La revoluci¨®n de los casinos virtuales
El juego y las apuestas por Internet no cesan de crecer a pesar de las m¨²ltiples trabas legales
Los casinos electr¨®nicos se est¨¢n convirtiendo en uno de los negocios m¨¢s boyante en Internet. Los adeptos a los juegos de mesa virtuales, como el p¨®quer o el black jack online, suman ya cerca de dos millones y se calcula que a cada instante puede haber 6.800 personas compartiendo sesiones en la Red, a trav¨¦s de las distintas ventanas abiertas a este universo. Los ingresos de esta flamante industria ascendieron a 9.000 millones de d¨®lares en 2004 y no paran de crecer, a pesar de las trabas legales con las que se topan.
Los ingresos del p¨®quer 'on line' ascendieron a 1.400 millones de d¨®lares en 2004, sobre los 9.000 millones que movi¨® el sector en ese a?o
Los legisladores de EE UU llevan m¨¢s de una d¨¦cada intentando adaptar las reglas de juego para acabar con este 'limbo' legal
Las apuestas en Internet, da igual cual sea su formato, son ilegales en EE UU seg¨²n la aplicaci¨®n de la conocida como Wire Act, la ley por la que se prohibi¨® en 1961 el uso del tel¨¦fono para hacer apuestas deportivas. Los legisladores en el Capitolio llevan m¨¢s de una d¨¦cada intentando adaptar las reglas de juego, para acabar con este limbo legal y sacar tajada al lucrativo negocio del p¨®quer electr¨®nico, entre otros. "Es una forma leg¨ªtima de hacer dinero", se?ala el republicano por Dakota del Norte, Jim Kasper.
Si se legalizan, se?ala Kasper, "aportar¨¢n millones en ingresos a trav¨¦s de los impuestos". Pero el Departamento de Justicia se niega a verlo as¨ª y ha dado ¨®rdenes precisas para impedir que los Estados, como el de Nevada, legalicen por su cuenta los casinos en Internet. Por eso, las empresas que se dedican a este negocio establecen sus sedes en centros off shore como las Islas V¨ªrgenes, las Islas Antigua, Cura?ao, Granada, San Kitts, Islas Cook o el para¨ªso fiscal de Gibraltar, adem¨¢s de Costa Rica o la Rep¨²blica Dominicana.
Un nuevo fil¨®n
Son de los pocos lugares, 85, donde en la actualidad se conceden licencias para operar los casinos electr¨®nicos, porque han visto el fil¨®n que tiene el lucrativo negocio del juego virtual para sus econom¨ªas. Pero esto no evita que las operaciones de estas web de los juegos de azar se hagan desde EE UU o Reino Unido, y muchas coticen en Bolsa con grandes beneficios para sus inversores. De hecho, los pr¨®ximos 6 y 7 de julio se celebrar¨¢ en Las Vegas, el para¨ªso de los juegos de mesa y las apuestas, una conferencia que aglutinar¨¢ a las figuras m¨¢s conocidas de la industria.
Calvin Ayre, organizador del evento y fundador del casino electr¨®nico Bodog.com, explica que este encuentro, el segundo, pretende ser una muestra de que los casinos virtuales y los tapetes de tela pueden convivir en el mismo universo. Ayre es uno de los pioneros en este sector. Su socio, Cole Turner, asegura que existe una simbiosis entre los dos mundos, "no somos predadores". "Nadie que disfrute jugando al black jack en una mesa piensa que Internet ser¨¢ un sustituto de la emoci¨®n que siente en un casino", explica. Es m¨¢s, en Las Vegas se ve como una fuente de atracci¨®n para su negocio.
El ordenador se ha convertido, en apenas dos a?os, en la puerta de acceso m¨¢s pr¨®xima al p¨®quer y el simple clic del rat¨®n est¨¢ llevando los juegos de azar al confort de millones de hogares, donde el amante del p¨®quer puede organizarse las sesiones a conveniencia, y acerca el juego a los que no pueden viajar con frecuencia a Las Vegas o Atlantic City. Est¨¢n abiertas las 24 horas del d¨ªa y muchos aficionados las utilizan adem¨¢s como lugar de entrenamiento, un trampol¨ªn antes de lanzarse al tapete. Y la cobertura medi¨¢tica que se est¨¢ dando a los torneos provoca un verdadero boom en el sector.
Las cifras son espectaculares y los expertos aseguran que esto es s¨®lo el comienzo. ParadisePoker, por ejemplo, registra m¨¢s de 600 manos de p¨®quer por minuto o, si se prefiere, 900.000 al d¨ªa. Dicho de otra manera, se necesitar¨ªan 900 casinos para soportar ese volumen de negocio. Hay otras web conocidas, como PartyPoker, PokerStars, PrimaPoker, PokerRoom o PlanetPoker. Los ingresos del p¨®quer on line ascendieron a 1.400 millones de d¨®lares en 2004, sobre un total de 9.000 millones de d¨®lares que movi¨® el a?o pasado la industria del gambling (apuestas) virtual. El p¨®quer se convierte as¨ª en el segmento de mayor expansi¨®n en este sector.
Para este a?o se prev¨¦ que el negocio del p¨®quer electr¨®nico duplique los ingresos, hasta los 2.800 millones de d¨®lares, un incremento que est¨¢ muy por encima del 22% previsto para el conjunto de los juegos de azar on line y del 4,3% para los casinos reales, seg¨²n la firma de analistas Dresdner Kleinwort Wasserstein. Las previsiones son dif¨ªciles de hacer, en gran parte por el limbo legal en el que se encuentra este universo, pero se habla de que podr¨ªa llegar a mover 250.000 millones de d¨®lares en 2008 a partir de la cantidad de nuevos jugadores que abren cuentas en estas web y del incremento del tr¨¢fico que se est¨¢ observando en la Red durante los ¨²ltimos seis meses.
Precauciones
Las apuestas m¨ªnimas suelen ser de entre 50 centavos y un d¨®lar. La m¨¢xima, de entre 30 y 60 d¨®lares. La web suele quedarse despu¨¦s con el 5% del dinero que se mueve en la mesa, lo que se denomina en la jerga virtual como rake. Al mover cantidades tan peque?as, de entre tres y seis d¨®lares en cada mano, parece menos intimidante que jugar en una mesa real en Las Vegas. Los expertos aconsejan, sin embargo, probar antes en manos sin dinero real, para acostumbrarse al nuevo sistema antes se abrir una cuenta propia.
Lo normal es recurrir a las tarjetas de cr¨¦dito para lanzarse oficialmente al juego. Pero en muchas ocasiones no son aceptadas. La alternativa podr¨ªa ser NeTeller, que permite realizar pagos electr¨®nicos desde su p¨¢gina en Internet. Otros prefieren abrir una cuenta bancaria para financiar sus partidas de cartas. El gran problema es la seguridad. Los expertos aconsejan leer siempre la letra peque?a de las condiciones que se ofrecen. Y aunque algunas de estas mesas electr¨®nicas tienen un c¨®digo de conducta o programas para proteger a los participantes ante alianzas sospechosas entre jugadores u otro tipo de enga?os, el sistema est¨¢ lleno de agujeros.
?sa es la gran dificultad de esta nueva versi¨®n del p¨®quer de mesa, que el oponente puede estar a miles de kil¨®metros de distancia y no se pueden observar sus reacciones. Pero hay un problema mayor, como se?ala Keith Whyte: el de la adicci¨®n. Whyte es directora del Nacional Council on Problem Gambling y asegura que las llamadas a su centro se incrementaron un 25% en 2004. Dice que los torneos de p¨®quer en televisi¨®n est¨¢n endiosando el juego, sin informar de los riesgos. "Es muy peligroso", insiste, "porque al jugar con dinero de pl¨¢stico est¨¢ distanciando a los jugadores del sentido real de sus acciones y de sus consecuencias". "Hay que hacer las apuestas con perspectiva y responsabilidad", aconseja Whyte.
La OMC autoriza las limitaciones
La Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) ha dado la raz¨®n a Estados Unidos esta semana en su litigio con Antigua y Barbados a prop¨®sito del acceso transfronterizo de los juegos y apuestas por Internet. En un documento de 150 p¨¢ginas, el comit¨¦ de apelaciones de la OMC modifica as¨ª una primera decisi¨®n desfavorable a Washington, que hab¨ªa sido condenado en noviembre por la existencia de varias legislaciones estatales de Estados Unidos que proh¨ªben el juego con dinero.
La primera decisi¨®n estimaba que las leyes en vigor de Luisiana, Massachusetts, Dakota del Sur y Utah eran incompatibles con los compromisos de Estados Unidos firmados en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS). En la ¨²ltima decisi¨®n, por el contrario, la OMC reconoce que Estados Unidos ha demostrado que su legislaci¨®n era "necesaria para la protecci¨®n de la moralidad p¨²blica o del mantenimiento del orden p¨²blico. "Esta victoria confirma lo que ya sab¨ªamos desde el principio: que los pa¨ªses de la OMC pueden mantener restricciones sobre el juego y las apuestas por Internet", se felicita Peter Allgeier, representante estadounidense para el comercio virtual.
"Estamos satisfechos de que el comit¨¦ de apelaciones haya aceptado nuestra posici¨®n para que la legislaci¨®n sobre el juego y las apuestas por Internet proteja el orden y la moralidad p¨²blicos", se?ala Allgeier. Seg¨²n el representante norteamericano, las restricciones impuestas por Estados Unidos "pueden ser mantenidas" si no se modifica la legislaci¨®n en ciertos puntos, especialmente en lo que se refiere a las carreras de caballos. En este ¨²ltimo terreno, la legislaci¨®n estadounidense penaliza los servicios de apuestas por Internet con sede en el extranjero.
Antigua y Barbados, que albergan numerosos sitios de juego por Internet, hab¨ªan planteado una querella contra Estados Unidos en marzo de 2003 al estimar que la reglamentaci¨®n norteamericana era contraria a la de la AGCS. Antigua estimaba que la prohibici¨®n estadounidense perjudica a su sector del juego on line, cuyo desarrollo en los ¨²ltimos a?os le permite reducir la actual dependencia sobre el sector tur¨ªstico del archipi¨¦lago caribe?o.
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