Europa digiere su reunificaci¨®n
Los miedos por el ingreso de 10 pa¨ªses no se han disipado un a?o despu¨¦s de la ampliaci¨®n
![Carlos Y¨¢rnoz](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F5826c5db-a4b8-4765-8aff-2f41874d4a78.jpg?auth=e53db63f375dbcaa0b0b9a571dbe317eebeef33266cff8414685d31bc95e4ec9&width=100&height=100&smart=true)
La unificaci¨®n de Europa est¨¢ a¨²n en rodaje. Cuando se cumple hoy un a?o de la gran ampliaci¨®n de la UE al Este, el saldo es agridulce. Frente a las obvias ventajas pol¨ªticas para la estabilidad del continente que supuso el ingreso en el club de 10 nuevos pa¨ªses, los antiguos socios airean miedos y alarmas sobre los efectos negativos del paso que ha cambiado la vida de 450 millones de europeos: deslocalizaciones, dumping social y fiscal, migraciones descontroladas, bloqueo institucional... Esas cr¨ªticas protagonizan la campa?a del refer¨¦ndum franc¨¦s sobre la Constituci¨®n europea y aconsejan prudencia ante las siguientes oleadas de la ampliaci¨®n.
La UE aument¨® su poblaci¨®n un 20%, pero su PIB s¨®lo creci¨® el 5% con la llegada de Polonia, Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa, Eslovaquia, Lituania, Letonia, Estonia, Eslovenia, Chipre y Malta. Por eso, el temor a oleadas migratorias hizo que s¨®lo Reino Unido, Irlanda y Suecia eliminaran barreras a la libre circulaci¨®n de trabajadores del Este. Los dem¨¢s s¨®lo levantar¨¢n las restricciones tras un periodo transitorio que puede llegar hasta 2010.
"Se ha demostrado que el miedo a que los trabajadores polacos inundaran los mercados laborales era falso", asegura el Gobierno de Varsovia, que cifra en s¨®lo 30.000 sus emigrantes en el ¨²ltimo a?o. Los n¨²meros bailan. En el Reino Unido fueron 133.000 los ciudadanos del Este que se inscribieron en las oficinas de empleo entre mayo y diciembre de 2004, pero el 40% ya estaban all¨ª antes de la ampliaci¨®n, seg¨²n Londres. En Irlanda, m¨¢s de 70.000. En Suecia, 4.100 en todo 2004.
Es representativo el caso de Espa?a: el 1 de enero hab¨ªa 59.288 inmigrantes de esos 10 pa¨ªses y, en cambio, es muy elevada la de rumanos (306.000) y b¨²lgaros (89.791), pese a que sus pa¨ªses no est¨¢n a¨²n en la UE.
Peor es ahora el p¨¢nico por las deslocalizaciones a pa¨ªses m¨¢s competitivos por tener menos impuestos y salarios m¨¢s bajos. "Pese a ser lamentable y muchas veces simplista, no se puede negar que, sobre todo en los debates econ¨®micos, los intereses de los nuevos Estados chocan muchas veces con los intereses de los antiguos", ha reconocido en un art¨ªculo Jean-Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo, el pa¨ªs que ahora preside la UE.
Un ejemplo y una provocaci¨®n. Una empresa letona consigui¨® hace tres meses un contrato para construir una escuela p¨²blica cerca de Estocolmo, pero la presi¨®n de los sindicatos suecos forz¨® su anulaci¨®n. En Francia, el empresario Michel White, fabricante de bobinas, ha ofrecido a diez de sus trabajadores cercanos a la jubilaci¨®n puestos alternativos en Rumania por 110 euros al mes.
La deslocalizaci¨®n empez¨® antes de la ampliaci¨®n con el traslado de f¨¢bricas de Alemania, Francia o Espa?a a la Rep¨²blica Checa, Eslovaquia o Polonia. Para el comisario de Industria y antes de la Ampliaci¨®n, el alem¨¢n G¨¹nter Verheugen, todo se debe "a la globalizaci¨®n m¨¢s que a la ampliaci¨®n".
Katinka Barysch, del Centre for European Reform, es muy cr¨ªtica con los viejos socios: "Es muy f¨¢cil para los pol¨ªticos de Europa occidental culpar al Este y denunciar un dumping salarial o social. Las elevadas tasas de paro exist¨ªan en Francia o Alemania antes de la ampliaci¨®n. Hay una actitud nefasta en el terreno de la solidaridad europea porque tenemos la responsabilidad de ayudar a esos pa¨ªses a converger con nosotros".
No lo creen as¨ª en Francia, donde olvidan haber multiplicado por cuatro en diez a?os sus ventas al Este. Junto con Alemania (8,5% m¨¢s exportaciones hacia los diez el a?o pasado), Francia es el viejo socio que peor soporta la nueva competencia. El a?o pasado forz¨® que Bruselas prohibiera que las empresas deslocalizadas tengan ayudas europeas.
La pol¨¦mica se alimenta de un lado y otro. La comisaria de Pol¨ªtica Regional, la polaca Danuta H¨¹bner, origin¨® una tremenda polvareda hace semanas cuando dijo que hab¨ªa que "facilitar las deslocalizaciones dentro de Europa" para evitar traslados a China o Asia. El impetuoso dirigente conservador Nicolas Sarkozy, ex ministro franc¨¦s de Finanzas, ya hab¨ªa caldeado el ambiente: "En Europa no se puede decir 'somos suficientemente ricos para bajar los impuestos' y, al mismo tiempo, pedir a los antiguos socios que paguen los fondos estructurales que nosotros no podemos utilizar".
La realidad se impone y los viejos socios han tenido que reaccionar. El Gobierno franc¨¦s ha aprobado rebajas fiscales por valor de 750 millones de euros "para disuadir a las empresas de recurrir a la deslocalizaci¨®n", como se?ala un informe oficial. La ley francesa de 35 horas semanales ya ha sido edulcorada. Austria, vecina de Eslovaquia (19% de impuesto de sociedades), ha bajado esa tasa del 34% al 25%, y Alemania piensa hacerlo del 25% al 19%. Los empleados de Siemens o Volkswagen han asumido gratis m¨¢s horas de trabajo con tal de evitar las deslocalizaciones.
En ese contexto se inscribe la marcha atr¨¢s de Bruselas en el proyecto legal para liberalizar el mercado de servicios, la directiva Bolkestein. Marek Belka, el primer ministro polaco, ha sido uno de los pocos en plantar cara al denunciar el "mito franc¨¦s" que describe al emigrante polaco como "un fontanero que llega a Francia con una llave inglesa en la mano para arreglar tuber¨ªas".
El fen¨®meno se produce cuando los pa¨ªses del Este est¨¢n creciendo a una media anual (4%) que duplica la occidental. Y mantendr¨¢n ese ritmo gracias a las ayudas comunitarias. Del 1 de mayo de 2004 al pasado 1 de enero, los 10 nuevos socios recibieron de Bruselas 5.987 millones, frente a los 3.158 que aportaron. Entre 2004 y 2006 percibir¨¢n 24.000 millones, la mitad para Polonia. En Chequia, los tipos de inter¨¦s (1,75%) son los m¨¢s bajos de la UE, lo que da idea de su solidez econ¨®mica. Polonia aument¨® un 35% sus exportaciones de mayo a diciembre de 2004.
El balance agridulce aconseja echar el freno en una ampliaci¨®n que "va demasiado deprisa", seg¨²n la comisaria de Exteriores, la austriaca Benita Ferrero-Waldner. Bulgaria y Rumania acaban de firmar el Tratado de Adhesi¨®n para 2007 bajo amenazas de retrasarla. Croacia ha visto postergadas sus negociaciones hasta que colabore con La Haya. Pensando en Turqu¨ªa, Francia ha cambiado su Constituci¨®n para que todo ingreso pase antes por un refer¨¦ndum.
Fraser Cameron, del European Policy Centre, vislumbra que la UE tendr¨¢ ya 33 socios en 2012 y hasta 41 en 2025, pero antes "hay que demostrar que funciona con 25". "S¨®lo as¨ª podr¨¢ contemplar nuevas ampliaciones".
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