Villepin promete devolver la confianza a los franceses en sus primeros 100 d¨ªas en el cargo

La batalla por el empleo ser¨¢ el objetivo central del nuevo Gobierno franc¨¦s, que encabeza el primer ministro, Dominique de Villepin, y el ministro de Estado, Nicolas Sarkozy. Villepin dedic¨® la jornada de ayer a la formaci¨®n del Ejecutivo, que debe reunirse ma?ana en Consejo de Ministros, y en una entrevista televisada se defini¨® como "pragm¨¢tico", reconoci¨® que ¨¦l y Sarkozy tienen "caracteres opuestos" pero trabajar¨¢n juntos por Francia, y prometi¨® "devolver la confianza" a los franceses en los primeros 100 d¨ªas de su mandato.

El paro, que ha sido consagrado como la causa principal de la amplia victoria del no en el refer¨¦ndum del pasado domingo sobre la Constituci¨®n europea en Francia, ser¨¢ el objetivo principal del nuevo Gobierno y el primer ministro la llevar¨¢ "personalmente". La soluci¨®n bic¨¦fala adoptada por Chirac presenta el problema de que Villepin y Sarkozy tienen diferentes modelos sociales y econ¨®micos. Sarkozy ha sido el ¨²nico pol¨ªtico que en la campa?a por el refer¨¦ndum no ha renegado de su condici¨®n de liberal, de su amor por el libre mercado y de su convencimiento de que el modelo social franc¨¦s necesita una transformaci¨®n en profundidad porque no funciona. "El ¨²nico modelo que funciona es el que da trabajo a todos sus ciudadanos. Y, lamentablemente, no es el nuestro", piensa Sarkozy.

Villepin no comparte esta visi¨®n. Al menos en p¨²blico. Ayer por la ma?ana acudi¨® al Senado para reunirse con el grupo de senadores de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) y proclam¨® que Francia "est¨¢ apegada a su modelo social" y "a caminar con dos pilares, el de la iniciativa y el de la solidaridad". "Cada vez que uno se despega de uno de estos dos pilares, el pa¨ªs se tambalea, se divide, duda y pierde capacidad", a?adi¨® en clara advertencia a las querencias reformistas de Sarkozy. Por la tarde, en televisi¨®n, se defini¨® como "pragm¨¢tico", aunque insisti¨® en que se siente "muy ligado" al modelo social franc¨¦s.

Villepin dedic¨® el d¨ªa de ayer a formar Gobierno, que quiere menos numeroso que el de su predecesor, quien reparti¨® hasta 40 carteras entre ministros, viceministros y secretarios de Estado. Lo ¨²nico claro es que Sarkozy vuelve a su querido ministerio del Interior, donde ya estuvo entre mayo de 2002 y marzo de 2004, cuando se hizo famoso aplicando la mano dura contra la delincuencia.

El ministro de Estado ha exigido adem¨¢s la entrada de dos de sus fieles en el Ejecutivo: su actual mano derecha en el partido, Brice Hortefeux, podr¨ªa ocupar la cartera de Ordenaci¨®n del Territorio, que pasar¨ªa bajo la tutela de Interior, lo que permitir¨ªa a Sarkozy controlar el programa de los polos de competitividad, y Christian Estrosi, a quien de momento no se le atribuye ninguna cartera. Otro fiel de Sarkozy, el ministro delegado de Industria, Patrick Devedjian, podr¨ªa pasar a controlar Transportes.

De las filtraciones -interesadas o no- que pespuntearon la nerviosa jornada de ayer en torno a la sede del Gobierno en el H?tel Matignon, se puede desprender que el europe¨ªsta Michel Barnier -uno de los padres del Tratado Constitucional- no estar¨¢ en el pr¨®ximo Gobierno, y para el ministerio de Asuntos Exteriores, una pieza muy cotizada, se barajan los nombres de dos chiraquistas: el actual titular de Sanidad, Philippe Douste-Blazy, y Mich¨¨le Alliot-Marie, ministra de Defensa en el Gabinete saliente, que figuraba el lunes en la terna de posibles primeros ministros. Si deja Defensa, quedar¨¢ libre una de las carteras m¨¢s codiciadas.

Entre los que siguen en su puesto destaca el titular de Econom¨ªa y Finanzas, Thierry Breton, el patr¨®n de France T¨¦l¨¦com que sustituy¨® hace tres meses a Herv¨¦ Gaymard, protagonista del esc¨¢ndalo del apartamento de 14.000 euros mensuales a costa del erario p¨²blico. Tambi¨¦n est¨¢ garantizada la presencia del ministro de Cohesi¨®n Social, Jean-Louis Borloo, que conservar¨ªa su cartera. Tambi¨¦n Jean-Fran?ois Cop¨¦ seguir¨ªa en Presupuesto y, adem¨¢s, asumir¨ªa la Reforma del Estado, aunque dejar¨ªa su condici¨®n de portavoz de Gobierno, que podr¨ªa pasar a manos del actual titular de Cultura y Comunicaci¨®n, Renaud Donnedieu de Vabres.

Junto a la de Barnier, se da por probable la salida del Gobierno de la responsable de Asuntos Europeos, Claudie Haigner¨¦; del de Educaci¨®n, Fran?ois Fillon, y del de Justicia, Dominique Perben. El ¨²nico ministro de la centrista Uni¨®n por la Democracia Francesa (UDF), Gilles de Robien, podr¨ªa ocupar Justicia a pesar de que Fran?ois Bayrou, el l¨ªder de este partido, se ha negado a incorporarse al Gobierno y ha emitido cr¨ªticas muy duras contra Chirac.

Villepin, por su parte, intentar¨ªa formar una linea de defensa del chiraquismo ortodoxo, y para ello contar¨ªa con el actual jefe del grupo parlamentario de la UMP en la Asamblea, Fran?ois Baroin, para la cartera de Educaci¨®n, y con Philippe Bas, secretario general del El¨ªseo, para Sanidad. Tambi¨¦n aparecen en las listas como parte de este grupo, el m¨¦dico Bernard Accoyer y la diputada Valerie Pecresse.