Volver a aquella d¨¦cada de gloria

Gales se impuso en Cardiff a Irlanda por 32-20, gan¨® el torneo de las Seis Naciones y volvi¨® a entrar en la gran historia del rugby. No con la brillantez del pasado, pero s¨ª por recordarla. Despu¨¦s de 27 a?os consigui¨® el prestigioso Grand Slam por haber vencido a todos sus rivales -el noveno de su historia- y la Triple Corona -al ganar a los otros tres equipos de las islas-. Fue el conjunto m¨¢s regular y supo sacar el mejor partido no s¨®lo a su juego, sino a los momentos clave. Mejor¨® as¨ª su triunfo de 1994, cuando no logr¨® el Grand Slam.

Por ejemplo, Gales descart¨® a Inglaterra en la primera jornada al ganarla por un apretado 11-9, Luego, tuvo la habilidad de aprovechar el despiste casi habitual de Francia, que en esta ocasi¨®n se produjo al comienzo de la segunda parte en su visita a Par¨ªs. Un segundo ensayo gal¨¦s fue el pasaporte libre para imponerse por 18-24 y dejar casi noqueados a los franceses, que a continuaci¨®n, en la noria de los descartes, ganaron en Dubl¨ªn y apartaron a Irlanda. Ayer, por si Gales no ganaba, Francia necesitaba para adjudicarse el torneo vencer por m¨¢s de 41 puntos en Roma a Italia y lo hizo por 43 en los ¨²ltimos segundos. Pero ya era tarde.

Gales no ten¨ªa m¨¢s que aprovechar su tir¨®n y, aunque empez¨® agarrotada, de nuevo sac¨® a relucir el juego que le ha dado el trofeo: se olvid¨® de una delantera demasiado est¨¢tica y practic¨® un juego din¨¢mico, abierto, con cierto estilo de la vieja escuela gloriosa y con el m¨¦rito de no cometer errores en sus largu¨ªsimos ataques. Precisamente, marc¨® el rumbo del triunfo su primer ensayo al interceptar su pilier Jenkins el bal¨®n al apertura irland¨¦s O'Gara. El primera l¨ªnea corri¨® y ensay¨® como si de un tres cuartos se tratara. A partir de ah¨ª, aunque Irlanda no cedi¨® nunca, se volvi¨® a notar que el campe¨®n de 2004 acusaba el mazazo ante Francia y que a su bloque m¨¢s compacto de esta campa?a le faltan garra e ideas. Ayer ni siquiera las tuvo su estrella, el centro O'Driscoll, muy vigilado por los astutos galeses.

Astucia, que no excesiva calidad en el Gales actual. En la grada, comentando el partido, estaba Phil Bennet, el medio apertura del equipo que asombr¨® en los a?os setenta con tres Grand Slam -1971, 1976 y 1978- y cuatro Triples Coronas entre 1976 y 1979 -a?o ¨¦ste en que tambi¨¦n gan¨® el torneo-. Fue la d¨¦cada de gloria de la marea roja que consigui¨® enamorar incluso en Espa?a, por televisi¨®n, a mucha gente que, sin gustarle el deporte, quedaba atrapada por aquel juego de brutos practicado por caballeros. Sobre todo, los dos Williams: John, el zaguero m¨¦dico que parec¨ªa curar todo en los campos, y JJ, tres cuartos como Gerald Davies, adem¨¢s de Bennett y Gareth Edwards. A ¨¦ste, uno de los medios de mel¨¦e m¨¢s magistrales de todos los tiempos, le preguntaron hace unos d¨ªas si alg¨²n jugador del equipo actual tendr¨ªa sitio en el suyo. Y no pudo mentir: "Quiz¨¢ el ala Shane Williams [hay tres Williams ahora] tiene la misma calidad y el instinto que ten¨ªa Davies. ?Alguno m¨¢s? Pues..." Nada m¨¢s.

Quinta y ¨²ltima jornada: Italia, 13; Francia, 56. Gales, 32; Irlanda, 20. Inglaterra, 43; Escocia, 22 (la tradicional Calcutta Cup entre ambos equipos). Clasificaci¨®n final: 1. Gales, 10 puntos. 2. Francia, 6. 3. Irlanda, 6. 4. Inglaterra, 4. 5. Escocia, 2. 6. Italia, 0 (gana la Cuchara de Madera al perder todos los partidos)