El nuevo ide¨®logo de la Casa Blanca

George W. Bush tiene un libro pol¨ªtico de cabecera. Se titula Por la democracia: el poder de la libertad para vencer a la tiran¨ªa y el terror, y est¨¢ escrito por el antiguo disidente de la URSS y actual ministro israel¨ª Natan Sharansky. Para el presidente, el libro se ha convertido en una bandera que podr¨ªa empujarle a parafrasear a Marx y decir: "Un fantasma recorre el mundo: el fantasma de la libertad". En el discurso de la pasada madrugada estuvo presente la filosof¨ªa de esa obra, igual que en el de la toma de posesi¨®n de hace dos semanas. "Es un pensamiento que ya es parte de mi ADN presidencial; es en lo que creo, lo que forma parte de todas mis pol¨ªticas; es mi filosof¨ªa", dijo Bush a The New York Times. "?l escribe mucho mejor de lo que yo podr¨ªa hacerlo y desde luego tiene m¨¢s credibilidad: despu¨¦s de todo, estuvo en las prisiones sovi¨¦ticas y tiene mejor perspectiva que yo". Previamente, hab¨ªa dicho a The Washington Times que la obra "deber¨ªa estar en la lista de favoritos de todos los creadores de opini¨®n", y a la CNN, que el libro "resume lo que yo siento; creo que todo el mundo deber¨ªa leerlo".

Cuando Bush lo ley¨® -el ex presidente del Gobierno espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar asegur¨® el lunes en la Universidad de Georgetown que fue ¨¦l quien se lo recomend¨® primero-, pidi¨® entrevistarse con Sharansky, que estaba en Filadelfia, en una gira de promoci¨®n. Al d¨ªa siguiente, 11 de noviembre de 2004, seg¨²n cuenta Elizabeth Bumiller en The New York Times, Sharansky fue a la Casa Blanca: "Despu¨¦s de hablar con ¨¦l qued¨¦ convencido no s¨®lo de que lo hab¨ªa le¨ªdo, sino de que realmente le impresion¨®".

Sharansky defiende la prueba de la plaza p¨²blica para saber si una sociedad es libre: "?Puede una persona llegar al centro de la plaza y expresar sus opiniones sin miedo a ser detenida, encarcelada o agredida?". El ex disidente cree que los pa¨ªses que no pasen esta prueba no deber¨ªan ser admitidos entre las naciones libres, sino sufrir aislamiento e incluso sanciones. Una de sus ideas centrales -incorporada por Bush a su dicurso del pasado 20- es la lucha contra la tiran¨ªa: "Creo que podemos vivir en un mundo en el que no se tolere a ning¨²n r¨¦gimen que intente aplastar a sus disidentes", porque "igual que la esclavitud se ha erradicado pr¨¢cticamente de la faz de la tierra, tambi¨¦n la tiran¨ªa de los gobiernos puede llegar a ser algo del pasado". "La democracia que te odia" -se puede leer tambi¨¦n- "es menos peligrosa que el dictador que te ama".

Hay otros asuntos en los que la Casa Blanca no sigue tan de cerca las recomendaciones. Sharansky dice que es peligroso que haya urnas despu¨¦s de guerras "porque las elecciones no son la aut¨¦ntica prueba de la democracia" y cree que tanto en Afganist¨¢n como en Irak habr¨ªa que haber esperado un tiempo, "como ocurri¨® en Alemania tras la II Guerra Mundial". Lo mismo opina el ministro israel¨ª -contrario a la Hoja de Ruta que defendieron Estados Unidos, la UE, Rusia y la ONU- de las elecciones palestinas: "Las elecciones en una sociedad atemorizada nunca pueden ser el principio de un proceso de reformas. Invariablemente, esas elecciones no pueden ser libres porque se celebran en un ambiente de miedo e intimidaci¨®n". El libro tambi¨¦n lamenta que "las palabras del presidente Bush, que expresan una fe profunda en la libertad, no siempre se trasladan en pol¨ªticas que reflejan esa fe".