Sri Lanka, desbordada por la tragedia
Los ciudadanos se movilizan ante la incapacidad del Gobierno para hacer frente a la cat¨¢strofe
Como si se tratara de un mal sue?o en el que la pesadilla te atrapa m¨¢s y m¨¢s conforme te despiertas, los habitantes de Sri Lanka comienzan a percibir la magnitud de la tragedia que pesa sobre ellos y, como si quisieran liberarse de tanto peso, apuntan a las v¨ªctimas de los otros pa¨ªses que tambi¨¦n sufrieron la furia del maremoto. Seg¨²n cifras oficiales, los muertos en este pa¨ªs son 22.000, de los casi 64.000 causados por la tragedia.
Los esrilanqueses miran a lo sucedido a sus vecinos -unos 11.000 muertos en India, 27.000 en Indonesia, 1.500 en Tailandia y centenares en Maldivas, Malaisia y Birmania- para soportar el horror de sus muertos, de su pa¨ªs devastado, de los cientos de miles de personas que se han quedado sin hogar. Los cad¨¢veres son fotografiados, se les toman las huellas dactilares y en los pueblos en los que no se da abasto para cavar sepulturas individuales se recurre a las fosas comunes. La prioridad es enterrarlos lo antes posible, ya que por efecto de las aguas y el calor los cuerpos est¨¢n hinchados y la descomposici¨®n es muy r¨¢pida. "He pasado dos d¨ªas sin dormir llamando a mi familia y no lograba la conexi¨®n. Finalmente, mi hermano me confirm¨® lo peor. Vuelvo a mi pueblo a enterrar a mi madre, a mi mujer y a mis dos sobrinos. Todav¨ªa no se ha hallado el cuerpo de mi hija de cuatro a?os", dice Abdul Razak Jamaldeen, un camionero de 24 a?os.
"Mi jefe me ha dado un mes de permiso y me ha comprado los billetes de ida y vuelta pero ?para qu¨¦ voy a volver si he perdido lo que m¨¢s quer¨ªa?", se pregunta Jamaldeen, que trabaja desde hace tres a?os en Qatar. "Me fui lleno de ilusiones a ganar dinero para ellos, pero ellos ya no existen", a?ade este joven que, como otros muchos compatriotas musulmanes, acept¨® un empleo en el Golfo p¨¦rsico porque "en Sri Lanka no hay trabajo". Abdul gana en Qatar, donde se fue a trabajar hace tres a?os, 300 euros al mes, casi tres veces lo que se paga en Sri Lanka.
Cuatro quintas partes de la costa de este pa¨ªs, antes llamado Ceil¨¢n, quedaron bajo el agua en la ma?ana del domingo, cuando muchos ni?os hab¨ªan salido ya a la playa a jugar con sus amigos. S¨®lo una parte del noroeste se vio libre de los efectos del mayor tsunami que jam¨¢s haya padecido esta isla conocida como la Perla del ?ndico.
"En algunas zonas el agua cay¨® como tromba y en apenas 15 minutos se retir¨® llev¨¢ndose todo lo que encontr¨® a su paso. Las estructuras de los edificios permanecen pero lo que hab¨ªa en el interior, desde las camas a los frigor¨ªficos, incluidas muchas personas que no tuvieron a donde agarrarse, se fueron con el agua que abri¨® o arranc¨® de cuajo puertas y ventanas y cualquier otro obst¨¢culo que interrumpiera su paso", afirma Roshan Lyman, consejero econ¨®mico de la Comisi¨®n Europea y encargado de coordinar los equipos de emergencia llegados a Sri Lanka de distintos pa¨ªses de la UE.
El Gobierno est¨¢ desbordado, no sabe c¨®mo hacer frente al problema y ante la ineficacia y la lentitud son los ciudadanos los que se han movilizado. El Ej¨¦rcito que supuestamente iba a desplazarse a las zonas m¨¢s afectadas sigue sin llegar y muchos supervivientes se han organizado en cuadrillas para retirar los cad¨¢veres, que est¨¢n por todas partes. Dentro de coches y autobuses volcados por las carreteras, entre muebles y ramas, bajo barro y escombros. Numerosas agrupaciones cristianas se han volcado en organizar la ayuda. Recogen las donaciones de las empresas, compran v¨ªveres y los distribuyen.
Al espa?ol David Gomez-Cabrero le sorprendi¨® el tsunami cuando dorm¨ªa en un hotel de la playa de Unabatuna. "Afortunadamente el edificio era s¨®lido y se encontraba en alto. Fue el ¨²nico que resisti¨®. Todo lo que estaba a su alrededor se lo llev¨® el agua", afirma David, un voluntario de la ONU que trabaja desde hace cinco meses en un proyecto de MBBM -una ONG dedicada al desarrollo y la educaci¨®n en Sri Lanka- para informatizar un templo budista, a unos 20 kil¨®metros al sur de Colombo. David, que se hab¨ªa ido a la playa con otros compa?eros, asegura que s¨®lo ahora, dos d¨ªas despu¨¦s comienza a darse cuenta del horror que ha vivido. El primer d¨ªa lo dedic¨® a confeccionar listas de desaparecidos entre los turistas y habitantes de Unabatuna. "Apenas pudimos reunir unos cuantos, los dem¨¢s estaban muertos", cuenta impresionado. La devastaci¨®n fue aumentando conforme avanzaban por las playas hacia Galle, la ciudad del sur que ha sufrido m¨¢s da?os y en la que ya se han recuperado 2.500 cuerpos sin vida. David se?ala que era tal el horror que s¨®lo quer¨ªan salir de all¨ª, pero como las v¨ªas del tren resultaron afectadas y las carreteras o destrozadas o colapsadas, tuvieron que hacer a pie buena parte del trayecto de vuelta.
El c¨®nsul de Espa?a en India, que se ocupa tambi¨¦n de Sri Lanka, Dar¨ªo Otero, lleg¨® anoche a Colombo para recibir el avi¨®n con ayuda humanitaria enviado por el Gobierno espa?ol, que debe aterrizar hoy. Otero ten¨ªa previsto reagrupar a los turistas espa?oles para repatriarles en el avi¨®n.
La rotura de muchas v¨ªas ferroviarias y carreteras es lo que est¨¢ dificultando la ayuda. Muchas zonas son de dif¨ªcil acceso o se han quedado aisladas. El env¨ªo por parte de India -pese a que ese pa¨ªs tambi¨¦n ha sufrido graves da?os- de dos barcos cargados con helic¨®pteros ha resultado un valioso apoyo.
Tanto la ONU como la Comisi¨®n Europea han enviado expertos a las ¨¢reas m¨¢s afectadas y hoy tienen previsto reunirse con otros organismos internacionales para dise?ar un plan coordinado de ayuda. El Gobierno, que carece de capacidad y experiencia en estas situaciones, no ha puesto objeciones a que la ONU lleve la batuta. Seg¨²n Roshan Lyman, en estos momentos lo que m¨¢s se necesita son tiendas, ropa, mantas y colchonetas para los entre 250.000 y un mill¨®n de personas que se han quedado sin casa y sin nada.
Fahim pierde a 43 familiares
Los templos budistas se han convertido en refugio de cientos de miles de personas, al igual que iglesias y escuelas y centros deportivos. Lo m¨¢s urgente para todos es el agua. Personas cuyas casas no han sufrido da?o han abierto las puertas a sus vecinos menos afortunados. Como Gamini Hewage, de 40 a?os, que tiene metidas en su casa de Panadura a 20 personas que lo han perdido todo. En este pueblo del sur de la isla, los habitantes se han organizado para cocinar y ayudar a los refugiados en los templos budistas.
El tr¨¢fico a¨¦reo comienza a recuperar la normalidad. Ayer, en el avi¨®n procedente de Dubai, llegaban a Colombo equipos de ayuda de distintos pa¨ªses junto a esrilanqueses que trabajan en el golfo P¨¦rsico. Como los hermanos Nihmal y Fahim Salidin, que han perdido a toda su familia excepto a un primo de 10 a?os que se qued¨® enganchado en la rama de un ¨¢rbol. Empezando por su madre y sus hermanas, en total 43 miembros de la familia, adem¨¢s de amigos y vecinos de Ampara, en la costa este. Fahim, de 22 a?os, no puede ni hablar de la angustia que le embarga. Nihmal, dos a?os mayor, fue el "valiente" que no par¨® de llamar a unos y a otros hasta que alguien contest¨® y le puso al corriente de la dram¨¢tica situaci¨®n.
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