Villepin promete 4.500 millones de euros para derrotar al paro

El primer ministro franc¨¦s, Dominique de Villepin, hizo ayer un ejercicio de contorsionismo en su discurso ante la Asamblea Nacional previo al voto de confianza: intent¨® pasar por nuevas, sin demasiado ¨¦xito, viejas f¨®rmulas, y present¨® como novedoso un Gabinete y un programa que en poco difieren del precedente. De Villepin, que anunci¨® una partida de 4.500 millones para combatir el paro, s¨®lo obtuvo el respaldo de su grupo.

De Villepin y el ministro del Interior y jefe del partido gubernamental UMP, Nicolas Sarkozy, conforman el Ejecutivo bic¨¦falo con el que Chirac ha reaccionado ante el no de los franceses a la Constituci¨®n europea. El primero, en la Asamblea Nacional, y el segundo, en el Senado, leyeron ayer el mismo discurso, aunque a Sarkozy le dur¨® seis minutos menos. La moci¨®n de confianza recibi¨® 363 votos a favor, 178 en contra y cuatro abstenciones.

La primera parte estaba dedicada a reivindicar el liderazgo de Francia en la construcci¨®n europea y a criticar el modelo liberal basado en "el pragmatismo y la econom¨ªa" y la prevalencia de "la fuerza del mercado", asumiendo las tesis de quienes hicieron campa?a contra la Constituci¨®n. De Villepin quiere que se establezca una "preferencia europea" entre los miembros de la UE y que se articulen "m¨¢s medios para defender su econom¨ªa, su riqueza y sus empleos". "Los franceses no tienen miedo de Europa; quieren saber d¨®nde va", sentenci¨®. "La ampliaci¨®n r¨¢pida del continente ha sorprendido a nuestros compatriotas", dijo refiri¨¦ndose a la entrada de 10 nuevos miembros en la UE, "comprenden la legitimidad y las necesidades hist¨®ricas, pero temen las consecuencias econ¨®micas y sociales".

La mayor parte del discurso se centr¨® en la lucha contra el paro, que en Francia est¨¢ anclado casi de forma estructural en torno al 10%. La medida m¨¢s importante, una partida de 4.500 millones de euros adicionales en 2006 para la creaci¨®n de empleo, exigir¨¢ "una pausa" en la reducci¨®n del impuesto sobre la renta que prometi¨® el presidente, Jacques Chirac, en su campa?a electoral de 2002. El ¨¦nfasis, seg¨²n el primer ministro, se pondr¨¢ en eliminar barreras burocr¨¢ticas a la contrataci¨®n para lo que se crear¨¢ el llamado "cheque-empleo", que servir¨¢ a la vez de n¨®mina y de contrato de trabajo, para simplificar los tr¨¢mites administrativos en las peque?as empresas.

De Villepin anunci¨® un nuevo tipo de contrato "indefinido" con un periodo de prueba del trabajador m¨¢s largo, de hasta dos a?os, adaptado al ritmo de desarrollo de las peque?as empresas y cuyo plazo de preaviso de despido depender¨¢ de la antig¨¹edad del trabajador. Esta f¨®rmula, explic¨®, incentivar¨¢ la contrataci¨®n al tiempo que da "seguridades" al empleado, al que ofrece un complemento de subsidios de paro portado por el Estado, un acompa?amiento personalizado y "la movilizaci¨®n de nuevos medios de recolocaci¨®n en caso de ruptura del contrato".

Algunas de las medidas anunciadas ayer ponen en evidencia la rigidez del modelo laboral franc¨¦s y tambi¨¦n la enorme presi¨®n social para evitar su reforma. En Francia, explic¨® el primer ministro, hay un mill¨®n de empresas con menos de 10 trabajadores. La contrataci¨®n del und¨¦cimo empleado, a?adi¨®, tiene un coste adicional de 5.000 euros anuales. Para ayudar a superar esta barrera, el Estado asumir¨¢ las cotizaciones adicionales a partir del d¨¦cimo asalariado hasta el vig¨¦simo.

En el turno de r¨¦plica, con la sola excepci¨®n de su propio partido, la UMP, sobre De Villepin llovieron las cr¨ªticas de todo el arco parlamentario, incluido del l¨ªder de la centrista UDF, Fran?ois Bayrou, quien le reproch¨® el continuismo del Ejecutivo. "Usted ha venido aqu¨ª a pedir una confianza que no encontrar¨ªa en el pa¨ªs", le dijo el primer secretario del Partido Socialista, Fran?ois Hollande.