Pastiche vasco

A menos de 48 horas del debate legislativo sobre la llamada Propuesta de Estatuto Pol¨ªtico de la Comunidad de Euskadi, m¨¢s conocido como plan Ibarretxe, el Parlamento vasco es de nuevo escenario de un pastiche pol¨ªtico, esta vez electr¨®nico, con motivo de la votaci¨®n del proyecto de Ley de Presupuestos de 2005. La diputada socialista Irene Novales cometi¨® ayer un error tonto al no introducir con presteza su tarjeta, lo cual desemboc¨® en la aprobaci¨®n por sorpresa de los presupuestos para el a?o que viene por un solo voto de diferencia. El presidente, Juan Mar¨ªa Atutxa, desatendiendo las quejas del PSE que solicit¨® la repetici¨®n, opt¨® por admitir el resultado. De un tiempo a esta parte todo vale en Euskadi, aunque sea en el ¨²ltimo minuto y el gol se marque en posici¨®n dudosa, pero gestos como ¨¦ste sirven para alimentar una opini¨®n de pol¨ªtico inflexible, cuando le interesa, del que fue en los noventa un dign¨ªsimo consejero de Interior.

Es verdad que la aprobaci¨®n de las cuentas de 2005 tiene en s¨ª relativa poca importancia, pues en cinco meses se celebrar¨¢n las elecciones auton¨®micas. Adem¨¢s, el Gobierno tripartito es experto en moverse en aguas dif¨ªciles y est¨¢ ya acostumbrado a tener que apurar la situaci¨®n. Ha ocurrido en varias ocasiones. Los presupuestos del a?o pasado tuvieron que ser prorrogados debido a la falta de apoyo parlamentario y los del anterior salieron gracias a esa tragic¨®mica ausencia del entonces portavoz de los populares, Jaime Mayor Oreja, que se confundi¨® de hora en el d¨ªa crucial.

Sin duda, el incidente refleja ante todo el ambiente de campa?a electoral que vive el Pa¨ªs Vasco desde hace tiempo. Pero tambi¨¦n la recurrente inclinaci¨®n de Atutxa a convertirse en juez de parte y no, como es su obligaci¨®n, en ¨¢rbitro imparcial. El pol¨ªtico peneuvista es un maestro en desdoblar su comportamiento presidencial, pero bastante incongruente en su funci¨®n institucional. En ocasiones se muestra inflexible con el reglamento, como ocurri¨® durante el debate de ayer o expulsando el a?o pasado a los portavoces popular y socialista; en otras, se sirve de la ingenier¨ªa parlamentaria y emplea f¨®rmulas m¨¢s ambivalentes, pero siempre con la sospecha de que modifica las reglas de juego en provecho de su propio partido.

No faltan asuntos para la pol¨¦mica en el Pa¨ªs Vasco. Y al del incidente parlamentario se sum¨® tambi¨¦n ayer otro, que ya ha suscitado reacciones contrapuestas pero que exigir¨¢ de un an¨¢lisis desapasionado y lo m¨¢s sosegado posible. Se trata de la controvertida decisi¨®n del Tribunal Superior vasco de archivar la causa abierta por desobediencia de Atutxa y otros cinco diputados de la orden del Supremo de disolver el grupo parlamentario de la ilegalizada Batasuna. Tal vez de aquellos polvos vienen ahora estos lodos.