Gil Shaham acerca su viol¨ªn con inspiraci¨®n china a Madrid

El Concierto de los amantes de la mariposa no est¨¢ en los grandes repertorios, ni suena en los principales templos de la m¨²sica, pero cuando el violinista Gil Shaham (Illinois, Estados Unidos, 1971) escuch¨® a un colega suyo hablar de la pieza supo que acabar¨ªa toc¨¢ndola por la fuerza y la pasi¨®n con que su amigo la describ¨ªa. Hoy, dentro del ciclo Juventudes Musicales, patrocinado por EL PA?S, en el Auditorio Nacional de Madrid, Shaham interpretar¨¢ esta pieza conocid¨ªsima en Oriente y lejana para Occidente junto a la Orquesta Sinf¨®nica de Singapur y el maestro Lan Shui en un concierto que ha contado con el apoyo de la Fundaci¨®n Rich.

"Fue compuesto por Cheng Gang y He Zanhao, dos estudiantes del conservatorio de Shanghai en 1959, y suena constantemente en China. Lo oyes en los parques junto a grupos que hacen tai chi, en los centros comerciales, en los ascensores, creo que es el concierto m¨¢s interpretado que se conoce all¨ª", afirma este joven violinista ya consagrado, que emigr¨® junto a sus padres de Estados Unidos a Israel con siete a?os.

Adem¨¢s de en Madrid ha tocado durante dos semanas por Espa?a: en Vigo, Zaragoza y Logro?o. Pero el concierto de hoy le hace ilusi¨®n por interpretar esta pieza, que har¨¢ junto a la Fantas¨ªa de concierto sobre Carmen de Bizet, escrita por Pablo Sarasate. "El Concierto de los amantes de la mariposa est¨¢ basado en una leyenda muy antigua, de hace m¨¢s de 2.000 a?os, que cuenta el amor de dos j¨®venes que no se pueden casar porque ella est¨¢ comprometida por su familia con otro y que para contraer matrimonio pone una condici¨®n: pasar sobre la tumba de su amado, que ha muerto de pena. Cuando lo hacen, ella se tira, y al final, los dos se convierten en mariposas", cuenta Shaham.

Para poner m¨²sica a esa tragedia Cheng Gang y He Zanhao se inspiraron en la tradici¨®n china. "Est¨¢ originalmente compuesta para viol¨ªn, pero imita los sonidos del erhu, el instrumento chino de dos cuerdas que suena parecido al nuestro, aunque con unos tonos m¨¢s suaves y flotantes que lo hacen especial", asegura Shaham.