La finura ins¨®lita de un ni?o 'gourmet'
ASIANA, en Madrid, cenas fuera de lo convencional con el joven 'chef' Jaime Renedo
Nada de lo que rodea a este restaurante se ajusta a patrones convencionales. Ni en la calle se advierte ning¨²n r¨®tulo que anuncie su existencia, ni se pueden traspasar sus puertas sin contar con reserva. De entrada parece un restaurante virtual, entre secreto y clandestino, al estilo de esos clubes privados que tanto abundan en Nueva York. Su mismo emplazamiento es de por s¨ª extra?o. En una calle angosta del centro de Madrid, en el interior de una tienda de antig¨¹edades orientales, entre decenas de tapices, tibores, esculturas y objetos variopintos se encuentran las cuatro mesas en las que se sirve un men¨² preestablecido, ¨²nicamente por las noches y fuera del horario del propio comercio.
ASIANA
Traves¨ªa de San Mateo, 4. Madrid. Tel¨¦fono 913 10 40 20. Cierra: mediod¨ªa, domingos y lunes. Precio del men¨², 75. Precio aproximado, entre 80 y 100 euros.
Pan ... 6
Caf¨¦ ... 6
Bodega ... 4
Servicio ... 7,5
Ambiente ... 9
Aseos ... 5
Para cenar nunca se admiten m¨¢s de 25 comensales, que, previa reserva telef¨®nica, acceden a degustar platos que cambian una vez a la semana. Al frente de la cocina, Jaime Renedo, cocinero precoz de 22 a?os con una claridad de ideas asombrosa. O mejor, un ni?o gourmet que conoce las excelencias de los grandes restaurantes de Jap¨®n, Italia y Estados Unidos y ha elegido la cocina como forma de vida. A pesar de su corta edad, Renedo ha pasado por El Cenador de Salvador (Moralzarzal, Madrid), y ha hecho pr¨¢cticas en el famoso Picasso de Las Vegas (EE UU), as¨ª como en El Bulli (verano de 2004).
Entre ¨¦l y su amigo japon¨¦s Takesi dise?an peri¨®dicamente un men¨² de cinco apartados con una finura ins¨®lita. Sugerencias que se inician con bocaditos tan chispeantes como los minicilindros de quicos con guacamole, los huevos de codorniz al aceite de trufa, los ravioles de calabac¨ªn al queso de cabra o las magdalenas de aceitunas negras. La veneraci¨®n que Renedo siente por lo japon¨¦s queda de manifiesto en los sushis de at¨²n, de salm¨®n y de sardina marinada, simplemente correctos. En otra de sus propuestas, como la sopa de idiaz¨¢bal con helado de ma¨ªz y gl¨®bulos (falsas lentejas) de zanahoria, descubre su dominio de algunas t¨¦cnicas de vanguardia. Entre los segundos, lomos de lenguado con cusc¨²s de coliflor al aroma de lima; un refinado taquito de foie-gras a la plancha con pur¨¦ de lim¨®n, y unas suculentas pechugas de paloma torcaz, con los jugos intactos y un elegante fondo de caza. Sugerencias muy delicadas y sugerentes y con los puntos de cocci¨®n medidos. Todo mejor de lo que cabr¨ªa esperar a primera vista.
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VAJILLAS ANTIGUAS
ASIANA OCUPA un antiguo secadero de jamones situado en pleno casco urbano de Madrid. Un lugar ins¨®lito en el que se conservan centenares de ganchos en el techo, as¨ª como las rampas por las que se deslizaban los sacos de sal. Tan artesana es su cocina que, cuando se llama para hacer la reserva, los cocineros enumeran el men¨² y pactan modificaciones en caso de incompatibilidad con ciertos alimentos. Renedo y Takesi cocinan como si fuera en su propio domicilio, y sirven sus creaciones sobre vajillas antiguas vietnamitas y japonesas.Aunque hacen grandes esfuerzos de imaginaci¨®n, sus sugerencias recuerdan recetas ya inventadas por otros profesionales. Se trata de propuestas muy refinadas, refrescantes y ligeras, que evidencian la cultura gastron¨®mica de sus autores, bastante al d¨ªa en muchas t¨¦cnicas de vanguardia, incluidas la esferificaci¨®n, las espumas y los aires de El Bulli. Por supuesto, ambos conocen los secretos para compensar aromas, transgredir armon¨ªas convencionales y jugar con frutas y productos l¨¢cteos (quesos y yogures).Con los postres vuelven a ratificar sus conocimientos. Resulta muy fina la fresa rellena de queso fresco a la albahaca, as¨ª como el yogur al amaretto con mango. Como final de fiesta, bombones de aceite de trufa y lavanda, caramelos de frambuesa y falsos membrillos de fruta de la Pasi¨®n con caf¨¦.Todos los caf¨¦s, que proceden de monodosis, cubren con dignidad el expediente; pero la bodega, todav¨ªa en formaci¨®n, es completamente raqu¨ªtica. No as¨ª el servicio, que a pesar de su corta edad demuestra un gran adiestramiento.
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