La Normand¨ªa catalana
Abre al p¨²blico la primera fase de los museos tem¨¢ticos de la Terra Alta dedicados a recordar la batalla del Ebro
Han tenido que pasar 67 a?os para que la batalla del Ebro tenga un espacio para la memoria y cualquier persona interesada pueda acercarse a conocer el escenario natural en el que perdieron la vida decenas de miles de soldados, en la m¨¢s sangrienta y decisiva de las batallas de la Guerra Civil. Es una idea que, de lejos, se inspira en la recuperaci¨®n de los escenarios b¨¦licos realizada en las zonas del desembarco aliado de Normand¨ªa (Francia).
En el peque?o pueblo de El Pinell de Brai (Terra Alta) se inaugur¨® ayer el centro de interpretaci¨®n Les Veus del Front, donde se recuerdan los sonidos, las im¨¢genes y la propaganda de guerra de la contienda espa?ola. En un espacio cerrado de singular belleza se pueden o¨ªr incluso los mensajes que se voceaban y las pullas que se dirig¨ªan los combatientes de una trinchera a otra.
Corbera d'Ebre, el Gernika catal¨¢n, fue bombardeado hasta quedar arrasado
El conseller primer, Josep Bargall¨®, inaugur¨® ayer la primera fase de un complejo muse¨ªstico -la mayor parte al aire libre, en los espacios en que se desarroll¨® la cruenta batalla en el caluroso verano de 1938- que abarcar¨¢ seis municipios de la Terra Alta cuando est¨¦ completo, en el a?o 2008.
El proyecto nace con una clara vocaci¨®n tur¨ªstica y como una de las posibilidades de revitalizaci¨®n econ¨®mica para una de las comarcas m¨¢s deprimidas y despobladas de Catalu?a.
Corbera d'Ebre, el Gernika catal¨¢n, bombardeado como la localidad vasca, hasta quedar en la m¨¢s pura ruina, por la artiller¨ªa y la aviaci¨®n franquista, ten¨ªa una poblaci¨®n de unas 2.500 personas el 25 de julio de 1938, d¨ªa en que una formidable masa de maniobra del Ej¨¦rcito de la Rep¨²blica atraves¨® el Ebro y comenz¨® la sangrienta batalla. Hoy sus habitantes apenas llegan a la mitad, como sucede en toda la comarca, marcada de por vida por una batalla cuyas heridas tardar¨¢n a¨²n a?os en cicatrizar completamente. Para el Consorcio Memorial de los Espacios de la Batalla del Ebro (Comebe) -entidad formada por ayuntamientos de la Terra Alta, el consejo comarcal y la Generalitat, que tiene garantizado un presupuesto m¨ªnimo de 390.000 euros hasta 2008-, la apertura progresiva de trincheras, escenarios de batalla y peque?os museos tem¨¢ticos representa un paso m¨¢s hacia la reconciliaci¨®n. "Hay que utilizar la memoria y el recuerdo para ganar la paz", dijo ayer Bargall¨®, que reiter¨® el compromiso del Gobierno catal¨¢n con la comarca tanto para explotar tur¨ªsticamente un "proyecto de pa¨ªs" como para financiar el resto de las actuaciones que quedan, que todav¨ªa son muchas.
Hoy por hoy, los espacios visitables son solamente la punta del iceberg de lo que se pretende que sean: el museo de El Pinell de Brai y el del pueblo viejo de Corbera d'Ebre -que qued¨® totalmente en ruina, hasta el punto de que sus habitantes construyeron sus casas en la ladera, junto a la carretera, y hoy est¨¢ abandonado y en plena ruina-; dos tramos de trincheras, uno en el t¨¦rmino municipal de La Fatarella y otro en el de Vilalba dels Arcs, y la cota 705, ubicada en la ¨¢rida y reseca sierra de P¨¤ndols, que ambos bandos ganaron y perdieron en varias ocasiones y donde se libraron dur¨ªsimas batallas cuerpo a cuerpo.
El director de proyectos del Comebe, David Tormo, explic¨® ayer que hasta 2008 el objetivo es recuperar dos espacios por a?o. Adem¨¢s, en Corbera d'Ebre se abrir¨¢ el a?o que viene el segundo museo tem¨¢tico, tras el de El Pinell de Brai. Este museo estar¨¢ dedicado a explicar los 115 d¨ªas que dur¨® la batalla y se ubicar¨¢ en un edificio ayer inaugurado y que servir¨¢ tambi¨¦n a partir de hoy como centro de recepci¨®n de visitantes.
Durante el a?o 2007, en Vilalba se prev¨¦ abrir un centro dedicado a la vida diaria de los soldados en las trincheras; otro en La Fatarella, centrado en la participaci¨®n de las Brigadas Internacionales en la batalla, y uno m¨¢s en Batea, donde el visitante ver¨¢ c¨®mo j¨®venes m¨¦dicos sin apenas experiencia hac¨ªan pr¨¢cticas aceleradas en los hospitales de campa?a. Y lo har¨¢n "con rigor hist¨®rico, huyendo de la pasi¨®n pol¨ªtica", explic¨® el delegado de la Generalitat, Llu¨ªs Salvad¨® (ERC).
Luego a¨²n quedar¨¢ por abrir otro museo, en alg¨²n pueblo de la Ribera d'Ebre a¨²n por determinar, donde se explicar¨¢ el paso del r¨ªo por los republicanos, una operaci¨®n militar que el presidente estadounidense Dwight Eisenhower alab¨® en sus memorias por lo incre¨ªble de la proeza.
Adem¨¢s, en Les Camposines, en el t¨¦rmino de La Fatarella, junto a la ermita de Sant Bertomeu, se construir¨¢ un monumento que servir¨¢ de sepultura para que reposen para siempre los restos de los soldados desconocidos, de uno y otro bando, que llevan 67 a?os enterrados en los campos y bosques de la Terra Alta.
Todo ello para conservar la memoria y, de paso, atraer a la comarca entre 30.000 y 40.000 visitantes anuales, algo que hoy por hoy la infraestructura tur¨ªstica de la zona no puede asumir. Por eso, Salvad¨® anim¨® ayer a los empresarios a invertir en el territorio.
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