Fen¨®meno Alonso
El asturiano, ganador del Gran Premio de Malaisia, se convierte en el primer espa?ol que domina el Mundial de f¨®rmula 1
El deporte espa?ol miraba con un cierto distanciamiento el circo de la f¨®rmula 1, como si le pillara muy lejos, inalcanzable. Hab¨ªa la sensaci¨®n de que era un mundo exclusivo de la industria brit¨¢nica y de la francesa y de la pasion italiana, sobre todo por Ferrari; una competici¨®n manejada por personajes extravagantes y millonarios; y, si no, bastaba con remitirse al estrafalario Ecclestone. Pod¨ªan contarse muchos aficionados, gente entendida y profesional que trabajaba en las mejores escuder¨ªas, y las infraestructuras estaban ya puestas, sobre todo en Barcelona y Valencia por no recordar Jerez y el Jarama. A los equipos les encantaba probar y rodar en Montmel¨® y Cheste y hab¨ªa pilotos competentes como Marc Gen¨¦, probador en Maranello, o Pedro Mart¨ªnez de la Rosa, en McLaren-Mercedes.
Faltaba, sin embargo, un l¨ªder capaz de arrastrar al aficionado. Y se present¨® Fernando Alonso, convertido en un conductor imparable si se atiende a su progresi¨®n. Ha sido el m¨¢s joven en ganar una prueba (Hungr¨ªa, 2003, con 22 a?os), en alcanzar la pole-position y el podio (Malaisia, 2003, con 21) y en dar la vuelta m¨¢s r¨¢pida (Canad¨¢, 2003). Ayer, despu¨¦s de un 2004 muy complicado porque su impaciencia y voracidad no encontraban consuelo en el coche, se convirti¨® en el primer espa?ol que lidera el Mundial de f¨®rmula 1.
A sus 23 a?os, Alonso gan¨® en Sepang, sede de la segunda carrera del curso, y ha pasado a ser el referente del campeonato, si no se le quiere llamar favorito. Muy competitivo, especialmente preparado y siempre ambicioso, dispone del mejor coche (Renault), lleva los neum¨¢ticos buenos (Michelin) y Michael Schumacher y su equipo (Ferrari) se han quedado rezagados. A d¨ªa de hoy, y a la espera de acontecimientos como el debut del b¨®lido rojo F2005, se dan las mejores condiciones para discutir el reinado del siete veces campe¨®n: si Schumi lo inici¨® con el agitador Briatore en Benetton, ¨¦xito que le llev¨® a liderar la hegemon¨ªa de Ferrari, ?por qu¨¦ Alonso no puede seguir el mismo camino cuando se cruzan los mismos personajes?
La segunda victoria en su vida ha lanzado la carrera de Alonso y el deporte espa?ol lo celebra. Ha nacido un fen¨®meno porque ya no s¨®lo remonta, sino que gana y gobierna.
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