El prodigio Nadal
El tenista espa?ol rompe moldes, conquista a los parisienses y aspira hoy en Roland Garros a su primer t¨ªtulo del Grand Slam
A ¨¦l nadie le discute. Es espa?ol y eso no gusta en Roland Garros porque empiezan a estar cansados de que cada a?o se hable s¨®lo castellano en las ¨²ltimas rondas del torneo. Pero comprenden que la figura de Rafael Nadal sobrepasa el c¨ªrculo ten¨ªstico para entrar de lleno en el contexto de los grandes prodigios del deporte internacional. Su imagen ha dado la vuelta al planeta incluso antes de que gane su primer t¨ªtulo del Grand Slam, lo que los expertos dan por seguro que se producir¨¢ hoy a costa del argentino Mariano Puerta.
El propio Puerta ha dicho de Nadal: "Es un tipo que va a marcar la historia del tenis". Eso fue hace una semana, cuando le preguntaron sobre las posibilidades que ten¨ªa el emergente Richard Gasquet de ganarle. "Ninguna", respondi¨®. Y tuvo raz¨®n. El duelo entre los dos j¨®venes concluy¨® como se hab¨ªa previsto: el franc¨¦s fue destrozado. Entonces fue cuando toda Francia descubri¨® que el balear est¨¢ ya a a?os luz de aqu¨¦l en el que han puesto sus ilusiones para recobrar el prestigio perdido. Y as¨ª pas¨® a convertirse un poco en su ¨ªdolo, aun a rega?adientes, aun esperando que alguien pudiera frenarle, aun pensando que el suizo Roger Federer le pondr¨ªa en su lugar.
En su subconsciente, el p¨²blico parisiense esperaba que la final no hablase castellano como en 2004, con los argentinos Gast¨®n Gaudio y Guillermo Coria; en 2003, con Juan Carlos Ferrero; en 2002, con Albert Costa y el mismo Ferrero; en 2001, con ?lex Corretja, que perdi¨® ante el brasile?o Gustavo Kuerten; en 1998, con Carlos Moy¨¤ y Corretja; en 1997, 1994 y 1993, con Sergi Bruguera y Alberto Berasategui, y durante buena parte del decenio de los 90, con Arantxa S¨¢nchez Vicario. Una final entre un espa?ol y un argentino como Puerta no es precisamente el sue?o de los organizadores. Pero esta vez la presencia de Nadal desborda las previsiones y permite a los revendedores de entradas vislumbrar la posibilidad de que su negocio no sea ruinoso.
Nadal atesora todos los valores con los que sue?a cualquier joven. A sus 19 a?os reci¨¦n estrenados -se regal¨® la victoria sobre Federer, el n¨²mero uno mundial-, ya forma parte de la ¨¦lite. Ofrece una imagen de felicidad, una sonrisa sincera. Sabe desenvolverse en cualquier situaci¨®n. Le gusta acudir a las conferencias de prensa. Se lo pasa bien en cualquier circunstancia. Y en la pista, con sus pantalones piratas, su camiseta verde sin mangas y el pa?uelo atado en la cabeza, da una sensaci¨®n de poder¨ªo que asusta. Tiene garra, es luchador y creativo, nunca se rinde y conf¨ªa por completo en sus posibilidades. No le asusta ning¨²n jugador, pero respeta a todos.
"Ha impactado", asegura Philippe Bouin, la r¨²brica ten¨ªstica del diario L'Equipe; "los franceses le descubrieron cuando gan¨® en Montecarlo y confirmaron su potencial cuando bati¨® a Gasquet. Es un personaje que se sale de lo normal. Tiene un carisma y una energ¨ªa que traspasan su nacionalidad y su deporte. Es generoso en el esfuerzo, en su juego y en su actitud, como demostr¨® tras ganar a Federer". Bouin cree que sus compatriotas aprecian estos valores y que, al cabo, les gusta verle en la final: "Tiene un plus sobre los dem¨¢s espa?oles. Ferrero, Costa, Tommy Robredo..., tienen un juego demasiado razonable y previsible. Y ¨¦l es destructivo, pero tambi¨¦n creativo. Es beligerante. Pero, contrariamente al australiano Lleyton Hewitt, por ejemplo, gesticula s¨®lo para motivarse, no contra el rival. Genera simpat¨ªa. No hay nada criticable en ¨¦l. Y se le quiere".
Sus entrenamientos en Par¨ªs han sido m¨¢s seguidos que los de Federer. Sus pistas siempre se han llenado. Y los grandes personajes del deporte, como el baloncestista Pau Gasol ayer, han querido estar a su lado: "En Estados Unidos sus partidos son tan seguidos como los de [Andy] Roddick o [Andre] Agassi". El ex ni?o terrible norteamericano John McEnroe se declara ac¨¦rrimo seguidor suyo: "He dicho muchas veces que Federer puede ser el m¨¢s grande. Pero ahora empiezo a dudar. Este chico es genial". El sueco Mats Wilander, otro ex campe¨®n, pidi¨® entrenarse con ¨¦l ayer: "Es el maestro incuestionable de la tierra batida", afirm¨® en L'Equipe.
Nadal camina hacia el trono, pero sin envanecerse. Se para cada vez que alguien le pide un aut¨®grafo, se motiva en la ducha gritando su nombre y pretende que su vida siga siendo de lo m¨¢s normal, junto a su familia, que le arropa y asume la presi¨®n en los momentos dif¨ªciles. Hoy, en su primera gran final, vivir¨¢ uno de ellos.
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