Desde la palabra

La Residencia de Estudiantes ha organizado un ciclo de mesas redondas y conciertos que explora las relaciones entre m¨²sica y poes¨ªa en torno a la generaci¨®n del 27. Esta semana ha sido el paso del ecuador, con un cambio de impresiones el lunes entre el poeta Jacobo Cortines -qu¨¦ maravilla su ¨²ltimo libro: Consolaciones- y el compositor Luis de Pablo, complementado anteayer con un recital de canciones de algunos de los poetas del 27, puestos en m¨²sica por compositores posteriores en el tiempo. Los int¨¦rpretes proceden de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, tan sutilmente llevada por Jos¨¦ Ram¨®n Encinar.

Lo primero, en una ocasi¨®n como ¨¦sta, es la palabra po¨¦tica. Es importante la adaptaci¨®n de la m¨²sica al texto y tambi¨¦n unos valores interpretativos que hagan aflorar las particulares dimensiones lieder¨ªsticas y expresivas de los versos. En esa confluencia de intencionalidades lo m¨¢s estimulante vino de Rodolfo Halffter y su tratamiento del poema Marinero en tierra, de Alberti, que tuvo adem¨¢s el a?adido de una versi¨®n extraordinaria de la cantante Marta Kn?rr, con el impulsivo acompa?amiento de la pianista de Turkmenist¨¢n Karina Azizova. El otro Halffter, Crist¨®bal, present¨® una obra muy af¨ªn a su l¨ªnea sobre poetas, con Jorge Guill¨¦n de apoyo, y el desentra?amiento del texto a cargo de un recitador, ?ngel S¨¢iz. De una bella voz, en fase de asentamiento, la de Carmen Jim¨¦nez, se benefici¨® Luis de Pablopara sus dos poemas de Gerardo Diego, extra¨ªdos de Manual de espumas, con un grupo de c¨¢mara trivialmente dirigido por Miguel Romea y agresivamente dominado por el flaut¨ªn de Mar¨ªa Jos¨¦ Mu?oz.

No fue el d¨ªa, interpretativamente hablando, de Montsalvatge o de Garc¨ªa Abril, pero lo que prevaleci¨®, en cualquier caso, fue el aire de recreaci¨®n festiva de unas m¨²sicas y unos poemas cercanos. Tuvo una grata atm¨®sfera la velada, algo prioritario en este intento did¨¢ctico de acercamiento a lo propio. Se llen¨® la Residencia y el p¨²blico sali¨® satisfecho.