Otra vez el Ministerio de la Vivienda
Tras un largo periodo de hibernaci¨®n, el Ministerio de la Vivienda ha vuelto a un primer plano. Si gracias a ¨¦l conocimos las soluciones habitacionales y asistimos al nacimiento de un plan de choque articulado en torno a 11 medidas de las que a d¨ªa de hoy se desconoce la eficacia y el funcionamiento real de muchas de ellas (en realidad, de la casi totalidad), tenemos ya sobre la mesa dos nuevas iniciativas (aunque ¨¦stas estuvieran ya incluidas en el anterior plan de choque).
La primera es la largamente anunciada Sociedad P¨²blica de Alquiler, una actuaci¨®n que pretende potenciar e impulsar la salida al mercado de viviendas vac¨ªas, aumentando las garant¨ªas contra los impagos y presentando este r¨¦gimen como una opci¨®n real y econ¨®micamente viable frente a la compra. La segunda es un gran pacto de Estado en materia de suelo para el que se ha convocado a las comunidades aut¨®nomas y a los ayuntamientos.
La Sociedad P¨²blica de Alquiler es una copia de lo que ya funciona en el Ayuntamiento de Madrid
Sin duda, son dos buenas iniciativas que debemos valorar y ponderar adecuadamente. Ha valido la pena esperar este tiempo para encontrar dos actuaciones con las que el ministerio puede llegar a dejar su sello. Sin embargo, junto al aplauso por la decisi¨®n, conviene poner de manifiesto los puntos oscuros y recordar lo poco novedosas que son ya estas medidas.
En primer lugar, porque la anunciada Sociedad P¨²blica de Alquiler no es en el fondo diferente de la que actualmente est¨¢ en funcionamiento en el Ayuntamiento de Madrid y que, recogida en el programa electoral, ha visto la luz en el a?o 2004 como continuaci¨®n de otras experiencia puestas en marcha en anteriores legislaturas. Agradecemos enormemente al Ministerio de Vivienda el reconocimiento que para el Ayuntamiento supone copiar a nivel estatal una de sus iniciativas, pero que no nos lo vendan como algo novedoso, y sobre todo, por favor, si copian un proyecto, que por lo menos lo hagan bien. Las experiencias est¨¢n ah¨ª. No hay que pensar que porque alguien ya lo haya llevado a efecto no pueda ser v¨¢lido. Realmente merece la pena trabajar en esa direcci¨®n. Ahora bien, un Gobierno que se define como social, un Gobierno que presume de ofrecer nuevos derechos, un Gobierno que no para de hablar de su voluntad de servicio y de su decidida apuesta por la vivienda, pretende cobrar una comisi¨®n del 20% por algo que se ofrece de modo gratuito a todos los usuarios en el Ayuntamiento de Madrid. Sencillamente sorprendente. O mejor dicho, sonrojante.
Comprendo y comparto la voluntad de cooperaci¨®n de esta nueva sociedad p¨²blica con las ya existentes a nivel auton¨®mico y local, pero cuando se plantea con esta estrechez de miras, con tan exiguos objetivos (1.000 viviendas como inicio, cifra alcanzada en los dos primeros meses de funcionamiento en el Ayuntamiento de Madrid) y sin buscar el modo de coordinaci¨®n de todas las actuaciones, parece un dif¨ªcil planteamiento.
La segunda iniciativa es tambi¨¦n de gran calado: un gran pacto de Estado en materia de suelo. L¨¢stima que en este caso tambi¨¦n se trate de una iniciativa que, como bien queda reflejado en el propio informe preparatorio, tiene su precedente directo en enero de 2003 (por iniciativa del PP) y que no logr¨® el consenso de siete comunidades aut¨®nomas (mayoritariamente gobernadas por el PSOE) que lo rechazaron. Hicieron una cuesti¨®n pol¨ªtica de algo que deber¨ªa ser una cuesti¨®n de Estado y de consenso, alejado de los meros intereses partidistas.
Seg¨²n esas comunidades, en aquel momento exist¨ªan divergencias insalvables en materia de valoraciones de suelo y destino de suelos patrimoniales. Sin embargo, ahora todo es perfectamente asumible. Supongo que esto ser¨¢ cuesti¨®n de "talante", la gran palabra con la que se soluciona todo en este Gobierno, aunque en este caso habr¨ªa que decir que se trata s¨®lo de un cambio en el promotor de la idea.
Podr¨ªa decirse que claro, ahora estamos ante un pacto distinto, que ¨¦ste es "m¨¢s dialogado, consensuado, abierto y participativo". Y, sin embargo, por mucho que traten de buscarse diferencias, estamos ante una copia, eso s¨ª, menos concreta y por supuesto m¨¢s difusa y ambigua, de algo que antes no era ni tan necesario ni tan posible. Bastar¨ªa analizar en profundidad el documento y dejarse de juegos florales para comprobarlo. Pero, claro, en materia de talante nos queda todav¨ªa mucho camino por recorrer.
Sigfrido Herr¨¢ez Rodr¨ªguez es secretario de Pol¨ªtica de Vivienda del Partido Popular de Madrid y concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Madrid.
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