en Torremolinos, a 55.000. El importe y la eficiencia energ¨¦tica dependen de la zona (por el grado de radiaci¨®n solar) y del uso (agua caliente, piscina, calefacci¨®n, etc¨¦tera). La rentabilidad depender¨ªa de si hay o no ayudas p¨²blicas. Fuentes del IDAE estiman que la instalaci¨®n de un sistema solar t¨¦rmico en edificios nuevos supondr¨ªa entre 1.100 y 1.400 euros por vivienda, entre el 0,5% y el 0,8% del coste total.
En el caso de la fotovoltaica, una instalaci¨®n de cinco kilovarios pico, suficiente para satisfacer las necesidades energ¨¦ticas de un chal¨¦ de 200 metros cuadrados, cuesta unos 36.000 euros con conexi¨®n a la red y 50.000 si no es as¨ª, opci¨®n ¨¦sta ¨²ltima casi obligada si el tendido el¨¦ctrico est¨¢ lejano. No hay entonces posibilidad de rentabilizar la inversi¨®n con el retorno por la venta a la red de la electricidad producida.
Bal¨®n de ox¨ªgeno
Juan Fern¨¢ndez, presidente de la Asociaci¨®n Solar de la Industria T¨¦rmica (ASIT), cree que el sector se halla un tanto desamparado, pero que la obligatoriedad que impondr¨¢ el nuevo CTE supondr¨¢ un bal¨®n de ox¨ªgeno. "No obstante, el borrador presenta importantes lagunas", subraya, "como que haya territorios del norte en los que no ser¨¢n obligatorias las instalaciones solares t¨¦rmicas. Si no se cambia, ser¨¢ un tremendo error, se tirar¨ªa por la borda la eficacia del plan". En toda Espa?a se instalan anualmente unos 60.000 metros cuadrados de paneles solares t¨¦rmicos, ocho o nueve veces menos que en Alemania. A este ritmo, el objetivo para 2010, en torno a los cinco millones, ser¨ªa inalcanzable, pero la nueva normativa har¨¢ que esa meta deje de ser una utop¨ªa.
Javier Anta, presidente de la Asociaci¨®n de la Industria Fotovoltaica (ASIF), reconoce que la clave del problema es que "la energ¨ªa fotovoltaica es seis veces m¨¢s cara que la hidr¨¢ulica, la t¨¦rmica o la e¨®lica". Pero ve muy clara la soluci¨®n: "Si hay apoyo oficial, la industria est¨¢ en condiciones de seguir bajando el precio al menos un 5% cada a?o. Incluso mucho m¨¢s porque, cada vez que se duplica la implantaci¨®n de las placas, se reduce el coste en cerca de un 20%. Ahora, a nivel mundial, se duplica cada tres a?os".
La industria fotovoltaica pide al Gobierno que sea ambicioso y eleve el objetivo del plan de fomento. Ahora mismo, es de 143 megavatios de potencia instalada para finales de 2010. "Creemos", sostiene Anta, "que deber¨ªa revisarse hasta los 1.000, instalando cada a?o el doble que el anterior. Es un gran reto, pero estamos en condiciones de afrontarlo con el apoyo de la sociedad en general y a trav¨¦s de las Administraciones".
Con la prima recibida por la venta de electricidad a la red, un aumento de los fondos para cr¨¦ditos blandos y una simplificaci¨®n de la burocracia, la energ¨ªa solar fotovoltaica podr¨ªa alcanzar la implantaci¨®n que ser¨ªa l¨®gica en el pa¨ªs con m¨¢s sol de Europa. El nuevo CTE echar¨¢ tambi¨¦n una mano, al hacer obligatoria su instalaci¨®n en hospitales, hoteles de cierto tama?o o hipermercados.
No hay duda de que el modelo energ¨¦tico actual est¨¢ en crisis.Las energ¨ªas renovables (y, por supuesto, la solar) son parte esencial de la soluci¨®n, por motivos tanto ecol¨®gicos como econ¨®micos. Pero a¨²n falta el impulso pol¨ªtico definitivo.
Agua caliente y electricidad que llegan del Sol
HAY TRES TIPOS DE ENERG?A SOLAR, todas
ellas compatibles con el suministro tradicional
de electricidad y que utilizan placas de silicio,
el m¨¢s com¨²n de los elementos qu¨ªmicos,
que se obtiene de la arena. Una materia prima
inagotable, al igual que la radiaci¨®n del Sol.
La energ¨ªa solar t¨¦rmica a baja temperatura se emplea para el calentamiento de agua sanitaria, la que sale al abrir el grifo del lavabo, la
cocina o la ducha; pero tambi¨¦n la de piscinas climatizadas, calefacci¨®n (por suelo radiante)
e incluso electrodom¨¦sticos, como la lavadora
o el lavavajillas.
La energ¨ªa solar fotovoltaica genera electricidad, ya sea para consumo directo (opci¨®n
recomendable para entornos rurales aislados)
como para verterla a la red. En este ¨²ltimo caso
se obtiene un retorno de 41 c¨¦ntimos de euro
por kilovatio-hora (para instalaciones de menos de cinco kilovatios), pr¨¢cticamente cuatro veces m¨¢s de lo que el consumidor abona a las compa?¨ªas el¨¦ctricas. La prima, que en ¨²ltima instancia pagan los contribuyentes, pretende garantizar
la amortizaci¨®n de las instalaciones en un plazo en torno a los 10 a?os, y es el gran aliciente
que se ofrece a quien apueste por la fotovoltaica.
Existe adem¨¢s un tercer tipo de energ¨ªa solar: la t¨¦rmica de alta temperatura, fuera del alcance de los consumidores individuales, generadora tambi¨¦n de electricidad y aprovechable sobre
todo mediante centrales. La Plataforma Solar de Almer¨ªa, que aprovecha uno de los m¨¢s altos niveles de radicaci¨®n existentes en Espa?a, es quiz¨¢ el mejor ejemplo existente hasta el momento,
si bien est¨¢ previsto que se instale en Granada, en el plazo de dos a?os, la mayor planta termosolar del mundo. Con m¨¢s de 600 placas receptoras y 200.000 espejos, podr¨¢ abastecer de electricidad a unas 185.000 personas.
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