Seis mujeres a la conquista de Washington
El presidente George Bush recibe a las cinco hermanas y a la viuda del cat¨®lico irland¨¦s asesinado por el IRA
El 30 de enero, Robert McCartney, un irland¨¦s cat¨®lico de 33 a?os y votante del Sinn Fein, fue a un pub de Belfast con un amigo. En el local hab¨ªa una veintena de miembros del IRA, que te¨®ricamente est¨¢ en el proceso de desmantelamiento de su estructura terrorista. El amigo de McCartney tuvo unas palabras con uno de los militantes. La bronca degener¨® en pelea. El amigo recibi¨® una cuchillada, McCartney le sac¨® del pub como pudo, pero varios le siguieron y le mataron a golpes y navajazos. El grupo se hizo cargo de la situaci¨®n y amenaz¨® a los presentes con represalias si hablaban.
La omert¨¢ no funcion¨® en este caso. Cuando las hermanas de McCartney supieron lo que hab¨ªa pasado (el amigo sobrevivi¨®), desafiaron el c¨®digo de silencio y denunciaron el asesinato. El IRA, bajo presi¨®n por un atraco bancario reciente y porque supone un estorbo para su brazo pol¨ªtico, el Sinn Fein, tuvo una idea: ofreci¨® a las hermanas la cabeza de los culpables, tres hombres que han sido expulsados de la banda. Las mujeres rechazaron el ajuste privado de cuentas y empezaron una cruzada que ayer (d¨ªa de san Patricio, fiesta nacional de Irlanda) les abri¨® las puertas de la Casa Blanca, que permanecieron cerradas para Gerry Adams, l¨ªder del Sinn Fein.
Los Bush -George con la corbata verde irland¨¦s y Laura con blusa de seda con reflejos del mismo color- vieron a Donna, Paula, Catherine, Claire y Gemma, y tambi¨¦n a Bridgeen Hagans, la viuda de su hermano, en la recepci¨®n que ofrecieron en la Casa Blanca.
Para Bush, las McCartney son "unas almas valientes" que "conf¨ªan en que su hermano no haya muerto en vano". Y quiz¨¢, a?adi¨®, "algo bueno pueda salir de la maldad cometida contra esta familia". Tras su paso por la Casa Blanca, las mujeres almorzaron en el Congreso (otro lugar que Adams no ha pisado este a?o) y acabaron la jornada en una recepci¨®n de la Embajada irlandesa.
El ba?o de celebridad de las hermanas en Washington hab¨ªa comenzado la noche anterior, en la cena organizada por el Fondo Irland¨¦s Americano. Fueron el centro de una velada en la que el primer ministro irland¨¦s, Bertie Ahern, las present¨® ante casi un millar de personalidades de la amplia e influyente comunidad americano-irlandesa: "En muy pocas ocasiones, quiz¨¢ en ninguna, he conocido a gente tan valiente. Quiero que den ustedes la bienvenida a estas chicas porque est¨¢n haciendo una campa?a para conseguir que haya justicia. Son valerosas. Son tozudas". "Todos los estadounidenses quieren dar la bienvenida a estas extraordinarias hermanas", dijo el senador Ted Kennedy, la quintaesencia del pol¨ªtico americano de origen irland¨¦s.
Preocupado con esta ola de simpat¨ªa en EE UU, en donde lleva 10 a?os recaudando fondos y afianzando su imagen, Gerry Adams dijo que "la familia McCartney merece apoyo y que se solucione el problema. Las hermanas dejaron claro en Washington que no van a callarse. "Si esto nos hubiera pasado a cualquiera de nosotras, Robert estar¨ªa haciendo lo mismo. Creo que ¨¦l querr¨ªa justicia", dijo Paula a los periodistas. Catherine a?adi¨®: "Si se hace justicia con nosotras, se hace justicia con Irlanda. Si hay justicia, la gente se va a dar cuenta de que la paz no es una mera firma en un papel, sino que es una realidad en la calle".
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