Un estudio revela que persiste la brecha entre comunidades pese al incremento del gasto
El abandono prematuro de los estudios se mantiene en las regiones con menos presupuesto
Las ¨²ltimas evaluaciones internacionales de los sistemas educativos han puesto de manifiesto que no basta con una inversi¨®n generosa para la escuela; hace falta tambi¨¦n saber c¨®mo y en qu¨¦ se invierte. Pa¨ªses como Estados Unidos o Dinamarca no han tenido unos resultados acordes a su esfuerzo econ¨®mico, por ejemplo. ?Qu¨¦ pasa en Espa?a a ese respecto? La comunidad educativa reclama al ministerio que el porcentaje del PIB destinado a educaci¨®n se eleve hasta el 6% para equipararlo a las cifras europeas. En la actualidad est¨¢ en un 4,4%. Tambi¨¦n se ha repetido a los sucesivos Gobiernos que acompa?en sus leyes educativas con una financiaci¨®n suficiente. La Ley de Calidad del PP se aprob¨® en la ¨²ltima legislatura sin una memoria econ¨®mica, y para el proyecto que ahora se debate, la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE), hay, por el momento, un compromiso de la ministra Mar¨ªa Jes¨²s San Segundo de que se presentar¨¢ al Parlamento con las cuentas hechas.
Un exhaustivo estudio de Comisiones Obreras, el sindicato mayoritario en la escuela p¨²blica, ha fotografiado el esfuerzo econ¨®mico efectuado por las comunidades aut¨®nomas una vez que las ¨²ltimas recibieron las transferencias en esta materia. El estudio ha puesto en relaci¨®n esa inversi¨®n con las necesidades educativas satisfechas y los resultados acad¨¦micos de los alumnos.
De todo ello se obtiene un primer resumen: el esfuerzo en gasto p¨²blico educativo de algunas comunidades como Andaluc¨ªa, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia ha servido para satisfacer en gran medida necesidades b¨¢sicas como la escolarizaci¨®n en etapas no obligatorias, pero no encuentra un buen reflejo en los resultados acad¨¦micos: en esas comunidades el abandono educativo temprano sigue m¨¢s alto que en las dem¨¢s, por ejemplo.
Escolarizados
En la d¨¦cada que va de 1992 a 2002 (los ¨²ltimos a?os de que se dispone de datos oficiales), las comunidades han ido escolarizando a sus alumnos hasta alcanzar todas niveles parejos. Pero el desembolso econ¨®mico para ello ha sido bien desigual puesto que no todas part¨ªan de la misma situaci¨®n; en esa d¨¦cada la poblaci¨®n escolarizable se redujo en Espa?a un 26,7%, aunque esa reducci¨®n fue de un 35% en Asturias, frente al 7,4% de Baleares, por ejemplo. La poblaci¨®n de 14 a 18 a?os (edades de educaci¨®n no obligatoria en esta d¨¦cada) fue decreciendo, pero mientras que en el Pa¨ªs Vasco, por ejemplo, se perdi¨® un 41% de esa poblaci¨®n, o un 35% en Catalu?a o un 33% en Madrid, comunidades como Extremadura acusaron un descenso mucho menor, un 18%; 22,9% en Andaluc¨ªa, 20% en Castilla la Mancha y Canarias, y 16% en Baleares. As¨ª pues, partiendo de tasas menores de escolarizaci¨®n y con un n¨²mero de alumnos que no decrec¨ªa tanto como en otras, estas comunidades han debido hacer un esfuerzo econ¨®mico para acercar sus cifras a las del resto. Entre los ni?os de tres a cinco a?os el resultado es similar.
Si se observan los datos a partir del a?o 2000, cuando se complet¨® el traspaso de las competencias educativas, puede verse que el gasto educativo de las comunidades tambi¨¦n ha sido bien distinto en relaci¨®n a su PIB. En 2001 el gasto educativo relacionado con el PIB era un 6% en Extremadura, frente al 2,8% de Madrid, Catalu?a y Baleares, por ejemplo, seg¨²n los datos del citado estudio. La media estatal en ese momento era de un 4%. De esta forma, el gasto por alumno en los centros p¨²blicos ese mismo a?o era similar al de esas comunidades (ver gr¨¢fico). "Para que regiones como Extremadura puedan hacer frente a las necesidades educativas, deben emplear buena parte de su PIB porque son comunidades m¨¢s pobres. Ah¨ª est¨¢ su esfuerzo", se?al¨® el secretario general de Ense?anza en Comisiones, Jos¨¦ Campos.
Resultados
Despu¨¦s de todo esto, ?qu¨¦ ha pasado con los resultados? "A pesar del esfuerzo econ¨®mico que han hecho comunidades como Andaluc¨ªa, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura o Murcia, los resultados acad¨¦micos no est¨¢n a la altura de otras comunidades cuyo gasto educativo respecto de su PIB es mucho menor", a?adi¨® Campos. Para ello, como se?ala el estudio, se apoyan en la tasa de abandono educativo temprano, el tanto por ciento de j¨®venes de 18 a 24 a?os que ha dejado de estudiar sin haber sacado su t¨ªtulo de secundaria posobligatoria.
Estos datos los extraen de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa, en la que se pregunta a los j¨®venes de esta edad por los estudios que pueden acreditar. La tasa de abandono se redujo de 1992 a 1997 en 10 puntos, del 41% al 31%. De ese a?o a 2002 baj¨® otros dos puntos, hasta un 29%. En 1992, el 54% de los alumnos castellano-manchegos de esas edades sal¨ªa al mercado laboral sin su t¨ªtulo, mientras que s¨®lo el 26,8% lo hac¨ªa en el Pa¨ªs Vasco. Diez a?os m¨¢s tarde, las diferencias van del 37% de Extremadura, una cifra similar a la de Baleares, Castilla-La Mancha y Andaluc¨ªa, al 12% del Pa¨ªs Vasco. Aunque todas han mejorado en este aspecto, en esta variable las diferencias relativas se han incrementado entre comunidades. "Una explicaci¨®n posible es que el esfuerzo econ¨®mico realizado para satisfacer carencias que arrastraban desde hace a?os les ha impedido dedicar esos recursos a la calidad educativa y a la mejora de los resultados escolares", explic¨® Campos.
A juicio del sindicato, "las comunidades que ten¨ªan mayor poblaci¨®n escolar que atender, que han hecho mayores esfuerzos financieros y que, sin embargo, han empeorado en su posici¨®n relativa en los resultados, debieron haber sido objeto de especiales medidas de compensaci¨®n educativa de car¨¢cter territorial".
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