Las excavaciones de una obra obligan a desalojar un edificio en Alcossebre
Tres de las cuatro paredes del inmueble han quedado en medio de un agujero de 8 metros
Tres de las cuatro paredes del edificio ubicado en el n¨²mero 12 de la calle de Alcal¨¢ en Alcossebre est¨¢n "en el aire". La casa forma una especie de pen¨ªnsula, rodeada por un agujero de cerca de ocho metros de profundidad. La familia que viv¨ªa en ella ha sido desalojada por el Ayuntamiento de Alcal¨¤ de Xivert, del que depende Alcossebre, mientras que las obras han sido paralizadas ante el peligro de que se derrumbe el edificio.
"La suerte es que la vivienda es nueva y apenas tiene cuatro o cinco a?os, porque si hubiera tenido m¨¢s tiempo, no s¨¦ qu¨¦ hubiera pasado", relataba ayer Juan Manuel Puig, uno de los hijos de la familia afectada.
La casa ha sido precintada y la familia s¨®lo ha podido entrar en ella en una ocasi¨®n
Su "calvario" empez¨® a finales del pasado a?o, cuando una constructora inici¨® las obras junto a la vivienda. Pese a que la familia desconoc¨ªa el proyecto, en diciembre del 2004, cuando la perforaci¨®n no alcanzaba ni la mitad de su profundidad y todav¨ªa exist¨ªa un talud anexo a la vivienda, decidieron acudir al Ayuntamiento de Alcal¨¤ de Xivert, a cuyo t¨¦rmino pertenece Alcossebre, para conocer las previsiones en materia de seguridad. Presentaron un escrito y se procedi¨® a lo que Puig define como "un apuntalamiento superficial de la vivienda para continuar profundizando en la excavaci¨®n". Sin embargo, dado que la excavaci¨®n continu¨® y tras las quejas expuestas, el Ayuntamiento emiti¨® una orden, el pasado mes de febrero, para que los responsables de la obras adoptaran las medidas oportunas para asegurar la vivienda en un plazo m¨¢ximo de siete d¨ªas. Seg¨²n el relato del afectado, estas medidas no llegaron y el Ayuntamiento "para no pillarse las manos" decret¨® una orden de desalojo el 26 de febrero y retir¨® la licencia de obras a la constructora.
La casa ha sido precintada y, desde entonces, los tres miembros de la familia que la habitaban s¨®lo han podido acceder a ella en una ocasi¨®n, el pasado 1 de marzo, acompa?ados de t¨¦cnicos y de la polic¨ªa local, para recoger "lo m¨¢s necesario". Sin embargo, seg¨²n al familia, las obras contin¨²an y a las fisuras que ya hab¨ªan aparecido en el interior del edificio, han podido a?adirse grietas que hagan peligrar su estructura.
Pese a las actas notariales y a los requerimientos realizados ante el Ayuntamiento, que envi¨® a la polic¨ªa local para certificar la desobediencia al decreto municipal, la familia sigue desalojada y se considera desprotegida. "Vamos a tener que alquilar un piso porque estamos en una casa que no es nuestra", indic¨® Puig, quien a?adi¨® a la lista de perjuicios la obligaci¨®n de cierre de un peque?o negocio de verduras que ten¨ªan en el bajo del edificio.
"Creo que en una ¨¦poca en la que la econom¨ªa se sustenta en el ladrillo habr¨¢ muchos casos parecidos a ¨¦ste, sin ir m¨¢s lejos, en los lamentables hechos del barrio del Carmel en Barcelona, pero tambi¨¦n creo que las personas tienen que estar por encima de cualquier iniciativa econ¨®mica", se?ala.
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