Informe PISA por comunidades aut¨®nomas: Catalu?a se hunde, Castilla y Le¨®n sobresale y Madrid se recupera

Los resultados del informe PISA publicados este martes reconfiguran, aunque solo hasta cierto punto, el mapa educativo espa?ol. El tri¨¢ngulo del norte, formado por Castilla y Le¨®n, Asturias y Cantabria, se consolida como el que mejores resultados obtiene. El Pa¨ªs Vasco y sobre todo Catalu?a, que no hace tantos a?os se situaban en la parte alta de la clasificaci¨®n, caen mucho, un descalabro que se suma a otras se?ales preocupantes que ambos sistemas educativos vienen emitiendo en los ¨²ltimos a?os. Y Madrid se recupera del gran retroceso que protagoniz¨® en la anterior edici¨®n, la de 2018, de la principal evaluaci¨®n internacional, que empez¨® a publicarse en el a?o 2000; la regi¨®n sube en los tres ex¨¢menes, matem¨¢ticas, ciencias y, especialmente, en compresi¨®n lectora, aunque sin llegar al nivel que ocup¨® hasta 2015.

En funci¨®n de los resultados agregados de las tres pruebas, marcadas en todo el mundo por el peso de la pandemia, las 17 comunidades aut¨®nomas quedan ordenadas as¨ª: Castilla y Le¨®n, Asturias, Cantabria, Madrid, La Rioja, Galicia, Arag¨®n, Navarra, Comunidad Valenciana, todas ellas por encima de la media espa?ola, y Pa¨ªs Vasco, Baleares, Extremadura, Murcia, Catalu?a, Castilla-La Mancha, Andaluc¨ªa y Canarias, por debajo del promedio (ver gr¨¢ficos para comparar su evoluci¨®n en cada prueba).

En matem¨¢ticas, las tres primeras comunidades aut¨®nomas espa?olas obtienen de 499 a 493 puntos, lo que las coloca al nivel de Pa¨ªses Bajos y Canad¨¢. Y las tres ¨²ltimas entre 447 a 463 puntos, lo que las sit¨²a en el rango de Turqu¨ªa y Estados Unidos. En lectura, las mejor clasificadas obtienen entre 498 y 496 puntos, como Australia y el Reino Unido, y las que menos, entre 461 y 463, como Pa¨ªses Bajos y Vietnam. En ciencias, las comunidades mejor posicionadas logran entre 506 y 504 puntos, como Canad¨¢ e Irlanda, y las peor situadas, entre 473 y 475 puntos, en la franja de Italia.

En l¨ªnea con lo que sucede con el conjunto de Espa?a, la mayor parte de las comunidades aut¨®nomas han resistido mejor que el promedio de los pa¨ªses desarrollados la importante p¨¦rdida de conocimientos causada por la pandemia. Y como consecuencia de ello, 10 de las 17 comunidades quedan en esta ocasi¨®n en matem¨¢ticas por encima del promedio de la OCDE, la organizaci¨®n integrada por los pa¨ªses ricos que organiza las pruebas. Nueve tambi¨¦n quedan por encima de la media en comprensi¨®n lectora y ocho, en ciencias. En la nueva edici¨®n de PISA han participado 690.000 estudiantes de 15 y 16 a?os de 81 pa¨ªses y territorios, 30.800 de ellos espa?oles. Los ex¨¢menes se realizaron en la primavera de 2022 y la evaluaci¨®n est¨¢ marcada por ello en todo el planeta por las disfunciones causadas por la pandemia.

La brecha entre comunidades va a menos

Una de las conclusiones que ofrecen los resultados es que, siendo grande, la grieta educativa que existe entre las regiones espa?olas no tiende a aumentar, sino m¨¢s bien lo contrario. Tradicionalmente se ha considerado que 40 puntos de diferencia en una prueba equivalen a un curso acad¨¦mico (aunque no es un dato oficial ni pac¨ªfico, y parte de los expertos lo reducen a 30 o a menos). Y si se mide la distancia entre la comunidad con mayor puntuaci¨®n y la que menos obtiene, resulta que en 2009 la brecha entre la primera clasificada, Castilla y Le¨®n, y la ¨²ltima, Canarias, era de un curso y medio. Ahora, la diferencia entre la primera y la ¨²ltima de la tabla, que siguen siendo las dos mismas autonom¨ªas, es de un curso, despu¨¦s de haberse ido reduciendo en las sucesivas ediciones de PISA. Las pruebas se realizan normalmente cada tres a?os, aunque en esta ¨²ltima entrega se ha ampliado a cuatro debido a la pandemia del coronavirus.

La divisi¨®n educativa por comunidades aut¨®nomas que muestra PISA es, como en muchos otros indicadores socioecon¨®micos, tambi¨¦n geogr¨¢fica. Casi todos los territorios con puntuaciones superiores a la media espa?ola (que en esta edici¨®n de la prueba coincide con las medias de la OCDE y la UE) est¨¢n situados en la mitad norte de Espa?a.

Qu¨¦ tienen en com¨²n las comunidades que salen mejor

Las autonom¨ªas que ocupan el podio, Castilla y Le¨®n, Asturias y Cantabria ¨Dgobernadas respectivamente en los a?os anteriores a los ex¨¢menes por el PP, el PSOE y los regionalistas del PRC¨D comparten bastantes cosas. Tienen poblaciones escolares relativamente peque?as (juntas, apenas suman el 7% del alumnado de Espa?a). Castilla y Le¨®n y Asturias son, adem¨¢s, de las que m¨¢s estudiantes han perdido en la ¨²ltima d¨¦cada, como consecuencia de la ca¨ªda de la natalidad y la despoblaci¨®n. Las tres cuentan con pocos alumnos extranjeros, que en general presentan m¨¢s necesidades educativas y obtienen peor rendimiento acad¨¦mico: seg¨²n calcula el informe PISA, en el caso de Espa?a obtienen 33 puntos menos en matem¨¢ticas, 32 menos en lectura y 36 menos en ciencias. El alumnado extranjero representa en Castilla y Le¨®n el 7,6% del total, y tiene todav¨ªa menor peso en las otras dos. En Catalu?a, por el contrario, supone el 15,7%, en l¨ªnea con lo que sucede en las autonom¨ªas del Mediterr¨¢neo.

Castilla y Le¨®n, Asturias y Cantabria tienen parecidas rentas per c¨¢pita: un poco por debajo de la media, pero no mucho. La m¨¢s pobre de las tres, Asturias, se sit¨²a en 2.253 euros por debajo del promedio espa?ol (que en 2021 fue de 25.498 euros anuales), cuando en los dos extremos de la horquilla se sit¨²an Madrid, con 34.821 euros, y Canarias, con 18.990. Las tres primeras clasificadas tambi¨¦n tienen en com¨²n el hecho de estar bien financiadas por el Estado; su financiaci¨®n auton¨®mica por habitante es superior al promedio, seg¨²n el c¨¢lculo publicado en agosto por la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (Fedea). Sus gobiernos invierten en centros educativos p¨²blicos no universitarios entre un 15% y un 21% m¨¢s por alumno que la media. La ense?anza p¨²blica tiene en las tres un peso relativamente alto. Y cuentan con una ratio de estudiantes por clase inferior al promedio espa?ol, sobre todo en la escuela p¨²blica, que es la que cubre las zonas rurales, un ¨¢mbito geogr¨¢fico importante en los tres territorios.

El mayo batacazo lo experimenta Catalu?a, que cae 21 puntos en matem¨¢ticas, 12 en ciencias y 22 en comprensi¨®n lectora. En esta ¨²ltima prueba, Catalu?a queda la segunda por la cola de toda Espa?a, cuando en 2009 fue la tercera autonom¨ªa con mejor rendimiento lector. El Pa¨ªs Vasco desciende, por su parte, 17 puntos en matem¨¢ticas, nueve en lectura, y siete en ciencias.

Hay otras bajadas llamativas: Castilla-La Mancha cae, por ejemplo, 15 puntos en matem¨¢ticas. Y Murcia, 13 en lectura. Por el lado positivo, hay varias comunidades que experimentan mejoras pese al contexto adverso de la pandemia. En matem¨¢ticas, Madrid sube ocho puntos, y Cantabria cuatro (Espa?a en conjunto retrocede ocho puntos). Y en lectura, de nuevo destaca Madrid, que crece 22 puntos. En esta prueba, sin embargo, la comunidad hab¨ªa perdido 46 puntos en 2018 respecto a la de 2015, en un hundimiento que la OCDE atribuy¨® al cansancio y falta de inter¨¦s de parte de su alumnado. Cantabria experimenta otra subida significativa en lectura, de 11 puntos. En conjunto, Espa?a desciende tres puntos en la prueba.

El caso de Catalu?a

La fuerte ca¨ªda de Catalu?a se suma a la registrada en los ¨²ltimos meses por otras evaluaciones, como PIRLS, que mide la comprensi¨®n lectora de los ni?os de primaria tambi¨¦n a escala internacional (en la que la comunidad aut¨®noma retrocedi¨® 17 puntos), y las evaluaciones de las principales materias educativas que realiza el propio Departamento de Educaci¨®n de la Generalitat. Las causas del desplome requieren un an¨¢lisis a fondo. Los expertos apuntan, de entrada, a la falta de una l¨ªnea pol¨ªtica decidida y sostenida en el tiempo para atender al alumnado socioecon¨®micamente m¨¢s desfavorecido, con necesidades especiales. Al hecho de que Catalu?a tenga una de las redes educativas m¨¢s segregadas. Y a la especializaci¨®n econ¨®mica del territorio, con un importante peso de la hosteler¨ªa y el turismo, que pone a prueba la capacidad del sistema educativo para retener y ofrecer oportunidades, sobre todo a los sectores m¨¢s vulnerables.

Otro factor a analizar, pol¨ªticamente delicado, es si existe una relaci¨®n entre la ca¨ªda de los resultados, especialmente en los de comprensi¨®n lectora, y el hecho de que la lengua vehicular en la comunidad aut¨®noma sea el catal¨¢n. Un idioma que, como otros en el mundo, se encuentra en lo que se ha llamado un proceso de minorizaci¨®n debido al actual contexto de globalizaci¨®n comunicativa, en la que los chavales pasan muchas horas viendo v¨ªdeos en redes sociales y en plataformas de televisi¨®n o en Youtube, que suelen estar es castellano o ingl¨¦s. Y no tanto, por ejemplo, viendo los programas infantiles de la televisi¨®n p¨²blica en catal¨¢n, como era habitual hace a?os.

Relacionado en parte con lo anterior, Catalu?a ha incorporado, adem¨¢s, a numeroso alumnado for¨¢neo en los ¨²ltimos a?os (suponen el 15,7% del total). Y aunque es cierto que Baleares la supera (17,6%), en el caso de las islas gran parte son chavales europeos (el 42,1%), un continente que, a pesar del batacazo que registra en esta edici¨®n el informe PISA, tiene rendimientos educativos elevados. En Catalu?a, en cambio, el alumnado extranjero europeo representa solo el 24,5%.

Un caso aparte suponen, como en cualquier an¨¢lisis educativo, Ceuta y Melilla, que obtienen puntuaciones similares, en general, a las de M¨¦xico. Melilla acusa especialmente la pandemia, con ca¨ªdas de 25 puntos en ciencias, 28 en matem¨¢ticas y 33 en lectura. Y aun as¨ª, se mantiene por delante de Ceuta, que cae mucho menos, en las tres pruebas.

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