Leves soplos

En la BBK, en sus locales de la Gran V¨ªa bilba¨ªna, se ha llevado a t¨¦rmino un improvisado homenaje a la figura del pensador alem¨¢n Walter Benjamin (Berl¨ªn, 1892-Port Bou, 1940). Se trata de un gran n¨²mero de ex libris imaginarios en torno a quien fuera miembro de la escuela de Frankfurt. Todos los artistas que intervienen ponen su sello, su marca, combinando la expresi¨®n "ex libris" con el nombre del homenajeado. Son leves soplos pl¨¢sticos -algunos no llegan ni siquiera a soplos- realizados en diversos procedimientos, como grabado, pintura, dibujo, fotograf¨ªa, escultura, dise?o gr¨¢fico, pero siempre sujetos a un mismo y peque?o formato. La mayor¨ªa de los artistas que intervienen son catalanes: T¨¤pies, Clav¨¦, Guinovart, Cuixart, Tharrats, Tod¨®, Rafols Casamada, Mar¨ªa Girona, Subirachs, Viladecans, entre otros. Junto a ellos aparecen los Luis Gordillo, Genov¨¦s, Brinkmann, Torner, Canogar, Miquel Navarro, y m¨¢s. La participaci¨®n de los nuestros viene dada por Eduardo y Gonzalo Chillida, Zumeta, N¨¢gel, Clara Gangutia, Aquerreta, Isabel Baquedano, Toja, Mari Puri Herrero...

El ensayo de Benjamin, titulado La obra de arte en la ¨¦poca de sus reproducci¨®n t¨¦cnica (1936), es un original y l¨²cido an¨¢lisis del fen¨®meno art¨ªstico bajo la ¨¦gida de las leyes de la comunicaci¨®n de masas, debido al hallazgo de los medios t¨¦cnicos de reproducci¨®n. Para descifrar lo que el arte contempor¨¢neo llevaba dentro, Walter Benjamin se aplic¨® al dictado de su propio apotegma: "La atenci¨®n es la oraci¨®n del alma". Lo que no deja de ser un encomiable consejo a la hora de engolfar nuestra mirada en los prolijos vericuetos del arte de ahora y de siempre.

Lo que presenta en estos momentos la galer¨ªa Col¨®n XVI (Bilbao, Henao, 10) no es una exposici¨®n de temporada al uso. Sin embargo, dadas las obras mostradas viene a ser una exposici¨®n superior a algunas de las m¨¢s conspicuas vistas en su ¨¢mbito expositivo. Ah¨ª est¨¢ Richard Serra firmando dos piezas de ¨®leo en barra y un dibujo a carboncillo. Obras escuetas, de negror minimalista, donde la l¨ªnea se yergue sola, sutil e indefensa, mas con firme arrojo. Antoni T¨¤pies aporta dos piezas mat¨¦ricas y cuatro dibujos. Son aportaciones suyas tan valiosas como puedan serlo aquellas que conforman lo mejor de su producci¨®n pl¨¢stica. En cuanto a Eduardo Chillida, adem¨¢s de los cuatro dibujos, hay que destacar, muy en especial, dos lurras. Se advierte en ellas como nunca que parecen estar confeccionadas en primera y ¨²nica instancia al modo de graf¨ªas de grabados o dibujos, a las que, con posterioridad, se ha rellenado de tierra cocida; convirti¨¦ndose al cabo, tras ese trasvase, en peque?as y lac¨®nicas obras maestras.