M¨¢s importante que el velo

Occidente suele mirar a las mujeres ¨¢rabes a trav¨¦s del velo. Kuwait supone un reto. En los modernos centros comerciales del paseo del golfo P¨¦rsico se cruzan se?oras cubiertas de negro, incluso la cara, con otras como Fatma Husein, que a principios de los sesenta fue pionera en quitarse la abaya y el velo. El nivel econ¨®mico permite que incluso las m¨¢s j¨®venes exhiban los ¨²ltimos modelos de las pasarelas europeas. Es su elecci¨®n.

Pero bajo la apariencia superfashion perviven valores muy conservadores y una realidad: la ley de familia, que regula matrimonio, divorcio, custodia de hijos o herencia, sigue basada en la shar¨ªa, o ley isl¨¢mica, claramente discriminatoria contra las mujeres. Aunque poco a poco se va superando el estigma que acompa?aba a las divorciadas, la posibilidad de romper el matrimonio est¨¢ en manos de los hombres. Mientras ¨¦stos quedan libres del v¨ªnculo con s¨®lo renegar de ¨¦l tres veces ante testigos, la v¨ªa para las mujeres (jula) exige recurrir a un tribunal y pagar una compensaci¨®n al marido.

Por el contrario, los esposos no tienen ninguna obligaci¨®n de pasar una pensi¨®n a sus mujeres, aunque los hijos menores de siete a?os quedan a su cargo. A partir de esa edad, la patria potestad es exclusiva del var¨®n. De ah¨ª que muchos padres fijen elevadas indemnizaciones para caso de divorcio (muajar) en los contratos matrimoniales de sus hijas, lo cual no ha impedido que su tasa pase del 35,6% en 2003 al 48,2% en 2004 (seg¨²n la edici¨®n kuwait¨ª de The Daily Star). Eso s¨ª, un 20% de los kuwait¨ªes optan por casarse con extranjeras (m¨¢s barato), y como el peso de las tradiciones impide que las kuwait¨ªes puedan hacer lo mismo, 40.000 de ellas (10% de todas las mujeres) se han quedado sin posibilidad de boda.