El presidente de Bolivia exige un gran pacto social para continuar al frente del pa¨ªs

El Congreso boliviano deb¨ªa reunirse anoche (madrugada en Espa?a) en una sesi¨®n de urgencia para decidir sobre la renuncia presentada el lunes por el presidente de la Rep¨²blica, Carlos Mesa. El clima en las calles y entre los grupos parlamentarios apuntaba a que la C¨¢mara iba a pedir a Mesa que continuara en el cargo. Sin embargo, ¨¦ste advirti¨® de que no seguir¨ªa en su puesto si no se alcanzaba un gran pacto social capaz de resolver definitivamente la turbulenta situaci¨®n pol¨ªtica que atraviesa Bolivia y que ha provocado la en¨¦sima revuelta popular.

Por la ma?ana, Mesa amenaz¨® con la dimisi¨®n irrevocable a menos que se diera un acuerdo en el Parlamento en cuatro puntos: la nueva Ley de Hidrocarburos -piedra de toque en todo el conflicto social-; la elecci¨®n de prefectos (gobernadores) en las provincias; un refer¨¦ndum sobre el Estado de las Autonom¨ªas y la convocatoria de una Asamblea Constituyente. "No es posible gobernar sin acuerdo", advirti¨® el ministro de Presidencia, Jos¨¦ Galindo N¨¦der, quien opin¨® que en caso de desacuerdo "en dos o tres semanas todos los bolivianos podemos vernos otra vez en el filo de la navaja". Mesa es el cuarto presidente en 20 a?os que renuncia a su cargo.

En la plaza Murillo, donde est¨¢n situados tanto el Palacio de Gobierno como el Parlamento, miles de personas se concentraron desde primera hora de la ma?ana con banderas bolivianas coronadas por pa?uelos blancos al grito de "queremos paz". Los concentrados ped¨ªan al presidente que continuara para evitar que el pa¨ªs se sumerja en el caos. Desde el lunes una treintena de personas se encuentra en huelga de hambre en la Plaza Murillo con el mismo motivo. "No es posible vivir de esta manera. Los bloqueos tienen que terminar y el presidente Mesa debe seguir en su puesto", dec¨ªa una chola que hab¨ªa acudido con varios de sus hijos a la concentraci¨®n, donde destacaba la presencia ind¨ªgena. Algunos hombres presentes en la concentraci¨®n se?alaban que al pa¨ªs le hac¨ªa falta "un poco de mano dura". El nerviosismo aument¨® a medida que avanzaban las horas y algunos manifestantes amenazaban con tomar el Parlamento en el caso de que la sesi¨®n no fuera convocada.

Representantes de casi todos los grupos se reunieron con miembros del Ejecutivo para estudiar lo que pasar¨ªa en la sesi¨®n del Congreso. El Gobierno de Mesa insisti¨® en que era una condici¨®n sine qua non para la continuidad de Mesa el que se alcanzara un pacto social. "No podemos hacer una agenda nacional en dos horas", reconoc¨ªa la diputada Marlene Fern¨¢ndez quien se mostr¨® partidaria de que Mesa agote su mandato y gobierne hasta 2007.

Acuerdo de m¨ªnimos

A las negociaciones se incorpor¨® el presidente y la reuni¨®n se prolong¨® durante horas ante lo cual, los pol¨ªticos decidieron aplazar el inicio de la sesi¨®n parlamentaria. Hubo un acuerdo de m¨ªnimos por el que se pide al presidente que contin¨²e con su gesti¨®n y se aprueban temas como las autonom¨ªas departamentales. Este acuerdo deb¨ªa ser ratificado esta pasada madrugada por el Congreso.

La tensi¨®n se viv¨ªa en toda la ciudad. En el aeropuerto de El Alto el l¨ªder del Movimiento Al Socialismo (MAS) y principal rival de Mesa, el indigenista Evo Morales, fue insultado por los pasajeros que se encontraban en la terminal de llegadas. La escena se repiti¨® por las calles de La Paz, hasta el punto de que Morales tuvo que ser protegido por miembros de su partido. A Morales se le considera el cerebro de los bloqueos de carreteras. Pasado el susto, en una rueda de prensa, Morales apunt¨® contra el presidente Mesa al que acus¨® de "haberse quitado la m¨¢scara". Para el l¨ªder indigenista "el presidente est¨¢ al servicio del Imperio y no con el pueblo".

De los 50 bloqueos de carreteras permanentes que desde hace seis d¨ªas colapsan las comunicaciones en todo el pa¨ªs, ayer quedaban la mitad, si bien permanec¨ªan en las provincias de La Paz y Cochabamba principalmente. Cada d¨ªa de bloqueo le cuesta al Estado boliviano 300.000 d¨®lares s¨®lo en el cobro de peajes que dejan de percibirse, am¨¦n de los da?os en las infraestructuras y las p¨¦rdidas en el sector del comercio. Los representantes de la patronal advirtieron del peligro de una confrontaci¨®n civil si la situaci¨®n no se resolv¨ªa. Hasta ahora la polic¨ªa, siguiendo instrucciones presidenciales, ha evitado el uso de la fuerza.

Entre los detractores de Mesa, ayer se destac¨® el principal sindicato, la Central Obrera Boliviana, cuyos dirigentes exigieron al presidente su dimisi¨®n real. Desde el exterior Mesa ha recibido importantes apoyos desde EE UU y Mercosur.