Nueva York se pone por las nubes
Las cinco primeras compa?¨ªas espa?olas deben invertir millones de euros para cumplir la ley 'antiesc¨¢ndalos' de EE UU
Enron pas¨® a la historia de los esc¨¢ndalos corporativos. Tres a?os despu¨¦s los efectos de la quiebra del gigante el¨¦ctrico a¨²n pesan sobre las cotizadas de medio mundo. ?stas se han visto obligadas a ser m¨¢s transparentes y a asumir costes millonarios para ello. Las ocho firmas espa?olas que cotizan en Nueva York se preparan ahora para el requisito m¨¢s costoso: documentar y auditar los sistemas de elaboraci¨®n de la informaci¨®n financiera. La mayor¨ªa ha reforzado sus departamentos de auditor¨ªa interna y reconocen un esfuerzo econ¨®mico importante, a¨²n por cuantificar. En EE UU el coste medio para una gran compa?¨ªa se ha estimado en 16 millones de d¨®lares.
Endesa reconoce que ha gastado casi 800.000 euros para adaptarse a la norma y cifra el esfuerzo en consultor¨ªa en 2,5 millones
Un peque?o accionista de Repsol, Telef¨®nica, SCH, BBVA o Endesa probablemente no sabr¨¢ qu¨¦ es la ley Sarbanes-Oxley. Pero los directivos de las cinco compa?¨ªas cotizadas espa?olas m¨¢s grandes por facturaci¨®n, as¨ª como los de Telef¨®nica M¨®viles, Terra y Telvent -filial de nuevas tecnolog¨ªas de Abengoa-, llevan m¨¢s de dos a?os d¨¢ndole vueltas a estas dos palabras, que dan nombre a la ley antiesc¨¢ndalos aprobada en Estados Unidos como reacci¨®n a la quiebra de Enron. Endesa reconoce en su ¨²ltimo informe de buen gobierno que ha gastado 795.534 euros para cumplir con esta norma, y su subdirector general econ¨®mico, Javier ?vila, estima que s¨®lo en consultor¨ªa el esfuerzo rondar¨¢ los 2,5 millones de euros.
La ley entr¨® en vigor en 2002 e impone nuevas obligaciones a las cotizadas y sus auditores, como la certificaci¨®n de las cuentas por los primeros directivos o la creaci¨®n de un comit¨¦ de auditor¨ªa. Hay otro cambio m¨¢s complejo y que lleva de cabeza a los departamentos de auditor¨ªa interna de medio mundo. La secci¨®n 404 del texto obliga a las empresas a documentar y auditar los procesos de elaboraci¨®n de la informaci¨®n financiera para hacer m¨¢s dif¨ªcil la aparici¨®n de agujeros contables y responsabiliza de ello a los directivos.
Las grandes corporaciones estadounidenses y sus filiales ten¨ªan que cumplir con este punto el pasado 31 de diciembre. Las extranjeras que cotizan en Nueva York, entre ellas las espa?olas citadas, tienen un a?o m¨¢s, aunque la mayor¨ªa empez¨® a trabajar en 2003.
Millones de d¨®lares
El ejemplo estadounidense no es alentador. El gasto medio de las compa?¨ªas por este esfuerzo ha sido de 16 millones de d¨®lares, seg¨²n una encuesta de la consultora RHR International and Directorship de noviembre. "Se trata de un proyecto largo, complejo y muy costoso", resume Mario Herrero, socio de la auditora BDO. Eso sin contar que la ley ha sufrido varios retoques a los que las compa?¨ªas han tenido que adaptarse. En el proceso intevienen recursos internos, consultoras y auditores.
Para llevarlo a cabo cada empresa debe definir uno por uno todos los procesos que tienen impacto en el negocio, documentarlos, analizar los riesgos que conllevan y los sistemas establecidos para minimizarlos y ponerlos a prueba, primero internamente y luego ante el auditor. Fuentes de Repsol- YPF reconocen que la primera consecuencia es un aumento importante de la burocracia, "una gran carga de trabajo".
Para dar una idea de la complejidad que supone el proyecto, en BBVA han definido 36 macroprocesos que tienen impacto en los estados financieros, y en Repsol, 32. ?stos se ramifican a su vez en centenares de procesos hasta dar lugar a un ¨¢rbol que disecciona el negocio al m¨¢ximo. El resultado final es un informe que eval¨²a los controles internos y que se incorpora a la memoria anual. El primer directivo de la compa?¨ªa y el director financiero son los responsables de su contenido y se arriesgan a multas e incluso a penas de c¨¢rcel.
"Todas las sociedades tenemos un sistema de control interno, lo diferente es que ahora debemos documentarlo y eso exige un esfuerzo importante", explica Jos¨¦ Luis de los Santos, director de auditor¨ªa interna de BBVA, donde el proyecto empez¨® en junio de 2003 y se coordina desde una oficina en Madrid en la que trabajan a tiempo completo 20 personas. Otras oficinas m¨¢s peque?as funcionan en las filiales.
La mayor¨ªa de las firmas espa?olas no cuantifica el coste total del proyecto, en buena parte porque ¨¦ste est¨¢ a medias. El personal es una de las partidas importantes. En Repsol hay unos 50 empleados dedicados por completo, el mismo n¨²mero que ha participado en la fase de documentaci¨®n del proyecto en Endesa (la mitad internos y la mitad consultores).
En este terreno Estados Unidos vuelve a servir de ejemplo. La mitad de las compa?¨ªas que facturan m¨¢s de 20.000 millones de d¨®lares (15.338,6 millones de euros) calcula que han invertido m¨¢s de 100.000 horas de trabajo y estima que reforzar¨¢ sus ¨¢reas de auditor¨ªa interna entre un 10% y un 25% por la nueva exigencia, seg¨²n el ¨²ltimo an¨¢lisis trimestral de la auditora Ernst & Young. Repsol, Telef¨®nica, los dos bancos y Endesa entran en esta categor¨ªa.
El esfuerzo, adem¨¢s, es mayor seg¨²n se avanza en ¨¦l, pues, seg¨²n el mismo trabajo, el 29% de las cotizadas reconoce que el coste al menos se ha duplicado con respecto a lo previsto seis meses antes. ?ste no se centra ¨²nicamente en recursos humanos. En la petrolera han contratado a varias consultoras para desarrollar el proyecto, que tiene una vertiente tecnol¨®gica importante, pues hay que revisar los sistemas que se utilizan para tratar la informaci¨®n y, en algunos casos, cambiarlos.
Fuentes del ¨¢rea legal legal de Telef¨®nica reconocen que los costes m¨¢s importantes son de personal y tecnol¨®gicos, si bien subrayan que el proceso es "m¨¢s aparatoso que complicado".
Otro gasto que prev¨¦n todas las afectadas tiene que ver con la auditor¨ªa. Puesto que el sistema debe ser certificado por un auditor externo, hay que suponer que estas compa?¨ªas ver¨¢n crecer de forma significativa esta factura el pr¨®ximo ejercicio. Un estudio de la asociaci¨®n estadounidense Financial Executives International del a?o pasado calculaba que ese sobrecoste puede llegar al 35% que suponen los honorarios del auditor por revisar las cuentas.
Las cinco primeras compa?¨ªas espa?olas son auditadas por Deloitte. Aunque a¨²n no han negociado con esta firma los honorarios para el siguiente ejercicio, las ¨²ltimas facturas pueden servir de gu¨ªa. El SCH pag¨® 8,9 millones de euros; BBVA, 8,28 millones; Telef¨®nica, 7,48 millones; Repsol, 4,6 millones y Endesa no lleg¨® al medio mill¨®n de euros.
Sea cual sea el coste que al final asuman estas compa?¨ªas, parece claro que no llegar¨¢n a los 30 millones de d¨®lares que ha reconocido General Electric. Eso s¨ª, las primeras empresas espa?olas lo han asumido como algo inevitable, pues el precio de dejar de cotizar en Estados Unidos ser¨ªa mucho mayor, reconocen. En palabras de ?vila, "cotizar en Nueva York, y Endesa lo hace desde 1988, siempre nos ha dado m¨¢s trabajo, pero a la larga, son cambios que llegan a Europa. Cuando lo hagan, tendremos el trabajo adelantado".
M¨¢s dinero para los auditores
Si hubo una profesi¨®n identificada con el esc¨¢ndalo Enron fue la de auditor. El hecho de que Andersen no advirtiera el enorme agujero contable que escond¨ªa la el¨¦ctrica y que algunos de sus empleados destruyeran papeles relacionados con el caso, acab¨® con la firma, una de las cinco grandes. La imagen de la profesi¨®n qued¨® destrozada en todo el mundo y los Gobiernos reaccionaron endureciendo la normativa . Esta reacci¨®n reguladora ha tenido, sin embargo, una consecuencia beneficiosa para el sector: hay m¨¢s trabajo que hacer para tranquilizar a los mercados y, por lo tanto, m¨¢s dinero para las firmas. Un estudio recogido a principios de mes por Financial Times constataba que las cuatro grandes auditoras han visto duplicar los honorarios que facturan a sus clientes en Estados Unidos por culpa de la Ley Sarbanes-Oxley. La m¨¢s beneficiada ha sido la m¨¢s grande: la factura de PricewaterhouseCoopers ha crecido de media un 134%. La de KPMG lo ha hecho un 109%, mientras que Ernst & Young sub¨ªa de media estos ingresos un 96% y Deloitte el 78%.
Las cuatro grandes firmas que sobrevivieron a la crisis no s¨®lo se repartieron los antiguos clientes de Andersen (en Espa?a fue Deloitte quien se llev¨® a la joya que audita a 22 de las firmas del Ibex 35). Adem¨¢s, han trasladado a sus clientes en la medida de lo posible los costes asociados a sus nuevas obligaciones.
Si a estas circunstancias se a?ade cierta reactivaci¨®n econ¨®mica, se entiende la mejor¨ªa de los resultados de estas firmas. Los ingresos de PwC se incrementaron un 11%, hasta los 17.600 millones de d¨®lares (algo menos de 14.000 millones de euros) el a?o pasado. Su presidente, Sam di Piazza, asegur¨® en la presentaci¨®n de resultados que la profesi¨®n juega "un papel esencial" para recuperar la confianza en los mercados. Deloitte, por su parte, aument¨® su facturaci¨®n un 31,2% desde 2002, hasta los 16.400 millones de d¨®lares (12.577,7 millones de euros).
Las que siguen a esta liga de campeones de los auditores tambi¨¦n se frontan las manos. BDO y otras firmas de similar tama?o han asumido los trabajos que las grandes no pueden hacer a sus clientes. Las grandes ganar¨¢n m¨¢s porque tienen que auditar m¨¢s y las peque?as har¨¢n todo el trabajo incompatible.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.