Justicia po¨¦tica para Jorge Drexler

Lo que ocurri¨® con Jorge Drexler en la noche del domingo deber¨ªa llamarse justicia po¨¦tica. El cantante uruguayo (Montevideo, 1964), residente en la sierra de Madrid desde hace 10 a?os, logr¨® el Oscar por la canci¨®n que no le dejaron cantar. ?l subi¨® como un tiro al escenario del Kodak Theater y, en lugar de agradecimientos, hizo lo que tanto quer¨ªa: cantar su canci¨®n. Los 22 segundos que interpret¨® de Al otro lado del r¨ªo sonaron, pese a su dulce voz, a un grito de guerra, al canto orgulloso de un artista al que se hab¨ªa ninguneado porque no era suficientemente popular.

Desde ayer le conoce todo el mundo y los periodistas estadounidenses, ajenos a la pol¨¦mica creada en torno al m¨²sico, se acercaban a los latinos para que les explicaran qu¨¦ hab¨ªa ocurrido con aquel tipo y su canci¨®n. Jorge Drexler insisti¨®: "No ha sido un acto de venganza. Yo s¨®lo quer¨ªa cantar mi canci¨®n".

S¨®lo Walter Salles, el director de 'Diarios de motocicleta', conoc¨ªa la intenci¨®n de Drexler de cantar

Al otro lado del r¨ªo es, adem¨¢s, el primer tema musical en espa?ol que gana un Oscar. El actor mexicano Gael Garc¨ªa Bernal deb¨ªa haberla presentado, pero se neg¨® a hacerlo. El domingo por la ma?ana llamaba a la Academia para hacer oficial su baja de gala. "S¨®lo puedo agradecerle su gesto. Me conmovi¨®", dijo Drexler. Otra estrella mexicana, Salma Hayek, sustituy¨® a Garc¨ªa Bernal en el escenario. Hayek ley¨® en ingl¨¦s una estrofa de la canci¨®n.

Antonio Banderas y Carlos Santana interpretaron sobre el escenario el tema principal de Diarios de motocicleta, la pel¨ªcula de Walter Salles sobre la toma de conciencia de Ernesto Guevara. Santana se puso para actuar una camiseta del Che. Un detalle chocante que a Drexler no le gust¨®. Dijo que precisamente Diarios de motocicleta era una respuesta a camisetas como ¨¦sa. "Yo no me hubiera puesto la camiseta del Che. Lo bueno de esta pel¨ªcula es que no habla del icono, sino del ser humano".

Sobre la interpretaci¨®n de Banderas (que se santigu¨® al escuchar que Drexler era el ganador), s¨®lo tuvo palabras de elogio: "Llevo varias horas intentando llamarlo para darle las gracias. Todo ha sido muy raro estos d¨ªas, pero Antonio nunca ha dejado de comportarse como un compa?ero, incluso como un amigo. En el escenario vi a una persona que se dejaba el coraz¨®n".

S¨®lo Walter Salles conoc¨ªa la intenci¨®n de Drexler de cantar si era el elegido. Pero las posibilidades de ganar parec¨ªan tan remotas que ni el propio cantante pens¨® que ocurrir¨ªa. "Pese a eso, en cada descanso calculaba los 22 segundos en que pod¨ªa hacerlo". Al preguntarle a Drexler por una valoraci¨®n musical de la ceremonia, en la que la cantante Beyonc¨¦ interpret¨® tres canciones, una de ellas (la de Los chicos del coro) en un ininteligible franc¨¦s, se?al¨®: "Digamos que no ha encajado con mis gustos musicales, pero no me gusta juzgar a nadie. Digamos tambi¨¦n que hubiera preferido que todas las canciones las interpretara Enrique Morente, o Estrella Morente".

Drexler recibi¨® el Oscar de manos de Prince. Le salud¨® con una reverencia. "Es curioso, ayer me encontr¨¦ en la puerta del hotel a Leonard Cohen. Me acerqu¨¦ a ¨¦l y me present¨¦. Quiz¨¢ me dio suerte. Hoy, detr¨¢s del escenario, he abrazado a Prince, que me miraba asustado. Todo muy extra?o". La mujer de Drexler, Ana Laan, a?adi¨® entonces: "A veces tambi¨¦n hay finales felices".