La encrucijada de Williams

La escuder¨ªa Williams tiene un problema. Pero Frank Williams, su patr¨®n, est¨¢ habituado a resolver este tipo de situaciones. La firma alemana BMW, que le suministra los motores desde 2000, ha enfriado por completo las relaciones con el equipo brit¨¢nico y est¨¢ manteniendo negociaciones con el suizo Peter Sauber para comprar su escuder¨ªa o, al menos, para que utilice sus motores. En estas ¨²ltimas semanas ha aparecido en los medios de comunicaci¨®n que la oferta de los alemanes a Sauber, equipada hasta ahora por Ferrari, era de 270 millones de d¨®lares. Aunque Mario Theissen, patr¨®n de BMW Motorsport lo desminti¨®, ambas partes confirmaron que est¨¢n negociando y que el acuerdo de colaboraci¨®n debe llegar a finales de este mismo mes.

Para Williams la situaci¨®n es l¨ªmite. Hay poco tiempo para tomar decisiones con vistas a la pr¨®xima temporada porque todos los equipos se est¨¢n ya situando. Al margen de Sauber, tambi¨¦n se sabe que Red Bull, motorizada ahora por Cosworth, se convertir¨¢ el pr¨®ximo a?o en el segundo equipo de Ferrari y es muy probable que cambie incluso sus neum¨¢ticos Michelin por los Bridgestone de la marca italiana. Tambi¨¦n Jordan, que utiliza motores Toyota, concluye su acuerdo de una temporada con los japoneses y, bajo la nueva denominaci¨®n de Midland, mantiene la inc¨®gnita de hacia d¨®nde dirigir¨¢ sus pasos. As¨ª que los grandes fabricantes se van definiendo y apuestan b¨¢sicamente por equipos en los que puedan mantener un control casi total o incluso hacerse con la propiedad.

Sin embargo, ¨¦ste no es el caso de Williams. BMW perdi¨® esta batalla, de ah¨ª que Theissen hiciera circular tras los primeros grandes premios que los problemas del equipo no ten¨ªan nada que ver con los motores porque su producto era de primera calidad.

Frank Williams siempre ha protegido especialmente su independencia. Y ahora que sus b¨®lidos vuelven a funcionar, que Nick Heidfeld logr¨® la primera pole position del a?o en el GP de Europa y acab¨® segundo y que en M¨®naco tanto ¨¦l como Mark Webber subieron al podio por detr¨¢s de Raikkonen, el jefe de la escuder¨ªa brit¨¢nica asegura que las relaciones con BMW son las m¨¢s hostiles que ha conocido desde su entrada en la F-1 hace ya 30 a?os.

Incluso su lugarteniente y cofundador del equipo, Patrick Head, fue contundente al afirmar que la actitud de BMW era "muy poco profesional" en una entrevista en la revista italiana Sport Auto Moto. "No me extra?¨® que un constructor, como BMW, dijera que todos los problemas que tuvimos eran del coche y no del motor", afirm¨® Head; "pero, desde mi punto de vista, que el coche salga siempre mal depende m¨¢s del sistema de control del motor que de cualquier otra cosa. Desgraciadamente, nuestro motorista pretende que ¨¦l es perfecto y prefiere acusarnos a nosotros. Una postura que me parece muy poco profesional y demuestra muy poco car¨¢cter".

En la cabeza de Frank Williams se barajan varias posibilidades de futuro: buscar la colaboraci¨®n de los remodelados motores Cosworth, con los que gan¨® dos t¨ªtulos en 1980 y 1981; contactar con los japoneses de Honda, a los que dio otros dos t¨ªtulos en 1986 y 1987, o incluso llamar a los franceses de Renault, cuyos motores equiparon sus b¨®lidos entre 1989 y 1997 y con quienes gan¨® cinco t¨ªtulos de constructores y cuatro de pilotos: Mansell (1992), Prost (1993), Hill (1996) y Villeneuve (1997).

Hay muchos factores que valorar. Pero desde que entr¨® en la F-1 en 1969, cuando el australiano Piers Courage le pidi¨® que dirigiera su equipo tras algunos a?os pilotando en la F-3, a Frank Williams nunca le ha temblado el pulso. Y ha pasado por algunos momentos realmente duros, como la muerte en accidente del propio Courage en Zandvoort o el accidente que le dej¨® postrado en una silla de ruedas cuando regresaba de unos entrenamientos en el circuito de Paul Ricard (Francia) en 1986.

Williams lidi¨® con todo, dej¨® Ford, se uni¨® con Honda cuando los turbo revolucionaron el Mundial y luego busc¨® los motores Renault y los Supertec antes de irse a BMW. Siempre junto a los mejores, con los pilotos m¨¢s punteros. Por eso ahora deshoja la margarita y busca la mejor soluci¨®n, sin prisas, sin nervios, seguro de s¨ª mismo. Igual que siempre.