Tres meses m¨¢gicos en San Sebasti¨¢n
Verano de citas musicales, playeras y gastron¨®micas en la capital guipuzcoana
Dicen que las ciudades tienen la m¨²sica que merecen. De ah¨ª que el llamado Donosti Sound suene a letan¨ªa de pop l¨¢nguido, melanc¨®lico y con un punto bon vivant. Una idiosincrasia que algunos llaman, no sin envidia, el esp¨ªritu ?o?ostiarra, cuando en realidad se refieren a la apacibilidad de un lugar en el que lo dif¨ªcil es estresarse. Ni siquiera el s¨¢bado al caer el sol, a esa hora punta de trasiego de pintxos entre las callejas de lo Viejo, justo cuando se desear¨ªa disponer de un brazo extensor para alcanzar ese crujiente de txangurro o aquella croqueta de chipir¨®n. Tampoco en verano, tres meses m¨¢gicos en los que, con un poco de suerte, se conjurar¨¢ el buen tiempo y las benignas temperaturas medias (para julio y agosto, unos 25 grados) permitir¨¢n que San Sebasti¨¢n palpite una vez m¨¢s sacudida por los festivales: de jazz, en la plaza de la Trinidad; de m¨²sica cl¨¢sica, en el Kursaal, y de cine, simplemente, por todas partes.
A espaldas del Buen Pastor, la noche se vertebra alrededor del Boss (con pecera y pira?a viva incluida), la terraza del Splash o el ambiente neoyorquino de Udaberri
Loreak Mendian es un cl¨¢sico para las compras de ropa a la ¨²ltima. Los nuevos dise?adores, como Agua del Carmen, Yono Taola, Marlota o Marta Ter¨¢n, hallan su espacio en Diagonal y en Dos en la Carretera
Entonces, reci¨¦n cumplidos sus primeros 150 a?os como capital guipuzcoana, Donosti se dedicar¨¢ a desmentir los t¨®picos del verano en la ciudad. Ni las aceras arden. Ni la ciudad hiberna. Muy al contrario, se convierte en un lugar ganado a la marea en el que todas las calles van a morir al Cant¨¢brico. Un sitio capaz de darlo todo al veraneante. De la toalla en la recuperada playa de la Zurriola a los conciertos de jazz electr¨®nico de la terraza del Kursaal. De las tiendas de complementos modernos a las copas en el barrio de Egu¨ªa. Todas las propuestas estivales se citan en una ciudad y un tiempo de plena efervescencia.
Playas
El paseo por el litoral donostiarra, de siete kil¨®metros y sin cruzar ninguna carretera, bordea las tres playas urbanas de la villa: Ondarreta, la Concha y la Zurriola, en su extremo oriental. La temporada playera se ha adelantado este a?o unas semanas, propiciada por el buen tiempo. Toldos y sombrillas, duchas y papeleras se apropiaron de la noche a la ma?ana de amplias zonas de arena. Al rebrote del mobiliario y servicios mar¨ªtimos, los deportistas huyeron a las zonas acotadas para juegos playeros -pala, principalmente- y los perros desaparecieron.
Se impone entonces otro ritual de tanta tradici¨®n como el tostarse al sol sobre la blanca y suave arena donostiarra: pasear por la orilla de la bah¨ªa de la Concha. De punta a punta, sorteando las rocas del Pico del Oro en marea baja, el tr¨¢nsito humano llega a ser fren¨¦tico en d¨ªas calurosos o festivos.
Cada playa tiene su idiosincrasia. Ondarreta, la m¨¢s cercana a la explanada del Peine del Viento, con los hierros de Chillida salpicados por las olas, acusa revoltosas corrientes que dejan al descubierto piedras y rocas en la orilla. La Concha, a dos pasos del centro, mantiene su popularidad entre propios y extra?os. Su Pico del Oro suele estar menos concurrido, aunque la arena desaparece en la pleamar. La Zurriola, en el barrio de Gros, prospera desde la remodelaci¨®n del ¨¢rea y la construcci¨®n de los cubos del Kursaal, de Moneo. Favorita de los aficionados al surf, desde el a?o pasado, nudistas y textiles comparten en armon¨ªa la arena y las aguas de la que anta?o se consideraba tercera playa.
Comer
En San Sebasti¨¢n, comer es un placer para el est¨®mago y, en t¨¦rminos absolutos, un palo para el bolsillo. Aunque en precio-calidad sea casi imposible superar la oferta donostiarra. La ciudad se reparte 14 estrellas de la Gu¨ªa Michelin, con los restaurantes Arzak y Mart¨ªn Berasategui en cabeza, con tres cada uno. De las escuelas de cocina est¨¢ surgiendo un batall¨®n de chefs que marchan despu¨¦s hacia los fogones del resto de Europa o montan su propio negocio en la ciudad. ?ste es el caso de Ander Gonz¨¢lez, del restaurante Astelena (Euskal Herr¨ªa, 3; 943 42 58 67), con una carta creativa dentro de la tradici¨®n de la cocina vasca, para comer por unos 30 euros. Si se quiere degustar un men¨² t¨ªpico de tortilla de bacalao, chuleta y pimientos del piquillo, nada mejor que una sidrer¨ªa. Por ejemplo, Barkaiztegi, en el barrio de Martutene (943 45 13 04).
Los pinchos -o, como dicen los entendidos, la comida en miniatura- son palabras mayores en Donosti. Hay una fuerte competencia por salirse de lo habitual con sofisticadas novedades como las que ofrece la selecci¨®n (por surtido y calidad) de La Cuchara San Telmo (Treinta y Uno de Agosto, 28, trasera). Aunque al final sean las croquetas, seg¨²n los entendidos, el mejor baremo para juzgar el arte y la calidad de un bar. Entre los ¨²ltimos establecimientos en abrir sus puertas est¨¢n cosechando buena fama El Lagar, en el barrio de Gros (Zabaleta, 55; 943 32 03 29), e Hika Mika (Etxaide, 4; 943 43 13 35), con sus pinchos de pastel de pescado, ropa vieja, codillo... Ambos ofrecen raciones y un elaborado men¨² del d¨ªa.
La prueba de fuego de los bares tradicionales se pasa en la Bodeguilla Donostiarra (Pe?a y Go?i, 13; 943 29 02 28). De la simple gilda (guindilla, anchoa y aceituna), el comensal avanza al indurain (seis guindillas, trozo de bonito y cebolleta) y a la bomba del bocadillo mixto de guindillas, anchoas y bonito.
Salir
Queja recurrente de los noct¨¢mbulos en la ciudad: dan las tres de la madrugada y la oferta de copas se reduce escandalosamente. A Batapl¨¢n y a Komplot. En otras palabras: a house con vistas al mar o a contundente electr¨®nica. Un viejo dilema para el que los locales alrededor de la plaza de toros de Illumbe como el Rock Star se postulan ¨²ltimamente como tercera v¨ªa. Menos mal que antes del toque de queda la ciudad satisface a casi todos. Un buen sitio para comenzar es el Akerbeltz (Mari, 19), un peque?o bar al borde de lo Viejo con un capital incalculable: su terraza es, literalmente, el puerto de San Sebasti¨¢n. Cerca de all¨ª, la zona de Reyes Cat¨®licos (de espaldas a la iglesia del Buen Pastor) se vertebra alrededor del Boss, probablemente el ¨²nico bar de rock con pecera y pira?a viva incluida; el Splash, o el Udaberri, un local de dos plantas con sillones rojos y ambiente neoyorquino arriba, y dj's con lo ¨²ltimo en sus maletas en el s¨®tano.
M¨¢s tarde, el Bukowski (en Egu¨ªa, 19), un imprescindible cuyas referencias est¨¦ticas se reparten entre un castillo en los C¨¢rpatos y la guarida so?ada del novelista que bautiz¨® el bar. Un cl¨¢sico (Etxekalte, en Mari, 11) y un reci¨¦n llegado que tambi¨¦n es restaurante (Branka, en el paseo de Eduardo Chillida, 13; 943 31 70 96; hasta las 3.00) son dos ejemplos de que musicalmente la ciudad tiene un alma negra m¨¢s all¨¢ del pop con denominaci¨®n de origen de La Buena Vida y Duncan Dhu. En el primero, dj Javi P3z reside como la instituci¨®n de la electr¨®nica de sal¨®n que es, mientras que en el segundo los programadores se empe?an en ofrecer en consonancia con la m¨²sica, por ejemplo, originales actuaciones gastron¨®micas a cargo del pianista de jazz local I?aki Salvador.
Tiendas
Si existiese un ¨ªndice de compras exquisitas per c¨¢pita, San Sebasti¨¢n estar¨ªa en los primeros puestos. Tejas de Tolosa o pastel vasco, zapatillas de importaci¨®n o discos de vinilo, y, por supuesto, ropa. Por ejemplo, de Loreak Mendian. Un cl¨¢sico moderno que cumpli¨® en mayo 10 a?os desde la apertura de su primer establecimiento en el puerto. Tiempo suficiente para pasar de ser la factor¨ªa de las camisetas con margarita estampada a un referente en la moda donostiarra con originales proyectos como el que les ha llevado a reeditar la chaqueta que us¨® en 1974 la primera expedici¨®n vasca en ascender al Everest. Toda su ropa y de otras marcas como Comme des Gar?ons, Adidas o Pony, en sus dos tiendas: la original (Mari, 21; 943 42 15 44), donde se pueden comprar maxis de m¨²sica electr¨®nica, y la nueva (Hernani, 27; 943 43 41 76), en cuyo s¨®tano un corte de pelo en Oscarph (943 42 47 60) completa la moderna puesta a punto en el taller de las tendencias.
Los dise?adores nuevos (j¨®venes no, por favor) como Agua del Carmen, Yono Taola, Marlota o Marta Ter¨¢n hallan su espacio en Diagonal (Larramendi, 7; 943 46 37 54) -una peque?a boutique montada por Amaya Samper, dise?adora de Fulanita y Menganita, y Sandra Villastrigo, encargada de los complementos- y Dos en la Carretera (Reyes Cat¨®licos, 11; 943 45 05 62), donde la inspiraci¨®n mod de las motos Lambretta y el cine ingl¨¦s se combina con las cajas de frutas de pl¨¢stico. De vuelta a lo Viejo, Pukas (Mayor, 5; 943 42 72 28) es esa inevitable tienda de surf y skate que se ha sabido trascender a s¨ª misma en un nuevo espacio, m¨¢s fashion, donde se puede comprar un polo Stussy, un disco de Stark Reality o unas chanclas Van's.
En Drum (General Etxague, 2; 943 43 04 20), los discos son pocos, pero muy bien elegidos, y las exposiciones, temporales en la planta baja (hasta el 9 de julio cuelgan los dise?os de Jos¨¦ Luis Lanzagorta). En Beltza (San Juan, 9) en cambio, hay vinilos para toda una vida. Si antes no expira la tarjeta de cr¨¦dito.
Vistas
De una punta a otra de la ciudad, el paseo del litoral no presenta m¨¢s desniveles que los de las propias aceras. M¨¢s all¨¢ sobran las pendientes y las panor¨¢micas sobre la ciudad. La que sube al palacio de Miramar, entre Ondarreta y la Concha; la que trepa al castillo de Urgull y su imponente estatua del Sagrado Coraz¨®n, o la que se encarama al monte Igueldo y su deliciosamente anacr¨®nico parque de atracciones, construido en 1912, cuando las monta?as suizas de madera o la casa de la risa a¨²n eran capaces de provocarte un vuelco al coraz¨®n. Las vistas m¨¢s amplias sobre la ciudad se encuentran desde este lugar.
Desde el puerto, las motoras parten regularmente hacia la isla de Santa Clara, en el centro de la bah¨ªa, desde la que se disfruta de manera especial de los fuegos artificiales de la Semana Grande, del 14 al 21 de agosto. Y desde Sagues, en la punta este de la Zurriola, las puestas de sol cortan la respiraci¨®n. Las agradables terrazas de este rinc¨®n abren hasta ¨²ltima hora de la noche. Desde ah¨ª arranca adem¨¢s la senda de los acantilados del monte Ul¨ªa, un recorrido recientemente balizado de unos siete kil¨®metros entre helechos, arboledas y una atalaya desde donde siglos atr¨¢s se vigilaba la pesca de ballenas.
TR?O DE FESTIVALES
Cada verano, San Sebasti¨¢n se convierte, por este orden, en capital del jazz, la m¨²sica cl¨¢sica y el cine. Todo, gracias a tres citas pensadas para satisfacer todos los gustos:JAZZALDIA.Los aficionados de medio mundo saben que hay una ciudad con playa donde los conciertos de jazz se celebran en una plaza encajonada entre una colina y un casco viejo. La fama de la Trinidad, escenario principal de un festival que este a?o llega a su 40? aniversario, se une a la del Auditorio y la terraza del Kursaal, la Zurriola y el Museo Chillida Leku, los otros centros de la improvisaci¨®n, entre el 22 y el 27 de julio. ?Los protagonistas? Dave Holland, MMW o Roberta Flack.- www.jazzaldia.com.QUINCENA MUSICAL.El m¨¢s se?ero de los festivales (66 ediciones lo avalan) se repartir¨¢ este a?o entre el recuerdo del Quijote y del 60? aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. El violinista Maxim Vengerov; Lindsay Kemp y su revisi¨®n iconoclasta de Madame Butterfly, de Puccini; el bailar¨ªn Rafael Amargo, y los disonancias de Sch?nberg llenar¨¢n la ciudad del 4 de agosto al 30 de septiembre.- www.quincenamusical.com.FESTIVAL DE CINE.Hollywood y las cinematograf¨ªas europeas se ver¨¢n las caras, del 15 al 24 de septiembre, en una edici¨®n, la 53?, inspirada esta vez por el maestro Alfred Hitchcock, muerto hace 25 a?os, y que dirigi¨®, qu¨¦ coincidencia, 53 pel¨ªculas.- www.sansebastianfestival.com.
GU?A PR?CTICA
Datos b¨¢sicos- Poblaci¨®n. San Sebasti¨¢n tiene 181.000 habitantes.Dormir- Hotel Europa (943 47 08 80; www.hotel-europa.com). San Mart¨ªn, 52. Cerca de la playa de la Concha. La doble, desde 155 euros.- Hotel Niza (943 42 66 63; www.hotelniza.com). Zubieta, 56.La doble, unos 123 euros.- Hotel Parma (943 42 88 93; www.hotelparma.com). General J¨¢uregi, 11. En lo Viejo. La doble exterior, 119,50 euros m¨¢s IVA.- Hotel Anoeta. Amara (943 45 14 99). Paseo de Anoeta, 60 (juntoal estadio de f¨²tbol). La doble,102,50 euros m¨¢s IVA.- Hotel Mar¨ªa Cristina (943 43 76 00; www.sheraton.com). Oquendo, 1.Un cl¨¢sico. Unos 260 euros.Informaci¨®n- Oficina de turismode San Sebasti¨¢n (943 48 11 66; www.sansebastianturismo.com).
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