Una serie de libros ayuda a los padres a hablar a los ni?os adoptados de sus or¨ªgenes
"Tu padre y yo quer¨ªamos tenerte. Y quisimos que fueses de Etiop¨ªa". As¨ª comienza uno de los libros de la serie Llegu¨¦ de... (editorial La Galera) que ense?an a los padres que adoptan ni?os en el exterior a contarles a ¨¦stos, de un modo natural y sencillo, cu¨¢les son sus or¨ªgenes. Llegu¨¦ de China y Llegu¨¦ de Rusia tambi¨¦n componen la colecci¨®n y en septiembre saldr¨¢n otros tres, sobre Colombia, Nepal y Ucrania. Seg¨²n datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, 5.541 ni?os llegaron a Espa?a adoptados en 2004, un 40% m¨¢s que el a?o anterior. Esto le convierte en el pa¨ªs que m¨¢s adopta de Europa y en el segundo del mundo, despu¨¦s de Estados Unidos.
Las historias narradas en esta colecci¨®n son ver¨ªdicas y han sido vividas por cada autor. "Contar una experiencia tan compleja para que la entienda un ni?o no es una tarea f¨¢cil", asegura Miquel Gibert, autor de Llegu¨¦ de China. En 2002 adopt¨®, junto a su mujer, a Litang, que tiene actualmente cuatro a?os. "No es consciente de que no sali¨® de la barriga de Montserrat, pero sabe que viene de China y que la del libro es ella", explica Gibert. Dentro de un a?o le hablar¨¢n en profundidad del tema, "porque no es sano ocultarle su pasado", a?ade.
'Matriuskas' rusas
Las publicaciones est¨¢n pensadas para ni?os mayores de cinco a?os, y las modernas ilustraciones, de Elisabeth Tort, ayudan a los m¨¢s peque?os. Incluyen detalles que facilitan a los ni?os la comprensi¨®n de cuestiones que se les vaya a explicar y que desconocen: como las matriuskas (las mu?ecas rusas) entre los juguetes del ni?o ruso, los colores de la tierra en las p¨¢ginas del libro de ?frica, y el gent¨ªo en los paisajes del de China. Abundan caritas felices.
"Mi embarazo ha sido burocr¨¢tico, no biol¨®gico", ironiza Anna Canals, autora de Llegu¨¦ de Etiop¨ªa y madre de Medina, una ni?a que adopt¨® en 2003. "Ten¨ªa ti?a, peso muy bajo y conjuntivitis; com¨ªa con las manos y hablaba amh¨¢rico", recuerda Canals, pero advierte de que se recuper¨® y aprendi¨® espa?ol r¨¢pido. "Este libro es un regalo para ella, pero tambi¨¦n una ayuda para otras familias", opina la escritora, de 38 a?os, consciente de "la ardua, pero reconfortante" experiencia de adoptar en el exterior.
Adoptar a ?lex hizo que Albert Elfa y su mujer se casaran. "Fue la mejor muestra de amor que le regalamos porque no estaba dentro de nuestra manera de pensar", explica el autor de Llegu¨¦ de Rusia. "La caridad no era el objetivo, sino el deseo de ser padres tambi¨¦n por esta v¨ªa", admite Elfa. Su caso es como el de muchas parejas que adoptan pese a poder concebir hijos; los libros tambi¨¦n pretenden ense?ar los distintos tipos de estructuras familiares.
Las ¨²ltimas p¨¢ginas de los ejemplares tienen respuestas a las dudas m¨¢s frecuentes de los padres e informaci¨®n del pa¨ªs.
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