Rebeli¨®n contra el desempleo
A pesar de que el n¨²mero de solicitudes de empleo experiment¨® una peque?a disminuci¨®n en abril, el ¨ªndice de paro de Francia sigue siendo uno de los m¨¢s altos de Europa, el puesto 21 entre los 25 miembros de la UE. Y es evidente que el empleo ser¨¢ la prioridad del pr¨®ximo Gobierno.
A finales de abril, pese a un ligero retroceso en el n¨²mero absoluto de solicitudes de empleo (-1.400), el ¨ªndice de paro, que Jean-Pierre Raffarin se hab¨ªa comprometido a reducir por debajo de la barrera del 9%, permanec¨ªa firme en el 10,2%, seg¨²n las cifras publicadas el 31 de mayo por el Ministerio de Trabajo.
El desempleo entre los menores de 25 a?os sigue siendo muy elevado (23,3 %), con un aumento del 3,6% en el ¨²ltimo a?o. Junto con los asalariados de m¨¢s edad -que constituyen una parte importante de las personas exentas de buscar empleo y no contabilizadas en las estad¨ªsticas-, los j¨®venes siguen siendo la categor¨ªa m¨¢s expuesta al paro, y llevan si¨¦ndolo treinta a?os.
Desde hace un a?o, el paro ha subido del 2,1% al 2,6%, seg¨²n las categor¨ªas de los solicitantes de empleo que se tienen en cuenta. Una situaci¨®n que los franceses no aceptan y que fue uno de los motivos importantes del no.
Otro indicador del recelo de los franceses en el segundo trimestre es la clara ca¨ªda de la confianza de los hogares en el mes de mayo. Seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica y estudios econ¨®micos (INSEE), en mayo, todos los sondeos tienen "una orientaci¨®n desfavorable" (el indicador pasa de -24 puntos, en marzo, a -29). Esta cifra se queda corta respecto a lo que esperaban los analistas, que preve¨ªan una ligera bajada del ¨ªndice, hasta los 25 puntos. El INSEE destaca que, adem¨¢s de que persiste un alto ¨ªndice de paro, la opini¨®n de los hogares sobre las perspectivas de evoluci¨®n se deteriora.
Las repetidas promesas del primer ministro de hacer bajar el paro en un 10% y la ausencia de resultados no han hecho m¨¢s que aumentar la inquietud. Respecto a la cohesi¨®n social, el autor del plan aprobado por el Parlamento el 18 de enero, el ministro de Cohesi¨®n Social, Jean-Louis Borloo, no ha dejado de recordar que su propuesta s¨®lo podr¨ªa dar resultados a finales de a?o, en el mejor de los casos, o incluso en 2006, aunque eso haya supuesto contradecir a su primer ministro.
El plan Borloo suprime ciertos puestos de trabajo subvencionados, como los contratos de solidaridad (CES), para sustituirlos por contratos de futuro. Pero ¨¦stos no van dirigidos al mismo sector: mientras que los CES y los contratos juveniles ofrec¨ªan fundamentalmente una salida a los menores de 25 a?os, los contratos de futuro est¨¢n destinados a los beneficiarios de las prestaciones sociales m¨ªnimas. Al d¨ªa siguiente del refer¨¦ndum, el ministro confirm¨® y justific¨® su pol¨ªtica: "Siempre he se?alado que habr¨ªa un periodo de latencia de un a?o", declar¨® a Le Monde Borloo, que confirm¨® que "el term¨®metro tiene que bajar hacia finales de 2006". Asimismo lleg¨® a cifrar los efectos del plan de cohesi¨®n social, "entre 2 y 3 puntos estructurales" de reducci¨®n y un ¨ªndice de paro que, en su opini¨®n, podr¨ªa descender hasta el 8,4% o el 8,6% para mediados de 2006.
El ministro s¨®lo est¨¢ seguro de una cosa: "La reactivaci¨®n no se har¨¢ sin un clima de confianza", lo que implica mantener el rumbo de la pol¨ªtica social del Gobierno. "No se puede dejar de o¨ªr la se?al del domingo, y es preciso reforzar el v¨ªnculo de cohesi¨®n social con los interlocutores sociales, las ciudades, las regiones...", a?ad¨ªa Borloo.
Lo que el nuevo Gobierno tendr¨¢ que preguntarse es si el plan de cohesi¨®n social va a ser suficiente o si habr¨¢ que seguir el ejemplo de los pa¨ªses europeos con menos ¨ªndice de paro.
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