Una ciudad en movimiento
'D¨ªas de danza' ocupa espacios de la ciudad, acerca el baile al p¨²blico y transforma el paisaje urbano
Las ciudades est¨¢n en continua transformaci¨®n y en cada uno de sus rincones se suman las historias que la humanizan y distinguen. Este fin de semana, bailarines y core¨®grafos se han apuntado a ese movimiento y est¨¢n cambiando el paisaje urbano de Barcelona con los lenguajes de la danza. La propuesta se enmarca en D¨ªas de Danza -que forma parte del Festival Grec-, que durante tres d¨ªas re¨²ne a 22 compa?¨ªas que presentan sus espect¨¢culos aprovechando las posibilidades ofrecidas por diversos espacios p¨²blicos de la ciudad.
Lejos de la rigidez que imponen los teatros y auditorios, los espacios abiertos permiten a los asistentes rodear los escenarios y participar de manera directa en la representaci¨®n. El bailar¨ªn franc¨¦s Nam Letoan opina que estos espacios rompen con la frontalidad que tradicionalmente ha impuesto una barrera entre actor y espectador. "La proximidad del p¨²blico obliga al core¨®grafo a ser preciso, la danza es totalmente emocional y la comunicaci¨®n es continua", explica el director del festival, Juan Eduardo L¨®pez.
El Jard¨ªn de las Esculturas, en la Fundaci¨®n Mir¨®, es uno de los espacios polivalentes en los que el p¨²blico interact¨²a con el bailar¨ªn. Dami¨¢n Mu?oz comienza su espect¨¢culo y, ante el asombro del p¨²blico, pide a los asistentes que le env¨ªen un beso. Lo atrapa y juega con ¨¦l hasta hacerlo formar parte de su danza. El c¨¦sped y las baldosas del jard¨ªn sirven a la compa?¨ªa catalana Senza Tempo para representar las casillas del juego de la oca. Su espect¨¢culo est¨¢ en la frontera entre el teatro y la danza, juega con la sorpresa y el humor.
La sesi¨®n inaugural del viernes cont¨®, entre otros, con el espect¨¢culo Arts ?ngels, de la compa?¨ªa Nats Nus. Sobre el escenario del Pati de les Dones, varios bailarines huyen de un haz de luz que les alumbra. Desaparecen entre la multitud y, ante la sorpresa del p¨²blico, sus im¨¢genes contin¨²an la escapatoria proyectadas en las paredes del CCCB. Es un buen ejemplo de c¨®mo la danza puede fusionarse con el espacio urbano, del encuentro entre la m¨¢s antigua de las artes y la m¨¢s ef¨ªmera.
A menudo la creatividad de los artistas resulta contagiosa y algunos espectadores improvisan coreograf¨ªas de manera espont¨¢nea tras los espect¨¢culos. Anna Farr¨¦, miembro de un grupo de danza de aficionados en el barrio de Sants, destaca la originalidad de las propuestas del festival. "Hasta ahora nuestras coreograf¨ªas eran muy tradicionales, pero los espect¨¢culos me han abierto la mente, me han descubierto otras formas de expresi¨®n" explica. A juicio de Ivanna Campos, alumna de danza contempor¨¢nea en ?rea, todav¨ªa es necesario potenciar este arte en la ciudad, pero, en su opini¨®n, iniciativas de este tipo "permiten que la danza salga a la calle, juegue con los espacios urbanos y d¨¦ movimiento a la ciudad".
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