Los pa¨ªses del Este despegan
Los centroeuropeos piden respeto tras el ¨¦xito econ¨®mico de su primer a?o en la UE
Cuando los checos celebraban en las calles de Praga hace hoy exactamente un a?o su entrada en la Uni¨®n Europea, el presidente del pa¨ªs, V¨¢clav Klaus, un convencido euroesc¨¦ptico, tom¨® una decisi¨®n altamente simb¨®lica. Dirigi¨® un discurso a la naci¨®n desde la colina Blanik, una de las que rodean la capital y lugar de reposo, seg¨²n cuenta la leyenda, de unos caballeros medievales que s¨®lo despertar¨¢n de su sue?o eterno cuando la patria est¨¦ en peligro. Un a?o despu¨¦s de su acceso a la UE, la Rep¨²blica Checa no s¨®lo no est¨¢ amenazada, sino que vive, como el resto de los pa¨ªses de la ampliaci¨®n, una aut¨¦ntica primavera econ¨®mica.
El crecimiento del PIB en 2004 alcanz¨® una media para la regi¨®n del 5% frente al 3,7% del a?o anterior, y en el presente curso se espera que supere el 4%, el doble que en la zona euro. Los ingresos de los agricultores, gracias a las ayudas de Bruselas, subieron m¨¢s del 50% y se multiplic¨® la inversi¨®n extranjera. En el caso checo, adem¨¢s, la bonanza estuvo acompa?ada por el control de la inflaci¨®n (2,6%), la reducci¨®n del d¨¦ficit y el aumento de la productividad.
"?Acaso alguien piensa que los peluqueros de Praga van a invadir Francia?"
Este ¨¦xito parece haber puesto nerviosos a algunos pol¨ªticos de la vieja Europa. Los miedos que agitan estos d¨ªas franceses y alemanes -fuga de empresas, liberalizaci¨®n de servicios, invasi¨®n de trabajadores extranjeros- parecen en Praga fuera de lugar. "Puedo asegurar que la Rep¨²blica Checa no representa una amenaza para nadie. ?Acaso alguien piensa que los peluqueros de Praga van a invadir Francia?", se pregunta Cyril Svoboda, ministro checo de Exteriores. Por su parte, Martin Povejsil, director general en el mismo ministerio, se?ala: "La vieja Europa tendr¨¢ que acostumbrarse a nosotros. La UE no es de ellos. Pronto entrar¨¢n Rumania y Bulgaria y se abrir¨¢n nuevos horizontes. Tenemos que asumirlo todos".
El viceprimer ministro para Asuntos Econ¨®micos, Martin Jahn, afirma: "No me gustan las barreras que quieren poner los franceses entre los viejos pa¨ªses de la UE y los 10 nuevos, m¨¢xime cuando son las empresas francesas las que est¨¢n expandi¨¦ndose. La f¨¢brica que va a instalar la Peugeot a 50 kil¨®metros de Praga es completamente nueva, no es un traslado".
La competencia entre los propios pa¨ªses de la ampliaci¨®n por hacerse con las inversiones extranjeras es feroz. "Cada vez que una compa?¨ªa automovil¨ªstica anuncia que va a invertir en el este de Europa se organiza una pelea en la que desde luego no hay hermanos", afirma Jiri Pehe, ex consejero del presidente V¨¢clav Havel y actualmente director de la New York University en Praga. La Rep¨²blica Checa ocupa el primer puesto de los pa¨ªses del Este en inversiones extranjeras, representando las alemanas un tercio del total.
Otro combate reci¨¦n comenzado es el del reparto de los fondos europeos para el periodo 2007-2013. El ministro Svoboda espera que en este caso los nuevos formen un "frente com¨²n". Jahn advierte, no obstante, que su pa¨ªs ser¨¢ el primero de este grupo en convertirse en contribuyente neto a las arcas europeas. "Probablemente despu¨¦s de 2013 no recibamos fondos porque habremos superado ya el promedio de renta europea".
La pertenencia a la UE ha permitido tambi¨¦n a los nuevos jugar unas bazas diplom¨¢ticas impensables hace unos a?os. Polonia y Lituania intervinieron en la crisis pol¨ªtica de Ucrania a favor de V¨ªktor Y¨²shenko; los l¨ªderes de Estonia y Lituania retan al Kremlin con su ausencia en la celebraci¨®n en Mosc¨² el pr¨®ximo 9 de mayo del fin de la II Guerra Mundial; y la mayor¨ªa de ellos desafiaron a la vieja Europa con su presencia militar en Irak. "Es una obligaci¨®n de los pa¨ªses democr¨¢ticos estar all¨ª, hay que tener la valent¨ªa de estar all¨ª", afirma retador el ministro de Exteriores checo. Su pa¨ªs mantiene un peque?o contingente militar en Bagdad.
Lituania, Eslovenia y Hungr¨ªa ya han ratificado por v¨ªa parlamentaria la Constituci¨®n europea. En la Rep¨²blica Checa no se ha decidido a¨²n si someterla a refer¨¦ndum o no y tampoco la fecha, aunque se da por seguro que ser¨¢ en 2006. El resultado es incierto. Aunque los sondeos indican una mayor¨ªa favorable al s¨ª y el Gobierno de coalici¨®n entre socialdem¨®cratas, democristianos y liberales tambi¨¦n lo es, el presidente Klaus, que ha comparado a Bruselas con el Comecon -el antiguo mercado com¨²n de la ¨¦poca sovi¨¦tica-, no ha parado de hacer declaraciones en contra del tratado por considerarlo intervencionista.
Klaus, un liberal thacherista, goza de amplio respeto e influencia. La firmeza de sus convicciones contrasta con la ligereza de parte de la clase pol¨ªtica checa. Estos d¨ªas la comidilla de los caf¨¦s de Praga era el lapsus del nuevo primer ministro, Jiri Paroubek, en un debate radiof¨®nico. Preguntado si hab¨ªa sido infiel a su mujer, respondi¨®: "Supongo que no". Sea como fuere, el hispanista Oldrich Kaspar arriesga un pron¨®stico: "Ganar¨¢ el s¨ª a la Constituci¨®n por la m¨ªnima, pero, como en Espa?a, nadie se la va a leer".
![Celebraci¨®n en Praga de la ampliaci¨®n de la UE, el 1 de mayo de 2004, con fuegos artificiales sobre la catedral.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/K32R66NFJ5XR56EWCHMLXL5GD4.jpg?auth=3eb6537e952d8e37c82c79d3b90f5cc45a649df5ad00b9f7bd25eaf8ea72291b&width=414)
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