Un amor desmesurado
?ric Fottorino no es ning¨²n desconocido dentro del mundillo literario franc¨®fono. Aunque Caricia de carm¨ªn (Caresse de rouge) es su primer libro traducido al espa?ol, en 1991 ya public¨® en Francia una primera novela seguida de una producci¨®n regular que va acompa?ada de un excelente art¨ªculo diario en la ¨²ltima p¨¢gina de Le Monde. Fottorino, ya lo ven, es tambi¨¦n periodista y como tal, adem¨¢s de su cr¨®nica de actualidad, tambi¨¦n ha realizado numerosos reportajes, siempre presididos por una voluntad de escritura que trasciende la tarea de mero intermediario de informaciones. Y Fottorino es tambi¨¦n ciclista, aficionado pero de gran categor¨ªa, pues en su momento no dud¨® en sumarse a un pelot¨®n profesional para desde ah¨ª, desde la fatiga y ese dif¨ªcil equilibro sobre pedales, contarnos cada noche el desarrollo de una carrera por etapas.
CARICIA DE CARM?N
?ric Fottorino
Traducci¨®n de Cristina Zelich
Tropismos. Salamanca, 2004
143 p¨¢ginas. 11 euros
Caricia de carm¨ªn cuenta c¨®-
mo un amor desmesurado se transforma en enfermedad. Narrada en primera persona, tiene como protagonista al cuarent¨®n F¨¦lix Maresco, un hombre marcado por haber crecido en un mundo en el que el padre estaba ausente y en el que la madre no estaba dispuesta a despilfarrar cari?o. Esa carencia afectiva se traducir¨¢ luego en una paternidad abusiva y asfixiante que termina en drama. Pero dejemos la trama de lado, abandonemos las cinco "W" can¨®nicas del periodismo a la curiosidad estricta del lector y vayamos a lo que es sustancial en este caso, es decir, al estilo. Fottorino ha construido toda su novela a partir de una t¨¦cnica que es la misma que emplea para encabezar cada cap¨ªtulo. Por ejemplo, el cap¨ªtulo X se titula Es dif¨ªcil matar y la primera frase del mismo dice: "Es dif¨ªcil matar un domingo". Ese "domingo" relativiza lo anunciado antes pues no son comparables las dificultades de un asesino con la mera constataci¨®n del peso del tiempo en un d¨ªa de soledad festiva. Todo el libro est¨¢ ah¨ª, como lo estaba en la mirada de Monsieur Hire, de Georges Simenon. Como el escritor belga, Fottorino utiliza la intriga policiaca para hablar de la miseria humana, para acercarse a los secretos del alma, esos que no logran ocultar ni el carm¨ªn m¨¢s estrepitoso ni el impermeable acompa?ado de sombrero de ala ancha y gafas oscuras. Da igual que el lector adivine o no el desenlace porque, por el camino, ha descubierto las razones de la desesperaci¨®n de Maresco. ?ste, en su paranoia, no ve que sus estrategias de seducci¨®n son manifestaciones de debilidad, una debilidad que, al ser descubierta, no ser¨¢ perdonada ni por la inevitable crueldad de los ni?os ni por el propio Maresco. Tras Caricia de carm¨ªn Fottorino ha publicado Korsakov, novela finalista del Premio Goncourt en la que insiste en la exploraci¨®n de las heridas del pasado. ?se es el Fottorino novelista, mezcla de melancol¨ªa y rabia, nada que ver con el Fottorino periodista, al que la direcci¨®n de Le Monde ha encargado un proyecto de renovaci¨®n del diario.
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