El Prat
Cuando estamos a la mitad del desarrollo del Plan Delta, ya podemos denunciar que los resultados son: satisfactorios para las administraciones y desastrosos para los ciudadanos de El Prat de Llobregat.
Porque de siete kil¨®metros de playas, hemos perdido dos y medio por la construcci¨®n del puerto, dos m¨¢s entre la playa inaccesible de los Carabineros y la caseta de la cruz roja, tambi¨¦n desaparecida, por temor a que se la tragara el mar. En estos dos kil¨®metros ¨²nicamente quedan rocas, pues ha desaparecido la arena. El club mar¨ªtimo, seriamente amenazado, podr¨ªa tambi¨¦n desaparecer bajo el embate de las olas, con lo que ya tienen el agua por el cuello.
Hemos perdido la mitad de la masa forestal, al construirse la nueva pista del aeropuerto y el acceso a la tan cacareada pineda, ser¨¢ restrigido y bajo vigilancia. Para eso no hacia falta tantas promesas incumplidas.
El desv¨ªo del r¨ªo Llobregat, ha cortado el acceso al pol¨ªgono Pratense y los ciudadanos que all¨ª trabajan en las horas punta tardan m¨¢s en desplazamientos que si trabajaran en Sant Feliu de Llobregat.
El acu¨ªfero, del que tanto presumimos, est¨¢ seriamente amenazado por la filtraci¨®n de agua marina a trav¨¦s de la nueva desembocadura del r¨ªo Llobregat. Si no nos equivocamos, a la vuelta de unos a?os tendremos que beber agua de otra parte.
Hemos sido enga?ados como chinos y nos ofrecen a cambio, espejos y oropeles. Recuerden que eso es lo que hac¨ªamos hace 500 a?os con los indios de Centroam¨¦rica, les d¨¢bamos espejitos y baratijas y nos tra¨ªamos el oro y la plata.
Aqu¨ª ocurre lo mismo. La Agencia Catalana del Agua nos dijo que la arena depositada en la playa de los carabineros, el mar la depositar¨ªa en la playa de la Pineda, tal y como garantizaban costosos estudios de ingenier¨ªa. Vayan a la playa y comprueben.
Tras la expropiaci¨®n de casi 1.000 hect¨¢reas nos prometen la reconstrucci¨®n de un molino de arroz, la reconstrucci¨®n de la Granja de La Ricarda, la reconstrucci¨®n del edificio de la telegraf¨ªa y la nomenclatura de las calles del centro de log¨ªstica con los nombres de las mas¨¢as derribadas. Total, baratijas y oropeles, como a los indios. Un grupo de ciudadanos de Gavamar, con toda la raz¨®n, est¨¢ creando m¨¢s problemas al aeropuerto que los 65.000 habitantes de El Prat.
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