"No hay suficientes soldados para tantos Kal¨¢shsnikov"
Mois¨¦s Na¨ªm, ex director ejecutivo en el Banco Mundial y director de Foreign Policy, revista de pol¨ªtica y econom¨ªa global publicada en Washington, cree que las decisiones del Gobierno venezolano permiten hablar de una carrera armament¨ªstica en la zona. "Si eres el presidente de Colombia, no te puedes permitir el lujo de que tu vecino Venezuela, con mucho petr¨®leo y tentaciones internacionalistas, se llene de aviones MIG y compre 100.000 fusiles de asalto; en el Ej¨¦rcito de Venezuela no hay suficientes soldados para tantos Kal¨¢shsnikov. Y est¨¢s comprando helic¨®pteros artillados, y m¨¢s aviones a Brasil, y fragatas a Espa?a... La verdad es que cualquiera que sea, hoy en d¨ªa, presidente de Colombia, no se puede permitir el lujo de ver a su pa¨ªs vecino, con el que nunca ha tenido relaciones sencillas y que ahora est¨¢ comandado por alguien con poderes plenipotenciarios que declara, d¨ªa tras d¨ªa, que tiene un proyecto que trasciende a su pa¨ªs y que se est¨¢ armando, y no hacer nada".
Adem¨¢s de alarmarse por esta situaci¨®n, ?tiene Washington una pol¨ªtica global hacia Latinoam¨¦rica? No, afirma Na¨ªm: "EE UU tiene respuestas concretas y actuaciones ante emergencias, pero lo que no hay ni ha habido en los ¨²ltimos cuatro a?os es una atenci¨®n sostenida de alto nivel". Y para confirmarlo, a?ade, no hay que preguntarse si hay o no grandes estrategias oficiales: "Lo que hay que ver es cu¨¢ntas veces se reuni¨® el Consejo de Seguridad Nacional para hablar de Am¨¦rica Latina en los ¨²ltimos cuatro a?os; cu¨¢ntas veces se reuni¨® el gabinete econ¨®mico para hablar del hemisferio; cu¨¢ntas veces se reuni¨® George W. Bush con sus principales asesores para rascarse la cabeza y ver qu¨¦ hacer con Am¨¦rica Latina. Y la respuesta es: muy pocas. No hay duda de que se puede contar con los dedos de las manos el n¨²mero de horas que las altas autoridades de pol¨ªtica internacional de EE UU, en la Casa Blanca, en Defensa, o en el Departamento de Estado, han dedicado a pensar y a actuar sobre Am¨¦rica Latina. Eso no quiere decir que no haya un estrato de funcionarios que se ocupa de los asuntos latinoamericanos, pero lo hacen sin liderazgo y sin la atenci¨®n de sus superiores".
Na¨ªm es relativamente optimista por varias razones: "Primero, porque tengo la impresi¨®n de que aunque Irak seguir¨¢ siendo la m¨¢xima prioridad, ya no ser¨¢ lo ¨²nico; dejar¨¢ de asfixiar al resto de la pol¨ªtica exterior, habr¨¢ un poco m¨¢s de ox¨ªgeno para pensar sobre otras cosas. Segundo, porque en su campa?a electoral del 2000, Bush dijo que ¨¦l iba a ser un presidente sensible hacia Am¨¦rica Latina, como gobernador de un Estado colindante con M¨¦xico, y porque quer¨ªa consolidar la apertura que su padre hizo del Tratado de Libre Comercio. Es algo que no ha hecho en los primeros cuatro a?os y creo que s¨ª va a hacer ahora. A esto se a?ade la llegada de Condoleezza Rice, que ha mostrado un cierto inter¨¦s por la zona, aunque no est¨¢ muy familiarizada. Pero para eso tiene a Robert Zoellick [n¨²mero dos de Rice, ex representante de Comercio Internacional de EE UU], que conoce los temas de Am¨¦rica Latina y conoce las personas, las circunstancias y la oportunidad".
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