La ¨²ltima previa de Armstrong
Melanc¨®lico, el campe¨®n no quiere que los sentimientos "interfieran" en la conquista de su s¨¦ptimo Tour
Lance Armstrong se cay¨® de la bicicleta el fin de semana pasado. Perdi¨® el equilibrio cuando intentaba espantar una avispa y dio con la cabeza en el suelo. Parti¨® el casco y poco m¨¢s, seg¨²n pudo apreciarse ayer en la ¨²ltima rueda de prensa previa al Tour que el ciclista norteamericano dar¨¢ en su vida. La sexta y la ¨²ltima. No habr¨¢ s¨¦ptima, aunque haya s¨¦ptimo Tour, que es lo que todo el mundo cree. Quiz¨¢s porque no come, Armstrong estaba melanc¨®lico. Quiz¨¢s tambi¨¦n porque, como un periodista atento le record¨®, todo lo que haga las pr¨®ximas tres semanas, todos los gestos y rutinas que repita, tantos gestos y rutinas tantas veces repetidos en sus 14 a?os de carrera, en sus 10 Tours anteriores, ser¨¢ la ¨²ltima vez que lo haga.
"En efecto", dijo Armstrong ahogando un suspiro. "Todo lo veo as¨ª. Saldr¨¦ el s¨¢bado al pr¨®logo sabiendo que es mi ¨²ltimo pr¨®logo, y luego llegar¨¢ mi ¨²ltima monta?a, mi ¨²ltima victoria... Pero no puedo plante¨¢rmelo as¨ª. Tengo que lograr que mis sentimientos no interfieran en la carrera, tengo que concentrarme en todos los detalles del Tour..."
Es la primera vez que un campe¨®n del Tour ha anunciado su retirada para el momento en que acabe la carrera, pase lo que pase, por lo que Armstrong, el ¨²nico campe¨®n que ha ganado seis Tours, transmit¨ªa al mundo unas sensaciones que antes nadie hab¨ªa experimentado. Suficiente para sentirse nost¨¢lgico, aunque tambi¨¦n el ataque de melancol¨ªa podr¨ªa ser debido a que por fin sus tres hijos van a estar con ¨¦l durante el Tour. "Y podr¨¢n ver lo que hace su padre en la oficina", dijo, orgulloso tambi¨¦n.
O simplemente todo el aire brumoso que rode¨® la conferencia de prensa de Armstrong era debido a una cierta esquizofrenia. Armstrong, ayer, en el centro de una inmensa mesa amarilla, era a la vez figura hist¨®rica y presente activo, mito del Tour y realidad, un n¨²mero m¨¢s en la marea de cifras que rodean a una prueba m¨¢s que centenaria y ciclista no muy viejo -a¨²n no ha cumplido los 34- al que todos consideran a¨²n invencible. "De todas maneras", a?adi¨® el norteamericano, "vengo m¨¢s tranquilo que el a?o pasado, cuando el desaf¨ªo era conseguir el r¨¦cord de seis victorias. Una vez logrado, ahora tengo derecho a vivir m¨¢s intensamente cada instante".
Dentro de unos a?os, cuando otros ciclistas ganen el Tour, los siete, ?o se quedar¨¢ en seis? Tours de Armstrong ser¨¢n un motivo m¨¢s para organizar decenarios, cincuentenarios o centenarios, al igual que este 2005 se celebra el centenario de la primera monta?a del Tour (el Ballon de Alsacia), el 20? aniversario de la ¨²ltima victoria francesa (Bernard Hinault en el 85) o, coincidiendo con el d¨¦cimo aniversario del quinto Tour de Indurain, se recuerda la muerte hace diez a?os de Fabio Casartelli, que era compa?ero de equipo de Armstrong, ca¨ªdo en el descenso del Portet d'Aspet. Tambi¨¦n en n¨²mero redondo coincide el aniversario de la ¨²ltima vez que un corredor gana el Tour portando el maillot amarillo desde la primera hasta la ¨²ltima etapa. Ocurri¨® en 1935, hace 70 a?os. Lo consigui¨® el belga Romain Maes. Fue un hecho que posteriormente fueron incapaces de imitar los m¨¢s grandes del Tour, los ganadores de cinco como Anquetil, Hinault, Indurain y Merckx. Un gesto soberbio que tampoco ha estado al alcance de Armstrong, un desaf¨ªo que, sin embargo, este a?o, que comienza con un pr¨®logo muy largo (19 kil¨®metros) s¨ª que ser¨ªa posible. El norteamericano no quiso responder al reto, pero visto su silencio, seguramente lo ha sopesado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.