De la picard¨ªa a la elegancia

En su ¨²ltima actuaci¨®n juntos en Madrid, Felicity Lott y Graham Johnson propusieron un programa de canciones de amor alrededor de un reloj, una excusa para meditar sobre el paso del tiempo en 24 horas. La estructura del programa de anteayer era muy parecida, pero el tema hac¨ªa referencia a mujeres perdidas y esposas virtuosas, m¨¢s pol¨ªticamente correcto que el de mujeres virtuosas y esposas perdidas, que habr¨ªa introducido una pizca de humor ingl¨¦s ya desde el propio enunciado.

Pero no es cuesti¨®n de quejarse del toque anglosaj¨®n, porque ling¨¹¨ªsticamente impregn¨® una buena parte del recital, desde las divertidas canciones de Noel Coward, hasta la tradicional folksong de Somerset O Waly, Waly, arreglada por Britten y ofrecida como segunda propina, que hizo pensar por la versi¨®n melanc¨®lica y profunda de Lott en la contralto Kathleen Ferrier o en el tenor Ian Bostridge, ingleses hasta las cejas y que han hecho de esta canci¨®n una de sus referencias vocales.

Lott y Johnson ofrecieron un recital de una elegancia soberana, con un sentido del teatro tan detallista, intencionado e ir¨®nico como solamente los ingleses desarrollan. Pasaron de la melod¨ªa francesa al lirismo straussiano, de la comedia musical al cabaret o del lied alem¨¢n a la canci¨®n tradicional inglesa, diferenciando perfectamente los estilos y con una sensaci¨®n de continuidad admirable, difuminando las fronteras entre lo popular y lo culto, y reivindicando hasta lo m¨¢s alto el peso de la interpretaci¨®n. La pronunciaci¨®n en alem¨¢n, franc¨¦s e ingl¨¦s de Lott fue impecable, con lo que los valores textuales estuvieron en primer plano. Un recital memorable.