El PP quiere que Maragall comparezca en la comisi¨®n sobre el Carmel y hable del 3%

La comisi¨®n sobre el hundimiento del t¨²nel de la l¨ªnea 5 en el Carmel acab¨® ayer la primera ronda. Queda ahora la parte destinada a la adjudicaci¨®n de las obras p¨²blicas. Todo apunta a que la reuni¨®n de ma?ana, donde se decidir¨¢n las comparecencias, puede ser bronca. El Partido Popular quiere que comparezca el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall. Una propuesta que rechaza el resto de los partidos. ?stos acusan a los populares de buscar un "espect¨¢culo" similar al de la abortada moci¨®n de censura y se inclinan por enfriar las comparecencias.

La comisi¨®n que estudia el caso del Carmel tiene un nombre largo: Investigaci¨®n sobre el proyecto, la adjudicaci¨®n, la ejecuci¨®n y el control de las obras de la l¨ªnea 5 del metro, especialmente al paso por el barrio del Carmel, y tambi¨¦n sobre los procedimientos de adjudicaci¨®n, financiaci¨®n y gesti¨®n de la obra p¨²blica en Catalu?a. La primera parte termin¨® ayer con la comparecencia de t¨¦cnicos de la constructora, la direcci¨®n de obra y el Gobierno catal¨¢n. Ma?ana, la comisi¨®n decidir¨¢ a qui¨¦n convoca en relaci¨®n con la segunda parte del enunciado general.

Y ah¨ª empiezan los problemas. El Partido Popular propone, entre otras comparecencias, la de Pasqual Maragall. Se trata, explican sus responsables, de evitar que la ciudadan¨ªa acabe pensando que la pol¨ªtica est¨¢ podrida. Si hay algo en la denuncia sobre el cobro de comisiones, que se sepa.

El resto de los partidos discrepa de ra¨ªz. Los que apoyan al tripartito rechazan de plano la comparecencia del presidente, pero tambi¨¦n CiU, que cree que la presidencia no puede andar en rifirrafe. Todos los partidos, salvo el PP, afirman que lo que pretende ¨¦ste es, precisamente, transmitir la idea de que hay una especie de acuerdo entre el resto de fuerzas para ocultarse las miserias las unas a las otras.

Lo cierto es que, como preparaci¨®n de la reuni¨®n de ma?ana, ha habido contactos entre los grupos. Casi todos negativos. CiU rechaz¨® la pretensi¨®n de los partidos del Gobierno de convocar a responsables de Adigsa, empresa p¨²blica vinculada a un supuesto tr¨¢fico de influencias a trav¨¦s de un familiar lejano del ex consejero Felip Puig. Si se convocaba a Adigsa, los convergentes amenazaban con exigir la comparecencia de las empresas dependientes del Ayuntamiento de Barcelona, con Barcelona Regional a la cabeza. Al tiempo, se le suger¨ªa a CiU que se pod¨ªa convocar a personas muy cercanas al ex presidente Jordi Pujol.

Las exigencias del PP tampoco han quedado sin respuesta. Sus diputados han escuchado la posibilidad de que sea llamado a declarar su ex dirigente Enrique Lacalle, que escribi¨® una nota sobre "el paso del platillo" a un empresario hoy procesado.

"Esto s¨®lo sirve para que la gente acabe pensando que en la pol¨ªtica todo est¨¢ podrido, y no es verdad. Confiamos en que acabe imponi¨¦ndose la cordura", coment¨® ayer uno de los diputados de la comisi¨®n.

De momento, lo que est¨¢ pr¨¢cticamente decidido es la comparecencia de representantes de la Sindicatura de Cuentas y de la C¨¢mara de Contratistas de Catalu?a.

Tres t¨¦cnicos

La sesi¨®n de ayer dio poco juego. Hubo tres comparecencias: David Folch, un ingeniero ge¨®logo dependiente de la direcci¨®n de obra; Sergio Gracia, jefe de obra de la uni¨®n temporal de empresas, y Jordi Jubany, ge¨®logo del Departamento de Pol¨ªtica Territorial.

Folch insisti¨® en la tesis, exculpatoria para la direcci¨®n de obra, seg¨²n la cual se realiz¨® una excavaci¨®n que no hab¨ªa que haber hecho y ese fue el detonante del hundimiento. Gracia lo neg¨® de plano. No hab¨ªa excavaci¨®n, s¨®lo retirada del fango para cementar la base, algo perfectamente previsto en el protocolo y conocido por la direcci¨®n de obra. Jubany fue el que menos aport¨®. ?l ni siquiera acudi¨® en un primer momento a la obra porque no crey¨® que fuera grave. En cambio aport¨® un dato: los intentos de crear un mapa geol¨®gico han topado con los intereses de las empresas, que creen que as¨ª perder¨ªan encargos. Folch explic¨® que durante 70 d¨ªas no se midieron los movimientos en el t¨²nel porque hab¨ªa un cami¨®n all¨ª aparcado. Gracia lo neg¨®. Discreparon tanto que el primero vio el terreno seco y el segundo mojado.