Adi¨®s rojiverde
El canciller federal alem¨¢n, Gerhard Schr?der, logr¨® ayer inicialmente su objetivo de forzar un voto de no confianza en el Bundestag (la C¨¢mara baja) para convocar elecciones anticipadas en septiembre pr¨®ximo. En la votaci¨®n, 151 diputados lo hicieron a favor del actual jefe del Gobierno, 296 en contra y 148 se abstuvieron, en una pirueta algo grotesca. Los diputados socialdem¨®cratas y verdes que votaron a favor fueron los que no quisieron seguir las recomendaciones de Schr?der; se abstuvieron disciplinadamente los ministros verdes y los socialdem¨®cratas obedientes; y votaron en contra la oposici¨®n cristianodem¨®crata y los liberales. Ahora el presidente de la Rep¨²blica Federal, Horst K?hler, tiene tres semanas para decidir si disuelve el Parlamento y da v¨ªa libre as¨ª a la convocatoria de los comicios.
Este voto del Bundestag entrar¨¢ en la historia como una operaci¨®n de malabarismo que en su d¨ªa Schr?der se sac¨® de la manga para poner fin a una legislatura bloqueada. Han fracasado las reformas de la coalici¨®n rojiverde, la econom¨ªa no levanta cabeza y la base electoral del SPD se ha desmoronado, como se vio con toda crudeza en la reciente derrota humillante en su tradicional basti¨®n de Renania-Westfalia. Con la segunda C¨¢mara, el Bundesrat, firmemente controlada por la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) y una abierta rebeli¨®n contra su pol¨ªtica en las filas del grupo parlamentario y del partido, Schr?der quiere unas elecciones que, seg¨²n todos los indicios, llevar¨¢n a su partido a la derrota, y a la CDU liderada por Angela Merkel, al poder. Los ¨²ltimos sondeos no excluyen que alcance la mayor¨ªa absoluta.
El procedimiento utilizado por el canciller para acortar la legislatura ha levantado cr¨ªticas tanto en las filas del SPD como en su socio de coalici¨®n, Los Verdes. Son muchos los que ponen en duda su constitucionalidad, y algunos han anunciado que acudir¨¢n al Tribunal Constitucional de Karlsruhe. El propio K?hler ha expresado serias dudas sobre la viabilidad de esta operaci¨®n que llev¨® a la ins¨®lita situaci¨®n de obligar a Schr?der a grandes esfuerzos para convencer a su partido de que no le apoyara en el voto de confianza.
Fue as¨ª una votaci¨®n trastocada en sus t¨¦rminos por parte de los miembros de la coalici¨®n de Gobierno rojiverde: quienes apoyaban a Schroeder se abstuvieron y quienes prefer¨ªan su dimisi¨®n antes que la disoluci¨®n votaron a favor. Lo ¨²nico que est¨¢ claro es que fue el pen¨²ltimo cap¨ªtulo de la previsible desaparici¨®n de la coalici¨®n rojiverde que tanta ilusi¨®n gener¨® hace siete a?os. El SPD queda sumido en su peor crisis de la posguerra y Alemania se apresta a un cambio profundo de su pol¨ªtica interior y exterior.
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