Una pertinaz 'deuda social'
La pobreza todav¨ªa afecta a casi la mitad de los 37 millones de argentinos, pese a que la econom¨ªa crece al 8,8%
Argentina ha logrado reestructurar el 76% de los bonos impagos desde 2001 con una quita efectiva del 70%, pero a¨²n afronta otra deuda, la social, que demora m¨¢s en reducirse. Pese a que en los ¨²ltimos dos a?os, la tercera econom¨ªa latinoamericana creci¨® al 8,8%, la pobreza todav¨ªa alcanza a casi la mitad de los 37 millones de habitantes.
Los 3,5 millones de empleados en la econom¨ªa sumergida se ven obligados a sobrevivir con un salario medio de 160 euros mensuales
La mitad de los trabajadores est¨¢ en 'negro' y el 54% de los empleados formales gana menos que la cesta de la compra familiar b¨¢sica
El ¨ªndice oficial de paro asciende al 12%, pero subir¨ªa cuatro puntos porcentuales m¨¢s si se incluyeran la minor¨ªa de beneficiarios de planes sociales que cumplen con una tarea comunitaria como contraprestaci¨®n. La mitad de los trabajadores est¨¢ en la econom¨ªa sumergida, pero al 54% de los empleados formales tampoco les va mucho mejor, pues ganan menos que la cesta de la compra familiar b¨¢sica. El 66% de la fuerza laboral padece la precariedad de los bajos sueldos, los contratos temporales, la econom¨ªa informal o el paro, seg¨²n la Central de Trabajadores Argentinos.
Luciano, de 48 a?os, gorra y pantalones con rodillas a la vista, cruza la avenida Libertador, una de las m¨¢s distinguidas de Buenos Aires, y se dirige con un carro lleno de cartones a la Villa 31, un barrio de chabolas que nace a 500 metros. All¨ª vive y tambi¨¦n all¨ª vende su recolecci¨®n. "Hoy s¨®lo saqu¨¦ 10 pesos (2,55 euros)", comenta Mart¨ªn mientras revuelve una maloliente bolsa de residuos. A pocos metros, un joven abre las puertas de los taxis en la estaci¨®n de trenes de Retiro. M¨¢s all¨¢, los gritos de los vendedores ambulantes intentan atraer con sus baratijas a otros pobres. Mart¨ªn cuenta que sobrevive porque carece de familia. Trabaja de cartonero desde hace 20 a?os, mucho antes de que la crisis de 1998-2002 inundara las calles de la capital argentina de un ej¨¦rcito de familias que rebuscan en las bolsas de la basura.
Consecuencias del desplome
Argentina alcanzar¨¢ en los pr¨®ximos meses un PIB similar al que ten¨ªa en 1998, cuando comenz¨® a revertirse la expansi¨®n de la d¨¦cada pasada. En 1998, mientras el entonces presidente argentino, Carlos Menem, era el invitado de honor a la asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI), la pobreza afectaba a uno de cada tres argentinos. En 2002, cuando el desplome argentino deriv¨® en la devaluaci¨®n del peso y la econom¨ªa se derrumb¨® el 10,5%, el 57% era pobre, es decir, que carec¨ªa de lo suficiente para comer, vestirse y gastar en transporte, salud y educaci¨®n, y el 27% era indigente, o sea, que ni siquiera le alcanzaba para alimentarse. En el primer semestre de 2004 -¨²ltimo periodo censado-, la pobreza se hab¨ªa reducido al 44%, y la indigencia, al 17%. Se prev¨¦ que las cifras sigan disminuyendo, pero mientras tanto millones carecen de empleo, viven en chabolas y comen una sola vez por d¨ªa. En el norte de Argentina, la regi¨®n menos desarrollada y de donde salieron las im¨¢genes de ni?os desnutridos en 2002, el 70% confesaba pasar hambre, seg¨²n un informe de la Cruz Roja del a?o ¨²ltimo.
Una familia tipo (matrimonio y dos hijos) necesita ingresos superiores a los 194 euros mensuales para regatear a la pobreza. Por debajo de ese nivel se encuentra el 12% de parados: unos pocos son los que ten¨ªan un trabajo y perciben el seguro de desempleo; la mayor¨ªa subsiste con alguna changa (tarea puntual, desde pintar una pared hasta cosechar) o con los 51 euros mensuales del nuevo Plan Familias, que asiste a 240.000 madres, o los 38 euros del Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados, que se cre¨® hace tres a?os y atiende a 1,6 millones de personas. Muchos complementan el ingreso social trabajando en la econom¨ªa negra como asistentas, cartoneando, cuidando coches aparcados o limpiando parabrisas en los sem¨¢foros.
El 55% de los trabajadores se emplea en la econom¨ªa formal, pero de este colectivo el 54% gana menos que la cesta de la compra familiar b¨¢sica. En la agricultura, pese a que fue uno de los sectores que m¨¢s se recuperaron por la devaluaci¨®n y las altas cotizaciones de las materias primas, el 76,8% recibe un salario menor a 194 euros. En la construcci¨®n, otro negocio en fuerte reactivaci¨®n, el 70%. Mart¨ªn, alba?il de 26 a?os, trabaja en la obra de un edificio de Puerto Madero, el barrio con el metro cuadrado m¨¢s caro de Buenos Aires -hasta 2.250 euros-, pero cobra 192 euros por mes y debe mantener a su mujer y su hija. "No me alcanza. Por eso trabajo horas extra, 10 horas por d¨ªa", explica Mart¨ªn. En la ciudad se pueden ver carteles del sindicato de la construcci¨®n que protesta porque el sueldo m¨ªnimo del obrero asciende a poco m¨¢s de la mitad del de Mart¨ªn. Mejor est¨¢n los trabajadores del comercio, los servicios y, sobre todo, los de la industria.
La media de n¨®mina de un empleado en la econom¨ªa blanca es de 314 euros, un 34,9% m¨¢s que antes de la devaluaci¨®n de 2002. Sin embargo, la inflaci¨®n ha subido desde entonces un 55% y, por consiguiente, el poder adquisitivo se ha deteriorado un 13%.
El sueldo promedio de los 3,5 millones de trabajadores en negro, que suponen el 45% del total, ronda los 160 euros mensuales. En los suburbios de la capital abunda la econom¨ªa informal. En Monte Grande, en la zona sur del Gran Buenos Aires, Macedonio repara en su casa las bicicletas de un barrio con calles de tierra y fama de inseguro. "Con esto me alcanza para darle de comer a mi familia", se enorgullece con una voz que apenas se deja o¨ªr por el folclor de su radio. "Este mes la cosa no viene bien", se lamenta Macedonio, que ha conseguido acondicionar su taller gracias a los microcr¨¦ditos del Fondo de Inversi¨®n Social, uno de los bancos de pobres que poco a poco aparecen en Argentina.
Drama infantil
La cara m¨¢s triste es la de los 1,5 millones de ni?os que trabajan. "La mitad de los alumnos de los ¨²ltimos a?os de primaria sale a cartonear", reconoce Miguel Ystueta, director de una escuela de Grand Bourg, un suburbio del norte de Buenos Aires. La puerta de su despacho est¨¢ reforzada con rejas. El colegio ya sufri¨® varios hurtos.
El crecimiento va reduciendo la pobreza, pero la inflaci¨®n la aumenta. BBVA Banco Franc¨¦s proyecta un 13% para este a?o, mientras que el Gobierno intenta mantener el peso devaluado para sostener a la producci¨®n y el empleo. En los primeros dos meses del a?o, una subida de precios del 2,5% empobreci¨® a 188.000 personas, seg¨²n la consultora Equis. Una reciente subida de los precios del combustible de Royal Dutch Shell, que no fue imitada por Repsol YPF, llev¨® a que el presidente Kirchner arengara a la ciudadan¨ªa a boicotear a la compa?¨ªa angloholandesa.
Equis advierte de que los que ganan hasta 240 euros corren el peligro de sucumbir a la escasez. Jos¨¦, un barrendero de 38 a?os, casado con un ama de casa y con dos hijos, cobra 254. "Yo, dentro de todo, estoy bien. Es que nuestro gremio es fuerte", explica Jos¨¦, despu¨¦s de un comienzo de a?o con huelgas que hicieron amanecer a Buenos Aires con residuos en las aceras. Ahora, empresarios y sindicalistas negocian m¨¢s de cien convenios sectoriales para que el salario m¨ªnimo (152 euros) alcance a la cesta de la compra familiar, aumenten las n¨®minas de las industrias m¨¢s productivas y se reduzca el trabajo informal.
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