Magia con subt¨ªtulos en japon¨¦s

Tach¨¢n... La magia de este prestidigitador desata las alarmas en las aduanas de los aeropuertos. Despu¨¦s de 35 a?os de profesi¨®n por todo el mundo, asegura que su lenguaje es universal. ?Su ¨²ltimo espect¨¢culo?: Magia potagia.

Cu¨¦nteme eso de la funda de viol¨ªn que tantos recelos causa en los aeropuertos.

Yo, todos mis artilugios de magia los guardo dentro de esa funda, de modo que cuando pasa por las cintas de seguridad los vigilantes se sobresaltan al ver objetos extra?os, como una batidora de huevos manual. Entonces abren la funda y me preguntan: "?Para qu¨¦ es esto?". Y yo respondo: "Para adivinar el pensamiento".

Eso debe tranquilizar. ?Nunca ha tenido problemas?

S¨ª, en el a?o 1973 volv¨ª a Espa?a en un seiscientos. Entonces hab¨ªa aqu¨ª un dictador cuyo nombre he olvidado y era dif¨ªcil entrar sin que te pararan. Yo llevaba un juego de magia en el que un reloj se rompe y aparece en cinco cajas. Me preguntaron qu¨¦ era eso. Y mi compa?ero de viaje, que era mago: "Las cajas del contrabandista", as¨ª es como se llama el juego. "?Est¨¢ de broma, eh? Pues quiero verlas todas", dijo el guardia. Mir¨® todo, hasta las ruedas del coche, y encontr¨® unos polvos blancos que echo en las cartas para que corran mejor. Fue un desprop¨®sito.

En 35 a?os le habr¨¢ pasado de todo en los viajes.

S¨ª, recuerdo uno a Colombia, yendo de Barranquilla a Cartagena. Llegamos a las tres de la madrugada a un pueblo en fiestas: la gente tocaba y bailaba, hab¨ªa rosquillas. Pregunt¨¦: qu¨¦ celebran, y me dijeron que nada, que eso lo hac¨ªan cada noche. El pueblo entero amanec¨ªa a las cuatro de la tarde, recolectaba lo justo para vivir y despu¨¦s se dedicaba a disfrutar. Me pareci¨® que ten¨ªan una felicidad per c¨¢pita apabullante. Un lugar ideal para vivir.

En Jap¨®n no encontrar¨ªa tanta algarada nocturna.

No, aunque despu¨¦s de mucho viajar me he dado cuenta de que somos todos iguales, tenemos las mismas emociones, deseos, defectillos, vanidad, celos... y humor. Mi magia la entiende igual el colombiano que el japon¨¦s, aunque los subt¨ªtulos en japon¨¦s son los mejores, porque no caen a la altura de las manos, sino en el lateral de la pantalla de televisi¨®n.