EE UU vigila el arsenal de Ch¨¢vez
Washington ve con preocupaci¨®n el rearme de Venezuela y su "influencia desestabilizadora"
EE UU cree que las compras de armas rusas por parte de Venezuela -100.000 fusiles de asalto AK-47, 40 helic¨®pteros y quiz¨¢ 50 aviones de combate MIG 29- son "muy preocupantes". Intervenir en este asunto "es otra impertinencia m¨¢s de EE UU", responde Caracas. En enero, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, dijo que Venezuela "ejerce una influencia desestabilizadora en Latinoam¨¦rica". Y el presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, asegur¨® el pasado s¨¢bado que EE UU "se ha convertido en un Estado terrorista".
La escalada ret¨®rica es paralela a la escalada armamentista de Venezuela. Adem¨¢s de los encargos rusos, la reciente cumbre entre Ch¨¢vez y el brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva se sald¨® con el acuerdo de la compra de una docena de aviones ligeros de combate Super Tucano. Poco antes, el ministro espa?ol de Defensa, Jos¨¦ Bono, firm¨® en Caracas un protocolo de cooperaci¨®n militar para la venta de patrulleras o corbetas ligeras y aviones de transporte militar.
El presidente venezolano asegura que EE UU "se ha convertido en un Estado terrorista"
Bush: "Las compras de armas deber¨ªan ser un motivo de inquietud para los venezolanos"
Washington, que tiene cada vez peores relaciones con Venezuela, ha tratado de impedir sin ¨¦xito las ventas rusas. En diciembre, Bush hizo p¨²blico su disgusto y dijo que los encargos "deber¨ªan ser un motivo de preocupaci¨®n para los venezolanos. Millones de d¨®lares van a ser gastados en armamento ruso para fines ambiguos". Adem¨¢s de los problemas para un pa¨ªs como Colombia -aliado estrecho de Washington- EE UU teme que algunas de las armas acaben en manos terroristas, seg¨²n Adam Ereli, portavoz del Departamento de Estado: "Tenemos una seria preocupaci¨®n sobre c¨®mo garantizar¨¢ el Gobierno de Venezuela la seguridad de ese armamento y la de los miles de fusiles de asalto que van a ser sustituidos". A¨²n m¨¢s directas fueron las declaraciones de Roger Noriega, adjunto a la secretaria de Estado, a una cadena de televisi¨®n: "Las armas pueden acabar en manos de grupos criminales o irregulares", en clara referencia a las guerrillas colombianas que el Gobierno de Bogot¨¢ cree que utilizan territorio venezolano como refugio.
Peter H. Smith, catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad de California en San Diego, no cree que se pueda hablar a¨²n de carrera de armas, "independientemente del grado de tensi¨®n que haya en las relaciones entre Venezuela y Colombia. Veo pocas ventajas para Ch¨¢vez si se mete en un conflicto militar o paramilitar con Colombia. ?Ya tiene bastante con Venezuela!". En su opini¨®n, "cualquiera que hayan sido las imperfecciones del refer¨¦ndum de agosto pasado, la Casa Blanca deber¨ªa aceptar el hecho de que Hugo Ch¨¢vez es el presidente de Venezuela. Por mucho que haya dudas sobre ese refer¨¦ndum, Ch¨¢vez lo super¨®, y se puede cuestionar el margen de su victoria, pero gan¨®. Me parece contraproducente que Washington act¨²e como si fuera ileg¨ªtimo. No es bueno para nuestros intereses".
Ni en la campa?a electoral ni en los tres debates presidenciales hubo menciones a Latinoam¨¦rica. Bush -que visit¨® en noviembre Chile y despu¨¦s Colombia y que cuida las relaciones con M¨¦xico y ha prometido una reforma en las leyes de inmigraci¨®n- no dedic¨® ni una sola palabra al hemisferio en su discurso sobre el estado de la Uni¨®n, hace dos semanas. Seg¨²n el profesor Smith, "no tenemos una pol¨ªtica latinoamericana; creo que la Casa Blanca conf¨ªa en que todos los presidentes se parezcan a Vicente Fox o a ?lvaro Uribe, es decir, l¨ªderes de centro derecha que simpaticen con EE UU. Pero da la impresi¨®n de que los vientos soplan en la direcci¨®n opuesta".
En su opini¨®n, EE UU necesita prestar m¨¢s atenci¨®n a la zona: "?C¨®mo no vamos a preocuparnos por lo que pase aqu¨ª cerca, en nuestro propio hemisferio? Por otra parte, tampoco soy partidario de que hubiera una pol¨ªtica de prepotencia unilateral por parte de EE UU. En ese caso, es mejor la falta de atenci¨®n y que los pa¨ªses latinoamericanos desarrollen relaciones con China, con Jap¨®n, con Europa, desde luego con Espa?a, para que reduzcan su dependencia de EE UU".
En el reciente informe del Consejo Nacional de Inteligencia -un centro de pensamiento patrocinado por el Gobierno y que suministra an¨¢lisis a la CIA y a la Casa Blanca- se informa sobre los encuentros con l¨ªderes latinoamericanos: "Asumen que EE UU es el actor pol¨ªtico, econ¨®mico y militar clave en la regi¨®n, pero creen que no presta atenci¨®n suficiente y s¨®lo responde a las crisis". La guerra contra el terrorismo que domina la pol¨ªtica exterior de EE UU "tiene poco que ver con los problemas de seguridad de la zona", seg¨²n el informe, que a?ade que la inmigraci¨®n es "una fuerza estabilizadora en las relaciones con EE UU" y que los pa¨ªses latinoamericanos querr¨ªan que "EE UU trabajara dentro de los mecanismos regionales para resolver los problemas".
Uno de esos mecanismos, la Organizaci¨®n de Estados Americanos, est¨¢ a la b¨²squeda de secretario general, tras la crisis que oblig¨® a dimitir al ex presidente de Costa Rica, Miguel ?ngel Rodr¨ªguez. Los aspirantes son Luis Ernesto Derbez, ex canciller de M¨¦xico; Jos¨¦ Miguel Insulza, ministro de Interior de Chile, y Francisco Flores, ex presidente de El Salvador.
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