Restaurantes japoneses, trabajadores chinos

Vestida con un kimono de flores y el pelo recogido en un mo?o, Hei Heo atiende sonriente a los clientes de un restaurante japon¨¦s situado en la calle de Mel¨¦ndez Vald¨¦s. Sushi, Sashimi, Nigir. Platos japoneses. El chef que elabora los platos tambi¨¦n es japon¨¦s. Kimonos, biombos y m¨²sica suave. Todo evoca a Jap¨®n, salvo una cosa: los camareros, como ocurre en muchos de los restaurantes japoneses de la capital, no son nipones, sino chinos.

Hei Heo es china, y lleva casi 20 a?os viviendo en Espa?a. "Siempre en Chamber¨ª", puntualiza. "En Madrid hay muy pocos japoneses dispuestos a trabajar en hosteler¨ªa, por eso los empresarios nipones recurren a nosotros, los chinos", apunta. Los datos de este distrito son un ejemplo: hay 552 chinos y 89 japoneses. En su restaurante, los chinos dan el pego de sobra.

Esta mujer, de 43 a?os que aparenta la mitad, siempre ha trabajado en restaurantes desde que aterriz¨® en Madrid. Pero su profesi¨®n es bien distinta. Cuando lleg¨® a Chamber¨ª so?aba con trabajar en otra cosa. "En China trabajaba en Sanidad: era ayudante de enfermera, pero bueno...", cuenta.

Para los que no saben pronunciar bien su nombre, Hei Heo tiene una soluci¨®n: "Tambi¨¦n me llamo Cristina", dice. Esta mujer lleva ya mucho tiempo viviendo en Espa?a, y a¨²n as¨ª le cuesta expresarse en espa?ol. "El idioma es un verdadero problema para los orientales, por eso muchas veces nos tachan de comunidad cerrada, pero nuestra adaptaci¨®n es muy costosa", explica. Ella est¨¢ casada con un chino. Sus hijos ya han nacido aqu¨ª.