Alarmismos burs¨¢tiles
Una nueva tanda de ca¨ªdas generalizadas en la jornada del lunes, tras la que tuvo lugar el viernes, ha colocado ya en terreno negativo, en c¨®mputo de variaci¨®n de precios desde el inicio del a?o, a la pr¨¢ctica totalidad de las Bolsas mundiales. En el caso de la Bolsa espa?ola, la p¨¦rdida del soporte de los 9.000 puntos en el Ibex situaba a dicho ¨ªndice un 7% por debajo del m¨¢ximo del a?o, alcanzado el 15 de febrero.
La generalidad e intensidad de las ca¨ªdas, produci¨¦ndose adem¨¢s en un contexto de muy elevados vol¨²menes de contrataci¨®n, otorgan una mayor virtualidad al fen¨®meno, y despiertan reminiscencias de anteriores episodios de crisis burs¨¢tiles generalizadas, motivo por el que parece razonable examinar el car¨¢cter m¨¢s o menos coyuntural, o de fondo, de los desencadenantes de esa p¨¦rdida de confianza en la renta variable.
Aunque entre los detonantes m¨¢s inmediatos de las ventas de acciones puedan haber influido la publicaci¨®n de algunos resultados empresariales un tanto decepcionantes, correspondientes al primer trimestre, lo cierto es que la mayor carga de negatividad hay que atribuirla a las dudas sobre la sostenibilidad del ciclo econ¨®mico mundial, y en particular sobre los desequilibrios en que el mismo se asienta en la actualidad.
El modelo econ¨®mico mundial descansa en un reparto de funciones que, aparentemente, permite cuadrar las cuentas a escala mundial, pero con evidentes riesgos: Estados Unidos ser¨ªa la gran (y ¨²nica) locomotora mundial merced a un insaciable apetito de sus consumidores, tanto privados como del sector p¨²blico; China ser¨ªa el gran productor mundial -en gran medida para satisfacer esa demanda de consumo estadounidense-, y, por tanto, el causante indirecto, v¨ªa su demanda para producir, del incremento de precio de las materias primas y petr¨®leo; y Europa y Jap¨®n ser¨ªan actores "pasivos", viviendo de su sector exterior -de nuevo "a costa" del consumidor americano- y aportando la financiaci¨®n necesaria para "cuadrar las cuentas".
M¨¢s all¨¢ de los manique¨ªsmos que cada uno de los tres bloques tiene sobre su propia responsabilidad y la de los dem¨¢s, lo cierto es que el desequilibrio impl¨ªcito en ese reparto de funciones tiene evidentes riesgos, sobre todo relacionados con la sostenibilidad de la posici¨®n exterior estadounidense, as¨ª como con la capacidad del modelo para digerir incrementos adicionales del precio del petr¨®leo.
Ahora bien, estando clara la presencia de esos riesgos, lo cierto es que no son nuevos, y se viene alertando sobre ellos desde hace tiempo. Quiz¨¢ lo novedoso de la pasada semana haya sido la "alarmista" interpretaci¨®n que de los mismos se realiz¨® desde el Fondo Monetario Internacional, en las v¨ªsperas de su asamblea de primavera, conjunta con el Banco Mundial. De hecho, las primeras ca¨ªdas en Bolsa segu¨ªan r¨¢pidamente a las severas advertencias del FMI sobre la sostenibilidad de los desequilibrios externos.
Sin quitar ni un ¨¢pice de justificaci¨®n a dichas advertencias, las mismas parecen denotar un cierto intento de forzar a que cada uno de los tres bloques mencionados haga sus tareas (Estados Unidos recortando su gasto; Europa y Jap¨®n tomando medidas para garantizar crecimiento interno; y China flexibilizando su tipo de cambio); y para ello nada mejor que el fantasma de una nueva crisis burs¨¢til, como amenaza de fondo (y del Fondo)
?ngel Berges es socio de Analistas Financieros Internacionales y catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
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