Nuevo desastre del Atl¨¦tico

El principal h¨¢ndicap del Atl¨¦tico es su alarmante incapacidad para mantener el bal¨®n. Pese a contar con un jugador temporizador, Colsa, y dos grandes conductores, Ibagaza y Gronjkaer, sus jugadas en El Sadar no duraron m¨¢s de un suspiro. Cuando montaba las alas y se organizaba em el centro del campo, el cuero desaparec¨ªa de sus botas, oblig¨¢ndole a bascular de nuevo y recuperar posiciones. El resultado fue claro: en la primera mitad ni un tiro a puerta y demasiados kil¨®metros en sus piernas.

Osasuna tampoco manej¨® el bal¨®n con propiedad, pero fue certero en el ataque. Su plantel de suplentes se adelant¨® con una jugada por la izquierda de Delporte, que templ¨® y Aloisi remat¨® con mucha potencia a la carrera.

El encuentro comenzaba extra?o y destemplado, con mucha presi¨®n para el Atl¨¦tico y la sensaci¨®n de dej¨¤ vu despu¨¦s del partido copero del mi¨¦rcoles. S¨®lo el tanto del australiano salv¨® la primera mitad, en la que Torres fue un espantap¨¢jaros cosido a patadas y agarrones. El miedo a que el internacional se asomase al ¨¢rea era tal que no importaban demasiado los medios para neutralizarlo. Y eso que los dos centrales de Osasuna eran de circunstancias, Cu¨¦llar y Fla?o, que tampoco tuvieron demasiados problemas para detener los ataques rivales. Los madrile?os lo hac¨ªan todo solo.

C¨¦sar Ferrando, habituado a los remiendos de ¨²ltima hora, busc¨® en el banquillo a un delantero y encontr¨® a Salva, que ya hab¨ªa servido como sustancia ofensiva en el ¨²ltimo tramo de la Copa. Torres agradeci¨® la presencia de un puntal fijo en el ¨¢rea de Sanzol. El Atl¨¦tico, un poco m¨¢s compuesto y ali?ado, se abri¨® m¨¢s, calm¨® las posesiones y empez¨® a atacar desde atr¨¢s tratando de romper la defensa rojilla por las costuras. Sin embargo, pese al orden y las nuevas ¨®rdenes t¨¢cticas, su juego no pas¨® de discreto.

Las posibilidades europeas del Atl¨¦tico volaban al ritmo de los minutos y Osasuna trataba de perder el m¨¢ximo tiempo posible, subyugando sus ataques a los balones largos para Milosevic, que no estuvo fino y apenas tuvo opci¨®n de bajar la pelota, darse la vuelta y probar a Leo Franco. Por la banda derecha, el peligro navarro tampoco llegaba. El invento de Javier Aguirre probando al zurdo Moha por el lateral diestro no dio fruto.

El mexicano, para tratar de controlar el partido, que se le escapaba por momentos, se decant¨® por otra soluci¨®n novedosa. Hizo debutar al canterano Sota, que disputaba su primer partido como profesional y demostr¨® maneras de clase, aunque la sombra del sancionado Pablo Garc¨ªa es demasiado alargada. El sacrificado en la sustituci¨®n fue Aloisi, una declaraci¨®n de intenciones a la hora de valorar riesgos y resultados ajustados.

Precisamente desde el centro del campo surgi¨® una de las pocas ocasiones del Atl¨¦tico. Salva encaraba tras un pase desde la medular, pero la intervenci¨®n de Cu¨¦llar con una entrada dura quebr¨® las posibilidades del delantero. La falta, botada por Antonio L¨®pez, fue un esperpento.

Con la desesperaci¨®n por bandera e Ibagaza y Torres tratando de llevar el bal¨®n desde atr¨¢s, los atl¨¦ticos dieron una vuelta m¨¢s a la tuerca. Si durante los primeros 25 minutos de la segunda mitad supieron llevar el ritmo y manejar la l¨ªnea central, despu¨¦s volvieron a ofrecer esa imagen de conjunto ca¨®tico, empe?ado en llevar el bal¨®n arriba sin tener en cuenta si los delanteros estaban o no.

El desastre, para Ferrando, s¨®lo se pod¨ªa superar con m¨¢s delanteros y Braulio sustituy¨® a un diluido Colsa con el objetivo de masacrar a Osasuna. El canario fabric¨® una jugada magn¨ªfica por la derecha y dej¨® el bal¨®n a un desafortunado Salva. Quedaban diez minutos y, como en el choque de la Copa, Cu¨¦llar volvi¨® a ser expulsado por una notable tarascada a Fernando Torres. Sin tiempo para mucho m¨¢s, Osasuna trat¨® de parar el reloj con las viejas arter¨ªas del f¨²tbol. Y lo consigui¨®. En tres d¨ªas el Atl¨¦tico volv¨ªa a ser superado por Osasuna, que. esta vez sin superioridad clara, por lo menos demostr¨® tener pegada y casi tir¨® sus ilusiones europeas. El cuadro navarro se garantiza su permanencia en Primera.